Cuatro enfermeras vigilan a más de 300 personas en riesgo por el calor

El Área Sanitaria cuenta con cuatro enfermeras gestoras de casos en Algeciras. Ahora con la llegada del verano la Consejería de Salud prevé controlar y hacer el seguimiento a más de 300 personas en situación de riesgo o vulnerabilidad por el calor en la ciudad.

La cifra no está cerrada ya que se trata de las personas atendidas en la campaña pasada por lo que aún es posible que aumente el número de pacientes a atender.

El seguimiento de personas vulnerables ante el calor es una de las líneas de trabajo más destacadas e incluidas en el Plan Andaluz de Prevención contra los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud.

Este plan se dirige a minimizar, en la medida de lo posible, los efectos que el calor puede tener sobre la salud, con especial atención a los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores, los enfermos crónicos, los niños y lactantes y las personas que trabajan expuestas al sol.

Para ello, la Consejería de Salud tiene dos vías principales de actuación, la información y la intervención. Por una parte, pone a disposición de la ciudadanía la información necesaria para prevenir posibles situaciones de riesgo. Por otra, interviene en el caso de las personas mayores pluripatológicas, que viven solas, en viviendas no acondicionadas para hacer frente a las altas temperaturas, que en definitiva cobran un especial protagonismo en los programas de seguimiento y control de pacientes. Charo Sánchez, María Luisa Ocaña, Vicky Ruiz y Mariluz Araujo son las cuatro enfermeras gestoras de casos en Algeciras. Ellas restan importancia a su labor para reconocer que no sería posible sin todos los compañeros del sistema sanitario que colaboran en el programa.

Si no es verano la población diana de estas sanitarias son las personas mayores, minusválidos y las altas hospitalarias que necesitan recibir cuidados en su domicilio. Es indispensable coordinar esta asistencia con médicos, especialistas y cómo no, con las familias. Su labor consiste en visitar a los pacientes y gestionar el material necesario, una cama, un colchón para evitar úlceras o accesorios hospitalarios que no pueden encontrarse en farmacias, entre otros.

Cuando comienza la campaña de prevención de las temperaturas extremas este grupo además localiza a la población de riesgo, entre los que se encuentran los mayores de 65 años, personas que tengan una insuficiencia cardiaca, sufran depresión o una fractura de cadera. Hacer una lista con las personas que necesitan ser vigiladas no es fácil pero para ello trabajan coordinadas con los médicos y enfermeras que atienden a los pacientes. Para ello es imprescindible que estén dados de alta en una base de datos que controla el programa Salud Responde. Desde Sevilla se gestiona el aviso cuando las temperaturas van a subir más de lo habitual. "Entonces activan las alarmas", explica Sánchez.

Salud Responde llama a las personas que están en la base de datos de Algeciras y las enfermeras les visitan para evitar riesgos. El trabajo comienza en mayo. "Captamos gente nueva que cumple el perfil. Yo si veo un anciano que puede empeorar con el calor lo anoto y lo incorporo al archivo", explica. El programa comenzó a desarrollarse en Algeciras en 2004 y la experiencia ha sido satisfactoria. Sánchez puntualiza que normalmente las personas mayores no suelen morir por efectos del calor porque son sensibles y se está muy encima de ellos. "Se suelen dar casos en jóvenes que practican deporte o trabajan a pleno sol. No son conscientes del riesgo porque no se consideran población diana", subraya. Las enfermeras gestoras de casos se dedican a la atención primaria y realizan visitas a domicilio de lunes a viernes. En época estival la información sobre las temperaturas se refuerza. "A las personas mayores les cuesta retener y es fundamental insistirles en que deben tener las casas cerradas y las persianas echadas cuando más calor hace, que beban líquido cada dos horas aunque no tengan sed, que no salgan entre las 12:00 y las 19:00 horas, que se protejan con una gorra si salen y que lleven una botella de agua", enumera.

Sánchez clarifica que es normal que con mucha calor la gente se encuentre más agotada. También es importante evitar el consumo de alcohol y aumentar la ingesta de fruta y gazpacho. "Hay que evitar potajes y grasas", señala.

Lo más importante si alguien nota calambres musculares, fuertes dolores de cabeza o se encuentra muy débil que consulte al médico. En el caso de que la piel esté muy roja, se note muy acalorado, tenga náuseas y mucha sed debe llamar al servicio de Urgencias. Este consejo no es sólo para las más de 300 personas que vigilan sino para la población en general. Porque nadie sabe qué le puede pasar y siempre es mejor prevenir que curar.