El contratista reinicia los trabajos de la calle Rocha

El contratista de la obra que se está ejecutando en la calle Rocha -que se paralizó durante dos días-, Rafael González Espinosa, manifestó ayer su malestar y rechazó por las declaraciones efectuadas el día anterior por el concejal delegado de Urbanismo, Diego Sánchez Rull, respecto a la deuda municipal contraída con el empresario. González Espinosa destacó que los problemas con los responsables municipales no son nuevos y que, al menos, hasta en unas veinte ocasiones han tenido que paralizar diferentes obras por falta de pago. Añadió que incluso ha habido ocasiones en que el Ayuntamiento, con quien trabaja desde hace cinco años, le ha llegado a adeudar hasta 900.000 euros por distintos trabajos.

Las obras que se realizan en la céntrica calle Rocha, estuvieron paradas por parte de la propia empresa el miércoles y jueves, ante una deuda municipal que, según el contratista, ascendía hasta ese último día a 250.000 euros pero que se ha reducido en 50.000 al haber sido entregada esa cantidad el mismo jueves por el Ayuntamiento. El empresario apuntó que esa cifra se le adeuda por diferentes obras llevadas a cabo en calles, colegios o colocación de placas desde el pasado 2006. Ante el pago de dicha cantidad, el contratista decidió reiniciar ayer mismo las obras.

González Espinosa añadió que en esa cantidad no se incluye, puesto que aún no están concluidas otras obras como la de la calle Rocha, cuantificada en 74.000 euros, o la que viene realizando para la rehabilitación de un edificio en la calle Andalucía, en el barrio de El Saladillo.

El empresario fue tajante y destacó que, si no le pagan, no puede seguir pues tiene 20 trabajadores y "vivo de ello" . González Espinosa apuntó además que en un encuentro con un representante municipal el jueves se acordó proceder a la firma de una carta de pago, por la que el Ayuntamiento se comprometía a pagar la deuda en diez meses haciendo efectivos 50.000 euros al mes. Sin embargo, el contratista indicó ayer que de momento esto se había quedado en una mera intención.

Sánchez Rull criticó el día anterior la actitud del empresario y le culpó de la paralización ya que, dijo, debería tener solvencia económica para pagar a proveedores.