"Mi ruta de Paco de Lucía en Algeciras sería muy distinta a las oficiales"
Entrevista | José María Bandera, guitarrista
El mayor de los nietos de Antonio Sánchez y Luzía Gomes suma cincuenta años como músico flamenco
Recorre los escenarios con Paqueando, un homenaje a su tío Paco de Lucía, junto al pianista Diego Amador
Considera que la guitarra vive ahora una edad de oro que requiere de más apoyo de las instituciones

Algeciras/Toca la guitarra desde que tenía diez años. José María Bandera Sánchez (Algeciras, 1960), es el mayor de los nietos de Antonio Sánchez y Luzía Gomes, una estirpe que tiene su referencia principal en Paco de Lucía. Aprendió con su abuelo y creció en el toque y la composición flamenca en tablaos y conciertos. Recorrer con él el Centro de Interpretación dedicado a su tío, que acaba de abrirse en la ciudad natal de ambos, es un ejercicio de memoria que incluye anécdotas y reflexiones sobre una figura de la que guarda, entre sus mejores recuerdos, los paseos a la playa del Rinconcillo, aparte de un sinfín de enseñanzas y experiencias. No hay que contárselas, sino que él las vivió.
Bandera estuvo muy ligado personal y artísticamente a Paco de Lucía, junto al también guitarrista José María Cañizares, y al primer sexteto. Renunció a estudiar ingeniería industrial porque estaba convencido de su querencia por la guitarra. Trabajó muy joven en el tablao madrileño "Los Canasteros" y en el Ballet Nacional de España. Fue guitarrista, director musical y compositor en el ballet de la bailaora gaditana Sara Baras, y compuso Contrabandista para el bailaor linense David Morales. Desde hace unos años gira con Paqueando, un espectáculo en el que rinde homenaje a su tío Paco junto al pianista sevillano Diego Amador.
Pregunta.No le han hecho a usted muchas entrevistas en Algeciras.
Respuesta.Aquí no me conoce casi nadie. Llevo cincuenta años en la guitarra, pero es así.
P.¿Propio de nuestra calificación de especiales?
R.Es nuestra idiosincrasia.
P.¿Recuerda su época formativa con cariño o por su dureza?
R.La recuerdo con cariño. Claro que hubo sus momentos duros, pero la recuerdo con cariño, especialmente las de Solo dúo-trío con mi tío Paco y Juan Manuel Cañizares. Fue como una formación, una responsabilidad, e hicimos muchos, muchos conciertos.
P.¿Fue mejor esa época que la del sexteto?
R.La del dúo-trío, sin duda. Después me lo pasé bien con el sexteto. He pasado por muchas situaciones, pero si me quedaba una clara era con el dúo-trío.
P.De Zyriab se han hecho muchas versiones, pero la que ustedes interpretaron los tres, con Cañizares, es de las más auténticas.
R.Es que Zyriab al principio se tocaba en dos acordes solo. Sol, fa, sol, fa, sol, fa todo el rato. Paco añadió a esa rueda varios acordes más. Alargó la rueda, que es la que se toca actualmente. Esa versión a la que se refiere la estrenamos con el trío. Ahora, con la distancia, la veo y la velocidad con la que tocábamos aquello no es ni de lejos la que se toca ahora o la de las últimas versiones. Íbamos muchísimo más rápido. Ahora lo veo y digo, ¡qué barbaridad! Da miedo, sí.
P.Si hay algo que le define es que usted se ha enfrentado a la guitarra sin miedo.
R.Vamos por cuanto más difícil sea, porque muchas veces lo que te hace estar vivo son esos retos. Entonces dices, voy a estudiar y no tengo miedo a encarar ningún reto.
P.¿Su bulería por soleá Siempre Paco condensa el legado que le dejó su tío?
R.Quise hacer una soleá en la que estuviera presente Paco. Parece que quedó bastante bien, porque los guitarristas siempre me dicen que es un punto de referencia. Quise como continuar, porque Paco, desde que hizo Canción Andaluza, siempre decía "ahora voy a hacer el disco". Y ahí se quedó la cosa. Intenté hacerlo con humildad, una soleá pensando lo que se me ocurría y se le podría ocurrir a él si hubiera podido componerla.
P.¿Qué nos perdimos con la muerte de su tío?
R.Canción Andaluza fue un disco que llevó muchos años en su cabeza. Lo que iba a hacer era un disco de flamenco, flamenco. Eso lo tenía claro. Era como, ahora voy a hacer el disco. Porque como grababa ya en casa, ya tenía todas las cosas, los micros, los interfaces, los programas y ya más o menos los controlaba. Él ya se grababa solo en casa. Como tenía entonces un mundo de tranquilidad, de paz, no estaba presionado por las horas de estudio, ni por el técnico, ni por la gente que llegaba. Canción Andaluza estaba muy elaborado, y después su sensación era que iba a hacer el disco de flamenco. Ya estaba haciendo cosas cuando murió.
