Volantes, rebujito y hasta Falete: auténtica pureza en el lunes de Feria de Algeciras

La jornada estuvo marcada por comidas multitudinarias, un ambiente imparable y mucho flamenco para hacer vibrar las casetas

Búscate en las fotos del lunes en la Feria Real de Algeciras

Falete durante su actuación en la caseta Los Veteranos.
Falete durante su actuación en la caseta Los Veteranos. / Erasmo Fenoy

El lunes amaneció tarde en la Feria Real de Algeciras, como si la ciudad entera se tomara una pausa para recuperar el sueño de una noche intensa. El decreto que obliga a cerrar las casetas a las cinco de la madrugada no ha amedrentado a los más entregados, que han asumido el reto con entusiasmo. Así, entre bostezos, cafés y churros, la jornada arrancó sin prisas, pero con las conversaciones puestas en uno de los temas estrella del día: los nuevos baños de lujo del recinto ferial. A muchos les cuesta creerlo, pero sí, lo más comentado del lunes no fue ni un traje de gitana ni una actuación estelar, sino la sorprendente limpieza de estos nuevos aseos.

Aliquindoi actuando en la Peña Miguelín.
Aliquindoi actuando en la Peña Miguelín. / Erasmo Fenoy

El trayecto desde la redacción de Europa Sur hasta el recinto ferial ya advertía que la semana grande de Algeciras está en marcha. En la calle Alfonso XI, conocida por todos como Convento, hasta tres comercios han echado el cierre por descanso: la Feria se vive y se respeta, y eso implica parar para disfrutar. Son días para celebrar.

Las calles Pulsera, Encajes, Abanicos, Volantes, Mantilla y Farolillos —mejor elegidos no podían estar estos nombres— volvieron a convertirse en el corazón palpitante de la fiesta. Por la mañana, las carretillas van y vienen reponiendo bebidas, hielo, pan y alegría. Y al mediodía, con los primeros acordes y las primeras copas de rebujito, la Feria empieza a sacar sus colores: volantes que giran, risas que se mezclan con el sonido de las sevillanas, y abanicos que no paran, porque el sofocante calor del inicio del verano se lleva mejor con compás.

Actuación de Radio Petrarca en El Mero.
Actuación de Radio Petrarca en El Mero. / Erasmo Fenoy

El lunes de Feria también fue día de comidas de empresa. Docentes, funcionarios, amigos que llevan meses sin coincidir se reencontraron en torno a mesas largas y platos de carrillada, pimientos fritos y tortilla de patatas, Que nunca falten. En cada caseta, un brindis; en cada conversación, una anécdota; en cada mirada, el brillo de quien sabe que la Feria solo dura una semana y hay que aprovechar cada instante. Algunos, ya afónicos, dan buena muestra de ello.

La música, como siempre, puso alma a la fiesta. Desde Radio Petrarca en la caseta de El Mero, pasando por Aliquindoi en la Peña Miguelín, hasta Chicos G en Los Estrellaos —y son una pequeña muestra de lo vivido en el Real—, el recinto vibró con canciones que invitaban a bailar, a recordar veranos pasados, a cantar abrazados como si no hubiera un mañana. Y en medio de todo ese ajetreo de felicidad, brilló también con luz propia la actuación de Falete. El artista ofreció en Los Veteranos un espectáculo cargado de emoción y raíces, regalando a los asistentes una actuación de flamenco puro, de esas que rememoran las raíces de esta fiesta.

El grupo Chicos G en Los Estrellaos.
El grupo Chicos G en Los Estrellaos. / Erasmo Fenoy

Así fue el lunes de Feria en Algeciras: un día de arte, de reencuentros, de sabores y de tradición. Porque en este rinconcito al sur del sur, la Feria no se explica, se vive. Y vaya si se vivió la jornada.

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