El comercio también recorta

Los comerciantes tras comprobar un mes tras otro que sus ingresos descienden han optado por recortar gastos antes de desaparecer.

Así es la actitud del comercio tradicional algecireño que trata de sobrevivir a una crisis que dura más de lo que todo el mundo pensaba. En las últimas semanas más que casos de tiendas cerradas a cal y canto, que también, se han dado no pocos ejemplos de comercios que han decidido cambiar de local para ahorrar en el alquiler o incluso reagrupar sus tiendas en una matriz.

El presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios de Algeciras (Apymeal), José Antonio Fenoy, asegura que la prioridad hoy en día es reducir gastos. "El comercio tradicional está aguantando lo indecible buscando fórmulas. Es la vida de muchas personas que además se autoemplean", analiza.

No obstante, Fenoy que profundiza en que la crisis tiene a todos los pequeños empresarios plegados, asegura que los únicos que pueden impedir que cierren más tiendas son únicamente los algecireños. "Aquí no defendemos lo nuestro y la gente prefiere irse a comprar lo que puede adquirir aquí en otros lugares", lamenta.

En este sentido, el presidente de Apymeal explica que si este hecho fuera corregido las cosas cambiarían y se mantendrían los puestos de trabajo que desaparecen cuando las tiendas se ven abocadas al cierre. "Esto funciona así. No hay otra fórmula. Si tienes plantas y las riegas a diario no se mustian pero si no las riegas mueren", pone como ejemplo.

Para Fenoy es de vital importancia el dinero que deja de circular por Algeciras, un hecho que empobrece. El representante de los comerciantes sostiene que esta ciudad debería mantener sin problemas tiendas de nivel como ocurre en Marbella. "Está claro que muchos prefieren irse a hacer sus compras fuera y las consecuencias pueden verse a diario", insiste.

Asimismo, desde Apymeal subrayan que otro problema es que los rentistas no bajan los alquileres pese a la mala coyuntura económica y eso obliga a los comerciantes a abandonar sus locales en busca de mejores condiciones económicas. Por ello, el cambio de local de alquiler es otra de las armas que le quedan a los propietarios de las tiendas. "El comercio tradicional quiere sobrevivir y para ello se ve obligado a recortar gastos. Si es indispensable hasta tiene que despedir a gente. Este es el panorama actual", explica.

Como ejemplos de cambios de locales de alquiler que ya se han producido, Fenoy confirma que la tienda Ismael, que llevaba más de medio siglo en la céntrica Plaza Alta, se ha visto obligada a mudarse a un local más pequeño en General Castaños. Del mismo modo, la tienda de zapatos y de moda joven de Pirámide han cerrado y están en la tienda matriz. Otro ejemplo reciente de este tipo es que Dulce Bebé ha dejado el local para sumarse a la juguetería Rial. "Lo mismo va a hacer Regalos Segura porque no les queda otra salida", apostilla.

De estas mudanzas o reestructuraciones Fenoy culpa a los rentistas por creer que aún estamos en época de vacas gordas. Pero no se olvida de los algecireños que compran lo mismo que aquí pero en otras ciudades.

Sobre el cierre de la tienda de la firma gallega Adolfo Domínguez en Capitán Ontañón, que ya anunció este diario hace una semana, Fenoy excusó que se trata de un comercio que no forma parte de la asociación. No obstante, valoró que no entiende cómo una ciudad de 120.000 habitantes no puede contar con grandes firmas. "Algeciras tiene porte suficiente para tener tiendas así pero hay un problema. Aparte de la crisis y sus consecuencias el dinero se va de la ciudad porque los algecireños no son conscientes de la importancia que tiene consumir aquí como única manera de mantener el empleo y los negocios", concluye.

Los comerciantes algecireños ya saben que la fórmula para sobrevivir está en recortar. Si muchos se han visto obligados a cerrar el negocio por no poder soportar los gastos otros han preferido un cambio de aires. Una mudanza, otro local, un cambio de sitio, todas las ideas son buenas para intentar que la tienda no cierre. Eso para muchos es perder y nadie quiere abandonar la partida.