El joven Nacho López recoge a sus 15 años las mejores historias del Campo de Gibraltar

Movido por su curiosidad y desplazándose en su bici, ha recogido imágenes y testimonios para escribir 'Crónicas y cuentos de Algeciras, la comarca y el Estrecho'

María Platero, Nacho Máximo y su madre, Celia Ruiz
María Platero, Nacho Máximo y su madre, Celia Ruiz / ANDRÉS CARRASCO

Algeciras/Se llama Ignacio Máximo López Ruiz y ha presentado en la reciente XXXVIII Feria del Libro de Algeciras su primer libro, un conteo de historias, leyendas y fervores de la ciudad, de la comarca y del estrecho de Gibraltar. Tiene quince años, es alumno de cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el colegio Montecalpe y quiso explicar con sus palabras lo que no encontró en las librerías. El resultado de todo ello: 'Crónicas y cuentos de Algeciras, la comarca y el Estrecho' (Imagenta, Tarifa, 2025)

"Había leído Cuentos de la Alhambra, de Washington Irving, y otros libros parecidos sobre Sevilla y Extremadura, pero sobre Algeciras no encontré ninguno", relata. "Me gustan mucho este tipo de libros, cuentos cortos, que me parecen lo más moderno", añade.

Nacho, que así le llaman su familia y sus amigos, explica de forma muy sintetizada historias como la del gigante Botafuegos -con reconocimiento explícito a su autor, Juan Ignacio Pérez Palomares-, la llegada de la imagen de la Virgen de la Palma, la invasión de Algeciras por los vikingos o la figura del Santito. La que más le llama la atención, no obstante, es la Operación Algeciras: su relato sobre cómo Argentina, en 1982, ideó atacar a Gibraltar en pleno conflicto con el Reino Unido por la disputa de las islas Malvinas es uno de los mejores ejemplos de cómo pasan nuestras historias y leyendas populares por la mirada de un joven de quince años.

Para el prólogo de su libro buscó con sus recursos a Arturo Pérez-Reverte, a quien no encontró, pero sí halló a una paisana, escritora y profesora de literatura. "Al final me he quedado con María Platero, que yo creo que me gusta más todavía", dice con rotunda sinceridad y mucho agradecimiento.

"Su voz es interesante por lo que cuenta y cómo lo cuenta. Tiene el rigor propio de un niño de quince años con la cabeza bien puesta, con una frescura irreverente en algún punto", afirma Platero. "Construye una identidad de Algeciras a partir de su visión y con una propia y singular expresión", precisa la profesora, a quien conoció en persona en la caseta de la Feria del Libro de Juan Moya, que los acogió para presentar el libro de Ignacio Máximo.

El joven ha hecho todo solo, con sus propios medios, incluidos sus movimientos en bicicleta por casi todos los lugares de la comarca citados en el libro, excepto el castillo fortaleza de Castellar. Suyos son el esfuerzo sobre el sillín, la curiosidad en la investigación, la toma de fotos, la redacción y algún que otro dibujo que se incluye en la obra.

Tiene inquietud por la literatura, por la biología, piensa participar como voluntario en una organización no gubernamental e investiga con sus compañeros del colegio Montecalpe en un proyecto centrado en la playa de Getares. Ese es su presente y su futuro inmediato.

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