Una maleta abandonada en un barco moviliza a los artificieros

Agentes del grupo de artificieros de la Guardia Civil intervinieron el jueves por la noche para confirmar que una maleta que estaba abandonada en el barco de pasajeros Millenium 3 no era peligrosa, aunque contenía droga. Todo quedó en una falsa alarma.

Fue alguien de la tripulación el que dio la voz de alarma al encontrar en el pasillo de pasajeros una maleta abandonada. Los viajeros acababan de dejar la embarcación y ya habían llegado al puerto de Algeciras. El trayecto arrancó en Tánger. Nadie respondió por ella y por eso agentes de la unidad de explosivos (Gedex) de la Guardia Civil fueron convocados. Uno de los perros especializados en la detección de efectos explosivos marcó que en su interior no había material que pudiera explosionar. Fue el momento en el que los guardias civiles tomaron la mochila, la sacaron y la abrieron. En su interior había 38 kilos de aceite de hachís. La actuación fue rápida y efectiva y no perjudicó a los siguientes trayectos programados.

Dejar una maleta abandonada después de un viaje es una práctica habitual de aquellos que tratan de pasar del Norte de África a Europa droga. Básicamente consiste en dejar las sustancias estupefacientes junto con el resto de las maletas de los pasajeros. En caso de que los pasadores vean que la introducción de las sustancias estupefacientes no es asequible la abandonan para no responsabilizarse de ella.