"Gibraltar sería tan pobre como su vecina Algeciras"
EL SEXENIO DEMOCRÁTICO EN ALGECIRAS (1868-1874)
Gran Bretaña insistía en octubre de 1870 en su empeño de proponer a España el cambio del Peñón por la plaza de Ceuta
Un curioso contrato regulaba las obligaciones de los colonos: "El caballo y la burra serán apreciados"
Ediles, bultos, armas y colonos

Algeciras/Dada la curiosidad histórica del documento enlacemos con el comenzado texto de la anterior entrega relativo al arrendamiento del popular cortijo conocido como Zarza del Moro, expresando la primera cláusula de la segunda y definitiva parte: “Es obligación del arrendatario cuidar las Colmenas todo el año, como es limpiar los asientos de los vasos, enmoñigarlas, cobijarlas y limpiar todas las entradas exteriores de yerbas, coger los enjambres sin dejar de perder ninguno y levantarlos del suelo en Julio para que se venteen y las polillas no los perjudiquen, tanto y así tener muy aseado el Colmenar, puesto que contribuye á su conservación y aumento.7º.- La Dueña podrá disponer de una vez cada ocho días para regar de pié el Jardín. 8º.- Desde los temporales de primeros de Julio hasta que las lluvias de las Otoñadas interesen bien en las tierras no podrá el Colono disponer de las aguas pertenecientes al Huerto, y de las que en él naturalmente entren, más que para regar el arbolado, puesto que las Cañas habrán de ser sembradas solo en el sitio próximo á las Pilas y serán bañadas con aguas de estos solamente [...] Tampoco podrá arar, ni sembrar trigo, ni cebada aunque sea para alcácer (cebada verde), entre arbolado; las tierras han de ser cavadas todo el año, por los meses de Febrero y Marzo con azadas y honduras de palas de azada, y en Abril hará á todo el arbolado sus grades pozas para que reciban sus riegos. 11º.- El colono también está obligado á estercolar y aporcar (acumular tierra en la base del tronco), de Octubre y Noviembre [...] limpiar todos los árboles de chupones (vástago que brota de la rama principal), y ramas secas en las épocas de costumbres , de ningún modo entrará el arado entre los árboles por pequeños que sean. El Colono podrá arar en el Bujeo y la parte de Viñas en el último Regajo por un portillo que abrirá por la Peña Blanca que está por la parte de abajo, por donde solo podrán entrar y salir los bueyes los días que dure el arar, cuidando de que los bueyes se coman las tunas y hagan daño [...] 13ª.- El Colono dará cada año en tiempo de la cosecha gratis a Doña María Serafín dos millares de naranjas mandarinas y un millar de las otras naranjas que ella elija, doscientos de limones dulces y otros dos de los agrios, debiéndose conducidos dichos frutos á casa de dicha Sra. por cuenta del colono. 14º.- El Colono está obligado á componer á sus expensas las cercas, las paredes de piedra seca, reforzándolas con erguenes (jerguenes) levantar los balates (muro de piedra de contención de tierras), cortar zarzas, conservar siempre los Ríos [...] El Colono está obligado á emplear cada año á doce jornaleros que se invertirán en las faenas que la Dueña o su representante dispongan, conduciendo con sus caballerizas sin remuneración alguna los plantones que se trasladan de uno á otro sitio, como también aquellos que hayan de traerse al Huerto desde cualquier otra Hacienda. 15ª.- El colono está obligado á mantener y cuidar a los dos perros que hoy existen en la Hacienda para seguridad de la finca, los cuales serán siempre de la propiedad de la Dueña [...] 17º.- Las mejoras que se hicieren durante el arriendo á la Casa, tierras o arbolado, queda en beneficio de la Dueña, sin que por este concepto deba abonar nada. Los frutos que la familia pida para su gasto en las temporadas que residan en la finca los dará el colono al precio corriente. 18º.- Queda prohibido que pase de cerca hasta adentro ganado vacuno, cabrío y lanar; y el caballar, mular, asnal y de cerda podrán pastar sin atados entre los árboles o á estos. 19º.- El caballo y la burra serán apreciados y los pagará el Colono antes de últimos de Marzo próximo (1871), 20º.- El Colono facilitará á la propietaria y su familia, nueve veces cada año, los caballos que tengan o necesiten para ir y volver á la finca [...] 22º.- El colono podrá rescindir este contrato cuando crea conveniente pero perdiendo los 4.000 reales de depósito, como igualmente: frutos, colmenas, caballeriza, estiércol, paja, herramientas y todo cuanto existe en el Huerto y Caserío [...] terminado o rescindido el arrendamiento, el Colono tiene 24 horas para salir en su consecuencia con su familia y sirvientes del huerto y caserío”.
Y mientras en aquel octubre del 70, doña María -el Ama o Dueña- y familia disfrutan de las condiciones impuestas al sufrido arrendatario, en la capital de España se prepara un atentado contra la vida del general Prim. Al parecer todo salió a la luz pública cuando, según reseña de la época: “Un capitán carlista venido á menos como mozo de establos, entabló amistad con un tal Cayetano Domínguez Giménez, inspector del órden público de Madrid, quién sabedor de la ideología del primero le propuso á este y por el bien de la causa defendida por Carlos VII, cometer tal magnicidio. Lejos de aceptar tal reto, el Boira-Joaquín Boira Tornil-, que así se llamaba el otrora oficial carlista, rápidamente lo puso en conocimiento del propietario de los establos -José Fernández Batalla-, quién a su vez denunció el hecho a las autoridades; siendo arrestado el Domínguez y puesto preso -según auto firmado por el juez Pedro Mendiri López-, a finales de aquel mismo mes de octubre. Al parecer, y según una publicación fechada en 31 de julio de 1886, bajo el título: El Asesinato del General Prim. Segunda Parte, recoge en su apartado Acusación Privada, página 176: En todos estos proyectos, aparecen así mismo complicados algunos sujetos conocidos por sus ideas republicanas, y á los que se suponía capitaneados por D. José Paul y Ángulo”. Cuando aún no había finalizado la investigación sobre el primer atentado comenzaron nuevamente y desde las sombras los enemigos de Prim, a preparar el segundo magnicidio, siendo ejecutado con igual resultado que el primero y tan solo un mes más tarde de aquél. El definitivo aún estaba por llegar.
