El mundo de la justicia se vuelca en el homenaje a José Luis Ocaña

Estamentos e integrantes del mundo de la justicia de Algeciras rindieron ayer homenaje a José Luis Ocaña. Ocaña recibió en la sección algecireña de la Audiencia Provincial la Medalla de Plata de la Orden de San Raimundo de Peñafort -que otorga el propio ministerio de Justicia- por sus 53 años de trabajo y servicios como gestor procesal.

El magistrado presidente de la sección de la Audiencia Provincial, Manuel Gutiérrez Luna, fue el encargado de imponer la distinción a Ocaña, "una persona que por sus méritos bien lo merece", destacó.

El juez recordó las dificultades que entrañaba trabajar en la administración de justicia cuando Ocaña empezó a hacerlo, en el Juzgado de Primera Instancia número uno de la ciudad, antiguo Mixto uno, el único que había entonces y en el que el homenajeado se constituyó en un referente hasta su reciente jubilación.

Gutiérrez Luna expresó su "felicitación sincera de corazón" y trasladó la "satisfacción" de toda la Audiencia por la distinción a "una persona muy querida y respetada".

También rememoró el magistrado que la imposición de la medalla partió de una idea de Miguel Ramos 'Miguelete', que aspiraba a organizar un homenaje a Ocaña con motivo de su jubilación. Miguelete explicó ayer que siguió las sugerencias que le planteó Gutiérrez Luna para que su pensamiento inicial pudiera acabar en lo que terminó ayer, la entrega del prestigioso reconomiento.

Miguelete expresó su agradecimiento a todos los trabajadores de la justicia por el apoyo y firmas recibidas durante su periplo por los juzgados. Ayer, en la sala de vistas de la Audiencia, tomaron la palabra representantes de todos los estamentos. Intervinieron, por ejemplo, Juan Cisneros, fiscal jefe de área; Alberto Pérez Ibars, delegado del Colegio de Abogados de Cádiz; o Jorge Lobato, en representación de todos los compañeros de Ocaña.

Tomó la palabra también uno de los hijos del homenajeado, Raúl Ocaña Pacheco, que mostró el "orgullo" de la familia con el padre, "hombre responsable, honrado y trabajador" que, según reflexionó, ha puesto el listón tan alto que sus hijos difícilmente podrán superarlo.

El homenajeado, Pepe Luis para sus muchos amigos, aseguró que sentía "un gran honor" por recibir tal distinción y subrayó su agradecimiento a todos los que han estado ahí durante una vida de medalla. El destinado a su familia, "por las tardes que les he quitado para ir al juzgado".