Crisis del comercio ambulante

El mercadillo de Algeciras, en peligro

  • Los comerciantes alertan de una grave bajada en las ventas que llevará a unos 25 puestos a cerrar

  • En los próximos días pedirán al Ayuntamiento una vez más una bajada de las tasas del 10%  

Una imagen del mercadillo del Parque Feria en Algeciras.

Una imagen del mercadillo del Parque Feria en Algeciras. / Erasmo Fenoy

El mercadillo de Algeciras corre grave peligro. Las grandes superficies y las ventas por internet le están restando vida hasta reducir el lustre de antaño a un mero recuerdo. Poco a poco, pero parece destinado a desaparecer. Así al menos lo temen los comerciantes, que constatan una pérdida de entre veinte y veinticinco puestos de venta este año después de haber cerrado treinta en los últimos tiempos.

La Asociación de Comercio Ambulante del Campo de Gibraltar afirma que sus socios están asfixiados. Por ello van a remitir un escrito a la concejalía de Mercados del Ayuntamiento algecireño para solicitarle que estudie una reducción de, al menos, un 10% en las tasas anuales que abonan. Es el tercer intento de conseguir esta rebaja de los comerciantes, que abonan casi mil euros al año para poder mantener sus puestos en activo. A muchos de ellos no les es rentable continuar. De hecho, ya se han ido varios, hasta el punto de que el Ayuntamiento ha tenido que prorrogar el plazo de renovación de licencias. 

Los comerciantes afirman que solo la sensibilidad del Ayuntamiento puede salvarlos y confían en conseguirlo. De hecho, aseguran que continúan en la brecha gracias a que el departamento que dirige Juana Cid les permite montar algunos días extraordinarios en compensación por los que pierden por el montaje de la Feria Real, la Operación Paso del Estrecho y por los temporales, los grandes enemigos del piojito.

No es la única reivindicación de los vendedores, que reclaman más limpieza en el Parque Feria, ya que relatan que afirman se lo encuentran convertido en un sembrado de excrementos de perro cada vez que van a montar los puestos.

Además, entienden que para animar la llegada de nuevos comerciantes sería interesante que se eliminen la tasas extras que hay que abonar cuando una persona, por jubilación o fallecimiento, deja un puesto a un familiar de primer grado (400 euros) o a una persona sin vínculo familiar (800). 

"Estamos en una situación muy precaria", explica José Manuel Moreno, secretario de la Asociación de Comercio Ambulante Fénix, quien entiende que rebajar las tasas podría incluso aumentar la recaudación del Ayuntamiento. En La Línea, por ejemplo, ya consiguieron una rebaja del 30% hace cuatro años (de 960 a 630 euros) que les permite afrontar con un mayor margen de beneficios el montaje de los puestos. "Esta claro que el mercadillo se ha venido abajo. Ya no es atractivo para los que vienen de fuera, porque tendrían que hacer el doble de ventas para que lo fuera desplazarse desde fuera del Campo de Gibraltar", continúa. 

     

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