Y mientras los muchos enemigos de la progresista política de Prim urden, por razones de Estado, su eliminación; de modo más constructivo sus periféricos seguidores como los liberales algecireños proceden a: “Informar que han sido rematadas las majadas de monte denominadas Argamasilla y Algarrobo de los propios de Algeciras, por el tipo señalado al fruto de la bellota por el Yngeniero Geje del ramo ó séase la primera por 480 escudos y la segunda por 300 á favor de D. Diego Medina Vaca. También, y dentro del mismo contexto municipal, se recibe en el consistorio de la calle del Convento, el siguiente: En vista de una comunicación del Sor Gobernador Civil de la provª trasladando la que se ha dirigido al Juez de 1ª Ynstrucción de Algeciras pª. qe. se le remita el expedienteque formó el perito agrónomo D. Venancio Sagrario con el fin de acreditar el valor de los daños causados en los montes [...] Julio de 1869, y sus perpetradores, ó al menos una copia literal que es de necesidad pª el mejor éxito de los procedimientos judiciales y castigo de los verdaderos culpables”.
Al mismo tiempo que en Algeciras se procede a identificar a los perpetradores de los daños ocasionados a los cercanos montes, tal vez con mejor resultado que en las pesquisas para resolver el fallido y reseñado magnicidio, una generalizada protesta política provincial amenaza a futuras elecciones: “Se reconoció unánimemente que aunque se cree haya presidido la mejor buenafé en la división -electoral- publicada la falta de noticias de las localidades ha prevenido casualmente una combinación de tal naturaleza que aleja de las urnas al partido Monárquico-democrático que sostiene la actual situación y el desenvolvimiento y ejercicio de los derechos y libertades consignadas en la Constitución de 1869.- razón por la cual se acuerda por unanimidad consignar la más solemne protesta contra las elecciones que se verifiquen sobre una base tan importante por separarse de la Ley de la equidad y de la conveniencia pública: Se acompañará al Sor Gobernador certificación de este acuerdo rogándole que lo remita al Gobierno con las referidas exposiciones y que se sirva llamar su alta atención hacia la gravedad que encierra”.
Y mientras los municipios liderados por los monárquicos-demócratas esperan se resuelva en las más altas esferas de la nación y de “tan alta atención” en función a la “gravedad que el asunto encierra”, otras noticias más locales y de gran importancia para el Campo de Gibraltar y su desarrollo llaman la atención de estos pueblos comarcanos: "Expediente de la Carretera provincial de Medina á los Barrios. Memoria descriptiva, planos y presupuestos.= Que constituyen el proyecto completo, excepto el plano referente al puente sobre el río Barbate, formado por el Director de Carreteras provinciales D. Federico Gil de los Reyes, importando el costo de la Carretera 887.435 escudos, 566 milésimas [...] Se aprueba el proyecto y planos presentados [...] Se continuará la construcción de dicha carretera".
Una vez más renacen las esperanzas en los municipios de la comarca de gozar de unas comunicaciones dignas; pero, curiosamente, un asunto diplomático llevado con la máxima discreción al parecer, aporta nuevas perspectiva para la zona y muy especialmente para la ciudad de Algeciras, haciéndose público por aquellos días de octubre del 70, la siguiente reflexión: "España en Marruecos. Hace unos días se supo que el gobierno de la Gran Bretaña no ha desistido completamente de su empeño de proponer el cambio de Gibraltar por nuestra plaza de Ceuta, y que esto ha sido acogido de tal modo por la prensa de nuestro país que es raro el día que no aparece un suelto recomendando al Gobierno esta idea y se ha llegado á echar los cimientos de una sociedad dedicada exclusivamente al logro de este propósito [...] la posesión de la plaza de Gibraltar ha sido hasta el presente tan importante para Inglaterra como de escasa valía hubiera sido para España. Pueblo primero eminentemente libre más que ningún otro en Europa conocedor del comercio y la industria [...] el segundo -España-, dominado casi siempre por un ciego despotismo político y religioso, no hubiera seguramente concedido á Gibraltar ninguna de las franquicias que hoy disfruta. Y su estado sería tan modesto y pobre como lo ha sido hasta aquí el de su vecina y hermana ciudad de Algeciras".
De triste, cuanto menos, se ha de calificar la imagen que del estado de nuestra ciudad -al parecer no alejada de la realidad del resto de la provincia-, tiene el citado texto, añadiendo con más optimismo: "El gobierno español, si no quiere desmentir los principios sobre cuales apoya su planta para subir al poder, habrá necesariamente de conceder al comercio, y como ha todas las manifestaciones de la vida humana, la libertad que tantas veces y de una manera tan explícita y franca ha prometido al país. Dotará por tanto al puesto de Algeciras -afirma- de todos los derechos y libertades que disfruta Gibraltar, y el comercio entonces, no puede dudarlo nadie, abandonará ese recinto estrecho y aislado del hueco Peñón, y buscará en el inmediato y anchuroso de Algeciras vasto campo que por mar y tierra le permitan crecer y desenvolverse. Ciento cincuenta y cuatro años después aún está pendiente de aplicarse la tan sabida y conocida receta económica para: Equilibrar el histórico desequilibrio".
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