El autor del Quijote de Algeciras ultima el proceso de restauración de la escultura

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Escuela de Artes y Oficios de Algeciras se encuentra en pleno proceso de recuperación después de la agresión sufrida el 4 de julio, no por un gigante con brazos de dos leguas de largo ni por un incomprendido molino, sino por un ciudadano que la emprendió a piedras contra este célebre observador de la Bahía que viaja en Vespa desde 2004.

El autor de este héroe contemporáneo no es Miguel de Cervantes, sino Carlos Alfonso Ortega, profesor de la Escuela que, junto a sus alumnos Alejo Saura, Gonzalo Periáñez, Sergio San Jorge, Boris Barbudo, Lechugo e Ignacio Álvarez le dieron vida. Ahora es él quien está en proceso de reconstruir lo que un ciudadano de a pie, en un ataque de locura más propio del Quijote original, quiso destruir.

Ortega cuida con mimo cada una de las piezas que forman el cuerpo metálico de uno de los mayores iconos de la cultura popular de Algeciras. En el taller de metalistería restaura y limpia los componentes que volverán a dar muy pronto vida a la escultura.

Quien aún no ha parado en boxes ha sido la motocicleta Vespa que le sirve de transporte por los corazones de los algecireños. Maltrecha por el paso del tiempo y por el inesperado ataque, la integridad física del Rocinante de dos ruedas aguarda un diagnóstico definitivo que aclare si podrá seguir sosteniendo al ingenioso hidalgo o si otro corcel motorizado le tomará el relevo.

No es la primera vez que la obra, creada con motivo del IV centenario de la primera parte del clásico de la literatura universal, se ha visto envuelta en una fiera y desigual batalla. En 2011 ya sufrió un ataque vandálico que le hizo perder, literalmente, la cabeza, además de un brazo y su icónica lanza. Volvió a ser inaugurada en 2015.