Los usuarios cada vez están más familiarizados con las criptodivisas como el Bitcoin, pero ahora es el turno de que los bancos hagan sus deberes para estar al día. En el seno de la conferencia Silbos 2019 celebrada hace unos días en Londres, Christian Sewing, actual CEO del Deutsche Bank, ha reconocido abiertamente que las cripto son una de las asignaturas pendientes de las entidades bancarias, y que deben adaptarse para poder estar a la orden del día con un tejido empresarial que está en constante mutación.

Conocidas también como ciberdivisas, estas nuevas formas de dinero han dejado de ser una imagen borrosa en el horizonte y forman parte ya del día a día de numerosos entornos. Países como China han tenido que replantear sus medidas para acogerlas como un valor más con el que operar en numerosos sectores y, de hecho, se han amoldado tanto a su propuesta que estudian lanzar su propia moneda virtual, tal y como se recogía en El País hace escasos meses.

Todo el tejido mundial se está adaptando y preparando para los cambios que dibujan las monedas encriptadas. Desde los usuarios que se animan a comprar ripple con Bitvavo, hasta los bancos que se animan a lanzar su propia criptodivisa, como está haciendo recientemente el Banco Santander, junto con otras 13 entidades, para dar forma a la USC. Todos se preparan, pero el bancario es un sector al que todavía rondan demasiadas preocupaciones en lo referente a esta forma de dinero y lo que le precede.

La supremacía tecnológica, el principal factor que preocupa a los bancos

El continuo tira y afloja que Estados Unidos y China han estado manifestando durante el último años está planteando un escenario bastante preocupante a nivel global. Medios como el BBC Mundo ya lo catalogan como una guerra comercial en toda regla, y eso está haciendo que el panorama se acerque cada vez más al de una crisis económica que comenzará a dar fuerza a otros agentes. Viendo la situación actual y la evolución y transcurso de los sucesos, el progreso tecnológico se antoja como la clave del buen posicionamiento económico de cara al futuro.

La lenta adaptación de Europa, bastante retrasada en este sentido con respecto a otros territorios, así como la inamovible sombra del Brexit, son dos de los principales elementos que hacen que los banqueros teman por lo que va a suceder. Ahí es donde aparecen las criptomonedas como posible solución, dado que las vías convencionales no están siendo suficientes para estabilizar los primeros síntomas de la crisis.

Así, están comenzando a explorar nuevos caminos que van totalmente ligados al campo tecnológico, ya que este aspira a ser la clave de cara al futuro. La reciente convención de Silbos ha servido para que muchas grandes figuras del sector expresen su opinión al respecto, dejando claro que siguen muy de cerca a las criptodivisas y que van a seguir trabajando en el mismo camino que estas para intentar hacer la vida más fácil a los consumidores y tratar de evitar los posibles problemas que se puedan avecinar al sector económico.

¿Qué soluciones estudian los bancos?

Sewing, líder de Deutsche Bank, revelaba recientemente que las entidades bancarias han visto cómo los usuarios se están volviendo cada vez más exigentes en cuanto a requisitos de cara a los bancos. Ilustró la idea explicando cómo cada vez apuestan más por medios que permitan realizar transferencias bancarias o pagos en tiempo real y sin complicaciones, de forma fluida y sencilla, pero también totalmente segura.

Sistemas así requieren una evolución de los actuales, ya que exigen pasar por ciertas etapas de comprobación que pueden resultar molestas, amén de los tiempos de espera para que se formalicen los pagos. De este modo, se están tejiendo asociaciones y estudiando nuevos planteamientos para conseguir satisfacer al consumidor moderno y tratar de construir un clima económico mucho más favorable.

El sistema de las criptomonedas y el blockchain es uno que encaja bien con este planteamiento que se está estudiando, de ahí que haya entidades que empiecen a buscar la forma de lanzar las suyas propias al mundo, pero con las garantías necesarias para los bancos. En línea con este concepto están las declaraciones del presidente de Switft (el sistema de telecomunicaciones financieras entre bancos), Yawar Shah, que reconocía abiertamente en Silbos la importancia de este dinero y su influencia en la industria financiera, citando como ejemplo el nacimiento de Libra, de Facebook.

Por eso, el nuevo planteamiento que empiezan a vaticinar tanto banqueros como el sector bancario es el de aprovechar los conceptos del Bitcoin y de otras tantas criptomonedas para construir un entorno más seguro y eficaz para el cliente. Responder a sus exigencias con interfaces sencillas y movimientos en el acto para aportar una mayor fluidez, a la vez que se blinda por completo al consumidor gracias a los potentes sistemas de cifrado que podemos ver en el blockchain.

Los grandes bancos saben que no pueden dejar pasar por alto el impacto de las cripto, y están estudiando todo su entorno con total detenimiento para tratar de construir una fórmula que pueda sacar beneficio de ellas y asegurar una mayor estabilidad económica a nivel global. El Bitcoin no llegó para ser un fenómeno de poco tiempo, sino para cambiar por completo el paradigma de la economía, y parece que lo está consiguiendo.