Sobre la imagen y limpieza de Algeciras

Carta abierta a José Ignacio Landaluce

El autor, algecireño residente en Madrid, expone su visión de la ciudad y anima al alcalde a dar respuesta a la degradación que padecen algunos barrios

Contenedores de basura rotos en El Saladillo.
Contenedores de basura rotos en El Saladillo. / Europa Sur
Alejandro Vega Martín

Madrid, 29 de agosto 2025 - 04:01

Excmo. Sr. D. José Ignacio Landaluce, Alcalde de Algeciras

Estimado Sr. Landaluce:

Me dirijo a usted como algecireño que, por circunstancias personales, reside fuera de nuestra querida ciudad. A pesar de la distancia, sigo sintiéndome profundamente vinculado a Algeciras y, siempre que tengo ocasión, presumo de ella ante amigos y familiares, animándolos a visitarla y descubrir su encanto. Sin embargo, cada vez me resulta más difícil hacerlo con el mismo entusiasmo.

La realidad que se percibe al recorrer sus calles es preocupante: la ciudad está visiblemente más sucia, y no parece existir un plan de limpieza eficiente ni efectivo. Las responsabilidades se diluyen entre partidos y agrupaciones, y cuando el Ayuntamiento se siente cuestionado, se recurre a titulares populistas que, lamentablemente, no se traducen en acciones concretas.

¿Se ha limpiado adecuadamente la zona tras la cabalgata de feria? ¿Y después de la feria en sí? ¿Se ha actuado tras la Noche en Blanco o tras los mercadillos semanales? No espero una respuesta escrita, basta con dar un paseo por esas zonas para comprobar la situación. No hay un plan de choque que devuelva a Algeciras un estado digno y la acumulación de suciedad va en aumento.

Invito personalmente al concejal de Playas a acompañarme un día a la playa de El Rinconcillo, cavar un hoyo y comprobar el olor nauseabundo que desprende esa arena, con un tono claramente fecal

No todo es negativo y reconozco que, en una ocasión, vi una máquina barredora en la Plaza de la Mujer (antigua Menéndez Tolosa). Pero me pregunto: ¿Cuántos equipos de limpieza como ese hay disponibles para una ciudad como Algeciras? Porque si al terminar en una plaza deben volver a empezar, el esfuerzo parece insuficiente.

En cuanto a nuestras playas, la situación es igualmente preocupante. Tras la fiesta en Getares, la arena quedó en condiciones lamentables, como también ocurrió con el relleno de la playa del Rinconcillo. En su momento, se llevó al concejal a la playa para asegurar que la arena era adecuada, pero le invito personalmente a acompañarme un día, cavar un hoyo y comprobar el olor nauseabundo que desprende esa arena, con un tono claramente fecal. Por ello, sería oportuno que se hiciera público el certificado de origen de dicha arena y el lugar exacto de su extracción, porque parece más propia de una dársena portuaria que del fondo marino.

Las obras en el Rinconcillo, además, se iniciaron en plena temporada de playa, con el corte de carreteras el 10 de junio, apenas once días antes del comienzo del verano. ¿Quién planifica estas actuaciones? Porque parece que nadie lo hace con sentido común.

Aunque resido fuera, soy propietario de una vivienda en Algeciras y, por tanto, contribuyo con mis impuestos al sostenimiento de la ciudad. Por ello, me siento con pleno derecho a expresar mi preocupación y exigir que esos recursos se reflejen en una mejora real y visible del entorno urbano.

Se priorizan obras nuevas que hipotecan aún más a la ciudad, mientras se descuida el mantenimiento de lo que ya tenemos

Podría hablar de los barrios por los que camino cuando estoy en Algeciras, por calles o por el sentir de dejadez que se respira. Lo que veo de la gestión se limita a publicaciones en redes sociales o fotos en las festividades que celebramos. Me gustaría que, si bien mi resumen se limita a la experiencia directa, cualquier respuesta que se me ofrezca esté basada en datos concretos: frecuencia de las tareas de limpieza, equipos destinados por barrios, planes de acción realizados y resultados obtenidos. Números que, lejos de justificar la gestión actual, evidencien el amplio margen de mejora que existe.

Entiendo que los presupuestos municipales son ajustados, pero lo esencial no debería ser olvidado. Se priorizan obras nuevas que hipotecan aún más a la ciudad, mientras se descuida el mantenimiento de lo que ya tenemos.

Me gustaría poder felicitarle por alguna actuación que realmente mejore la imagen y calidad de vida en Algeciras. Pero lo único que percibo son intereses en proyectos que llegan tarde, como el tren que usted prometió modernizar junto a Ana Pastor, o gestiones que parecen más de la Autoridad Portuaria que del Ayuntamiento.

Mi tristeza es ver cómo una ciudad con tanto potencial y belleza se convierte en un escaparate fotográfico al servicio del populismo, sin cuidar lo básico que la hace habitable y digna.

Sin otro particular, le saluda atentamente, Alejandro Vega Martín

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