La Algeciras de Colombia: una isla verde al otro lado del mundo

América

En pleno departamento del Huila se levanta un municipio que tomó hace un siglo el nombre de la ciudad del Campo de Gibraltar

"Sería algo importante hacer una conexión entre las dos Algeciras, propiciar visitas estratégicas y culturales", asegura Libardo Pinto, alcalde de la ciudad latinoamericana

Estos son los 27 concejales de la nueva Corporación municipal en Algeciras

Panorámica de Algeciras, Colombia
Panorámica de Algeciras, Colombia / REDACCIÓN
David Fernández Vega

30 de mayo 2023 - 04:00

Allende los mares, a más de 8.000 kilómetros de Algeciras, se levanta un municipio muy diferente, más pequeño, más verde y con acento latinoamericano. Se llama igual, pero no está en Cádiz, está en Huila. Allí también hay algecireños, pero su pasaporte es de Colombia.

La Algeciras colombiana tiene unos 24.500 habitantes, aunque prácticamente la mitad reside en el ámbito rural. El municipio, aunque es tentador pensar que es similar al del Campo de Gibraltar, no tiene demasiado en común. Se encuentra en pleno interior en una zona de valle, a unos 1.500 metros de altitud, que sí aporta una vista montañosa parecida a la española y que forma una especie de isla verde, como denominaron los árabes a Al-Yazira Al-Hadra. No obstante, se encuentra a más de 250 kilómetros del mar.

Si la original es potente por su industria portuaria, la colombiana destaca por ser la "despensa agrícola del Huila". Allí se cultiva una gran variedad de frutos y productos que van desde las moras o el banano hasta el café o el arroz, pasando por tomate o aguacate. Esto es gracias, en buena parte, a su espectacular clima, donde las máximas en verano no pasan de los 30 grados, y a su fructífero terreno rodeado de ríos como el Neiva.

Parque principal de Algeciras, Colombia
Parque principal de Algeciras, Colombia / REDACCIÓN

Una ciudad marcada

La ciudad campogibraltareña tiene un marcado estigma por la lacra de las redes del narcotráfico que es conocido muy lejos de nuestras fronteras, aunque el municipio huilense también sabe lo que es ser conocido por un aspecto negativo. Concretamente, los algecireños han vivido lo más duro del período activo de las guerrillas de las FARC, siendo uno de los puntos de mayor actividad en todo el país.

En 2016, después de 50 años de actividad, la guerrilla firmó con el gobierno colombiano los Acuerdos de Paz por los que abandonaban la lucha armada y pasaban a integrarse en la sociedad civil. "Aquí el conflicto siempre estuvo muy presente, de hecho es el único municipio del Huila dentro del programa nacional del postconflicto", explica la periodista Paulina Yáñez, de la Emisora de Paz de la radio colombiana en Algeciras.

"Ha sido muy difícil. Esta zona era un corredor para el movimiento de grupos ilegales por su cercanía a la montaña y el terreno quebrado, por eso la dominaron", asegura el alcalde de Algeciras, Libardo Pinto. "Después del proceso de paz la ciudad cambió su connotación, pero tenía un retraso en infraestructuras tremendo respecto a otros municipios de la zona ya que la gente no quería invertir aquí, pero ahora sí", destaca el regidor.

Libardo Pinto, alcalde de Algeciras, Huila, Colombia
Libardo Pinto, alcalde de Algeciras, Huila, Colombia / REDACCIÓN

En lo que a la seguridad respecta, la Algeciras colombiana ha evolucionado sensiblemente gracias a los Acuerdos de Paz. "El pueblo ha cambiado mucho. Con el conflicto se fue mucha gente que ahora está volviendo y todo es mucho más tranquilo. Se están construyendo casas y barrios por todas partes. Son gente muy trabajadora", explica Paulina, que destaca que "también hay población firmante de paz -ex integrantes de las FARC- que trabajan en el campo o hacen actividades sociales".

No obstante, la memoria colectiva continúa muy marcada por su pasado. "Hace un par de años me dijo un comerciante que no estaba tranquilo porque temía que secuestraran a su hijo cuando va al colegio para sacarle dinero y que prefería pagarle su cuota a la guerrilla y estar seguro. Con ellos no había ladrones y la gente estaba más tranquila. Es paradójico pero es un ejemplo de la idiosincrasia que ha quedado", recuerda el alcalde de Algeciras.

Una de las herramientas instauradas tras los Acuerdos fue la Emisora de Paz, una de las dos que existen en el municipio, donde no hay periódicos. Su trabajo, más que en la actualidad, se centra en destacar aspectos más humanos en pro de la paz, con el foco puesto en la cultura, el diálogo y la reconciliación.

Dos ciudades unidas por su nombre

Plantaciones de café en Algeciras, Colombia
Plantaciones de café en Algeciras, Colombia / REDACCIÓN

Al contrario que otras ciudades, la despensa agrícola del Huila no recibió su nombre por unos colonizadores. La antigua San Juanito buscó un topónimo más adecuado a un municipio independiente y, según cuentan los historiadores, buscaron nombres españoles que no se repitieran en otros lugares de Latinoamérica y se decantaron por Algeciras.

Su gentilicio también es algecireños, aunque no tienen el sobrenombre de especiales como los de aquí. De hecho, durante varios años se les conoció como guerrilleros por ser un punto marcado en rojo durante la época de las guerrillas.

La morfología urbana es bien distinta de su hermana española, aunque comparte el hecho de tener muchos desniveles en varias calles. Allí no hay bloques altos como los habituales a este lado del charco, sino que son todo casas bajas de, como mucho, dos plantas. El callejero está nombrado por números según la ubicación de las calles, como en el resto de Colombia, pero sí que existe una finca llamada El Mirador que recuerda al estadio del Algeciras CF.

Libardo Pinto deja claro que estaría encantado de visitar el Campo de Gibraltar. "Sería algo importante hacer esa conexión, propiciar visitas estratégicas y culturales", asegura. Sobre un posible hermanamiento entre las ciudades, se muestra entusiasmado y "esperando conectar con los primeros mandatarios de allá para ver si están interesados en recibirme". ¿Se producirá un encuentro entre los alcaldes de Algeciras?

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