Algeciras

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  • Cientos de personas visitan la Politécnica para formar parte activa del certamen internacional Estudiantes de toda España y del extranjero se citan en Algeciras

Un ciclista que vuela con energía gravitatoria, un niño que tira de un coche de 700 kilos con una cuerda combinando poleas o un Titanic en miniatura que se choca contra un iceberg -cubitos de hielo- empujado por la fuerza del vapor. Bienvenidos a Ciencia en Acción. Más de 10.000 folletos preparó la organización del certamen internacional de divulgación científica para repartir entre las personas que accedieran a la Escuela Politécnica del Campus Bahía de Algeciras de la Universidad de Cádiz (UCA). El edificio universitario, con nueva cara tras una reforma a contrarreloj, era el reflejo ayer de la curiosidad y la ilusión por aprender.

Jesús, de diez años, del colegio Ábaco (Madrid) mostraba con una destreza inusual su BB-8, también llamado Ochito. En la asignatura extra escolar de Robótica creó este robot junto a sus compañeros, que mueve con una aplicación de móvil. Justo en la entrada a la Politécnica un grupo del colegio María Auxiliadora presumía con orgullo de su trabajo Las patas de las galaxias, premiado en Diverciencia -concurso de Algeciras-.

También del colegio Ábaco, el profesor Carlos Rodrigo explicaba que trabajan en plantear la asignatura de Robótica para niños de cuarto de Primaria. "Al que no le gusta programar, le gusta diseñar", por lo que lo consideran un éxito seguro. Fernando Rived, del colegio Santo Domingo de Silos (Zaragoza) usaba la energía electrostática para dejar en suspensión objetos ligeros.

Una de las estancias más divertidas acogía las demostraciones químicas. En ella alumnos del IES Los Cerros (Jaén) realizaban ensayos para demostrar el nivel de grasa del aceite. Mientras que los malagueños del IES Manuel Romero demostraban con experimentos in situ el nivel de ácido de ciertos alimentos que ingerimos, desde un té a la Cocacola.

Desde Azambuja (Portugal), un grupo de jóvenes estudiantes alumbraba a los visitantes explicando la biomasa de la cáscara de plátano en la limpieza de aguas de color. Gustavo, uno de los representantes portugueses, señalaba que era la primera vez que presentaban su proyecto en un certamen internacional, una experiencia interesante para conocer qué curiosidades despiertan sus trabajos entre los españoles. No dejó de destacar lo "muchísimo que le gusta Algeciras".

En el área de Geología la profesora Ana Martínez, del IES Bezmiliana (Málaga) mostraba con entusiasmo el trabajo con sus alumnos, una investigación que casa la ilusión por hacer cristales y la proyección de luces fluorescentes. La docente reconoció también el esfuerzo de traer este certamen a Andalucía.

Nerea Casas, del colegio Lauaxeta Ikastola (Vizcaya), dentro del área de Matemáticas motivaba a un juego de números como método de aprendizaje: "Es una forma de enseñar pero tocando, sintiendo y que se pueda ver". De Lorca (Murcia) un grupo del IES Romano García exploraba el movimiento del sol a través del análisis de una sombra.

Desde Madrid unos pequeños estudiantes del IES Salvador Madariaga invitaban a surcar la galaxia a través del mundo cervantino, con sopa de letras y libro de firmas incluido por la visita. El profesor Antonio Moya, del colegio San José de Calasanz (Valencia) demostraba el movimiento de la tierra y nuestra posición estática a través de pequeños esferas y péndulos.

Uno de los expositores con mayor expectación era el liderado por Miguel Cabrerizo, de la Universidad de Granada, jugando con la física recreativa del siglo XVII, a través de chispas y vapor. Hizo navegar en un pequeño canal a un barco de vapor, recreando la mítica escena de Titanic con unos cubitos de hielo. Antonio Serrano, del IES Elche (Valencia) hacía desaparecer tubos mezclaros en líquidos ante el asombro de algún que otro pequeño.

En el exterior de la Politécnica la expectación también estaba servida. La mayor atención la acaparaba el looping bike, una aportación de Ciencia en Acción, que animaba a voluntarios a subirse a un bicicleta para circular dentro de un bucle, demostrando así la energía gravitatoria con la asociación del contrapeso.

Muy cerca estaba también el Panda, de 700 kilos, aportado por el centro de Ciencia Principia con la colaboración de los estudiantes de Algeciras Francisco Benítez y Francisco Morales. El coche tiene historia porque ha participado en una carrera solidaria de Madrid a Marrakesh con el esfuerzo de los estudiantes citados. Pero la expectación de la presencia del coche venía porque desde una persona mayor a un pequeño podía moverlo por la técnica del polipasto, con un cuerda combinando varias poleas. Otro montaje curioso estaba en la simulada tabla periódica con botellas de cristal y los elementos representativos en su interior.

La Politécnica fue una auténtica feria de divulgación científica, con un ambiente excepcional. El Florida acogerá hoy la gala de clausura a partir de las 9:30.

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