En el Hospital Punta de Europa se salvan vidas

Tribuna de opinión

Díaz relata su reciente experiencia en el área de Urgencias tras sufrir una bradicardia en el corazón y agradece la atención del personal sanitario

Miguel Alberto Díaz se recupera en su casa de una operación por una afección coronaria

El Hospital Punta de Europa y, en primer término, un helicóptero medicalizado.
El Hospital Punta de Europa y, en primer término, un helicóptero medicalizado. / Erasmo Fenoy
Miguel Alberto Díaz - Secretario comarcal del área de pensionistas de CCOO y paciente 558 de Urgencias del Hospital Punta de Europa

24 de febrero 2025 - 12:06

Algeciras/Hace unos días, a primera hora de la mañana cuando me disponía a ir a desayunar a la céntrica calle Sevilla de Algeciras, me sentí mareado. Como había padecido un síncope recientemente, le rogué a mi compañera y amiga Laura Mayo que me llevara a Urgencias del Hospital Punta de Europa.

Desde el minuto uno, nada más llegar, una celadora me condujo en una silla de ruedas hasta el triaje donde comenzaron las primeras pruebas y detectaron una preocupante bradicardia en el corazón. Pasé a la consulta, donde una doctora y el personal de enfermería realizaron las pruebas para una afección coronaria: toma de tensión, electrocardiograma, analíticas, placas de rayos x... Al ver los resultados me derivaron a observación de Urgencias donde me monitorizaron.

Entre tanto, en otro box contiguo se produjo una parada cardíaca y todo el personal del servicio acudió como una sola persona a atender al paciente. Al poco logró ser estabilizado y derivado a la Unidad de Cuidados Intensivos. Fui testigo de cómo salvaron la vida de esa persona.

Por mi dolencia cardíaca también me trasladaron a la UCI. Tras las pruebas, me comunicaron que me implantarían un marcapasos cuando hubiera posibilidades de intervención en el quirófano, siempre regulado por un estricto orden de gravedad. Y mientras estaba a la espera se produjo otra urgencia: el ingreso de un paciente con un infarto de miocardio. Una vez más todos los profesionales acudieron y en menos de 24 horas lo estabilizaron salvando otra vida. Al siguiente día me intervinieron y me implantaron el marcapasos para regular los latidos de mi corazón.

Miguel Alberto Díaz.
Miguel Alberto Díaz. / Claudio Palma

Este sería el brevísimo relato de lo transcurrido. Pero no sería justo no describir la labor que realizan a diario los y las profesionales de este hospital desde que entras por Urgencias (la que yo defino como la puerta de la esperanza) para atenderte de todo tipo de patologías. Especialistas en enfermedades coronarias, oncológicas, pediátricas, traumatológicas, afecciones respiratorias, radiología, o personal de laboratorios en una larga, larguísima lista de especialidades.

Todo empieza desde que llega una ambulancia (¡qué magníficos conductores y técnicos sanitarios!) a la entrada del hospital que puede traer desde ancianos octogenarios a bebés. Por Urgencias comienzan a atenderse desde una lesión o una enfermedad leve a accidentes de tráfico o laborales. E incluso plantarle cara a una pandemia con riesgo para las vidas de su personal.

No cometeré el error, sería injusto, de citar algún nombre. Aunque siempre los llevaré en mi reparado corazón. Desde los celadores, personal administrativo, auxiliares, personal de enfermería, cocina, mantenimiento, limpieza, las personas que te asean, médicos, coordinación de los servicios, seguridad... Todos merecen ser recordados.

Cuando lean este artículo, la sociedad discurrirá entre lo normal y lo cotidiano, sin ser consciente de los avatares que deparan la vida. Si será necesaria o no la asistencia sanitaria. Es importante que sepan que, de manera permanente, existe un grupo de profesionales que le atenderán con grandes conocimientos técnicos y mucha humanidad durante las 24 horas los 365 días del año.

Gracias a todo el personal del Hospital Universitario Punta de Europa, y a todos los hospitales y centros de salud, que con su pocas veces valorado trabajo salvan vidas a diario.

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