P.Pasados casi once años desde la muerte de Paco de Lucía, ¿qué está quedando, desde su punto de vista?
R.Una subida de nivel técnico y musical de la guitarra. A día de hoy estamos viviendo una época de oro de la guitarra, que yo no sé si va a volver a haber otra. Hay muchos jóvenes tocando muy bien, con mucha calidad. Pero no hay suficiente apoyo de la administración. Yo no sé si van a poder mantenerse en el tiempo, porque está complicado vivir de la guitarra. Y esos jóvenes necesitan ahora todo el apoyo.
P.Lo que queda entonces es la calidad.
R.Paco ha dejado unos niveles de la guitarra flamenca que ahora mismo estamos por encima de cualquiera que venga de otro sitio del mundo. Vienen con miedo.
P.Usted es de los que sostiene que existe un toque algecireño a partir de las enseñanzas de su abuelo Antonio.
R.Más que del toque, yo hablaría del flamenco en Algeciras. Porque los que conocemos un poco lo tenemos muy claro, bastante bien definido, sobre el cante. El padre del cantaor Manuel Torre era de aquí. Manuel Torre vivió aquí. Y hay muchos artistas que nos dicen que son de aquí. Me acuerdo de los Metales, los Angoli o Tío Mollino, por ejemplo. Hay un flamenco muy definido de Algeciras, como también lo había en La Línea. La línea de separación entre zonas es muy sutil, pero se va poco a poco perdiendo.
P.Pero de eso se escribe poco, ¿no?
R.Poquísimo, poquísimo. Es que quienes, a lo mejor, sabemos separarlo e identificarlo no nos dedicamos a escribir. Y tampoco se puede explicar porque no te hacen mucho caso.
P.¿Cuáles son sus proyectos futuros o presentes?
R.Sigo con Diego Amador, porque nos están pidiendo mucho nuestro espectáculo Paqueando. Es una cosa que hicimos para un año o año y medio, y llevamos ya más de tres. Y nos lo siguen pidiendo. Empieza a ser como un clásico. La verdad es que el espectáculo está potente. Y quiero grabar, claro, pero siempre tengo algo pendiente que me lo impide, algo que cuando me meto los discos duros hay un maremágnum ahí...
P.Grabar requiere unos meses de parón.
R.Y de tranquilidad y sosiego. Está complicado.
P.¿Algeciras o la playa de Bolonia?
R.Me gustaría vivir en Bolonia y venir un poco a Algeciras. Pero tengo a mi hijo, que tiene que empezar a estudiar, y hay que estar en Madrid porque tenemos allí todas las cosas más fáciles. No es porque no tenga ganas de venirme a vivir aquí.
P.¿Cuál sería el recorrido sentimental de José Mari Bandera con Paco de Lucía por Algeciras?
R.¡Buah! Eso sería hacer una ruta muy distinta a las oficiales.
P.¿Por dónde discurriría?
R.Empezaría en el número 19 de la calle Salvador Allende, primero. Es que ahí vivía Paco con nosotros, con mi madre y con mi padre, a partir de un momento de su vida, encajado en casa de su hermana María. Desde allí nos íbamos caminando hacia la playa de Los Ladrillos, bajábamos la cuesta y pasábamos por delante de la Escuela de Artes y Oficios. Íbamos en bañador, camiseta y chanclas. Paco me daba su camiseta y chanclas y se tiraba al agua. Yo le esperaba en la escalera del hostal Bahía, que tenía cuatro escalones y ahora tiene tres. En la parte derecha de esos escalones, que son redondos, dejábamos las cosas y ahí nos encontrábamos con todos los amigos. Comíamos, echábamos las pachanguitas de fútbol. Si hay un lugar, para mí es ese.
P.El Rinconcillo es una referencia para toda su familia.
R.Era vida. Paco se compró una casita cerca de la mi tío Ramón, y ahí me metía yo con él y con Camarón. Yo tenía trece o catorce años, en esa casita que luego le regaló a mi tío Antonio.
P.¿Si Paco de Lucía levantara la cabeza, qué diría sobre lo que se dice ahora?
R.No sé, no me lo he planteado nunca. Yo veo que antes la gente estaba muy callada, y de pronto han empezado a hablar, y me pregunto a veces por qué dicen algunas tonterías, con lo callados que han estado siempre. Claro, llegas a la conclusión que es porque ya no está Paco.
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