La ausencia del hachís, clave en la recta final del juicio por el hundimiento del Rúa Mar

La fiscal defiende que existen condenas por alijos en los que la droga no fue incautada

El abogado de Pedro Samuel Maza afirma que las acusaciones se sostienen en "conjeturas y suposiciones subjetivas"

El armador del Rúa Mar culpa al patrón muerto del hundimiento y niega que hubiera cargado hachís

La décima sesión del juicio del Rúa Mar.
La décima sesión del juicio del Rúa Mar. / E. S.

La droga que, supuestamente, cargaba el Rúa Mar, se hundió con él en la madrugada del 23 de enero de 2020. La Policía Nacional y Vigilancia Aduanera no pudieron incautarla por ese motivo, lo cual no significa que no la llevara y, por supuesto, no implica que no se cometiera el delito. Ese es un argumento, pero a partir del mismo hecho, surge otro: no hay prueba física de que la transportara, con lo cual nadie puede demostrar que estuviera envuelto en una operación de narcotráfico. Y, por lo tanto, que el exceso de peso tuviera algo que ver con el naufragio. Esta y otras discrepancias entre la acusación y la defensa han quedado patentes como nunca antes durante la décima sesión del juicio que intenta determinar si el armador, Pedro Samuel Maza, es culpable de seis homicidios dolosos por la muerte de los seis tripulantes. Si dirigía un grupo criminal dedicado al narcotráfico utilizando sus barcos de pesca, si aquel día estaba haciendo un transporte de hachís, si blanqueó los ingresos ilícitos derivados de esa actividad, si intentó estafar a la aseguradora y si cometió varias irregularidades laborales. En principio, Maza y las otras cuatro personas de su entorno a las que se les acusa de colaborar con él en el tráfico de drogas, se sentarán este viernes por última vez en el banquillo, cuando se oigan los últimos informes de la defensa y el juicio quede visto para sentencia en la sede de Algeciras de la Audiencia Provincial de Cádiz.

La décima sesión, la de este jueves, comenzó con el informe de la fiscal antidroga del Campo de Gibraltar, Macarena Arroyo, que elevó a definitivo su escrito de calificación y acusó a Maza de "abandonar a su suerte" a los marineros y de "condenarlos a morir". Considera Arroyo que el mortal accidente "se podría haber evitado" si el armador hubiera "atendido la llamada de emergencia" que le realizó su tío, el patrón, Antonio Javier Maza, a media tarde. "Eligió no perder el cargamento y perdió seis vidas y el cargamento, qué ironía", ha manifestado la fiscal, que considera que Maza era la máxima autoridad de un grupo criminal que tenía "distribuidos sus roles" y sobre el que las fuerzas de seguridad no tienen dudas de que realizó, al menos, dos alijos. Que la droga no ha aparecido porque el último pesquero se hundió no significa, entiende que no haya delito. La Policía Nacional está convencida de que sí. Arroyó aportó sentencias pasadas en las que grupos criminales fueron condenados por alijos en los que el estupefaciente se perdió por distintos motivos y no fue aprehendido. "Existe prueba de la existencia de la droga", dijo Arroyo, "hay un gran número de indicios".

Todos los abogados de la acusación se adhirieron a los argumentos de la fiscal, que entiende que faltaban además las medidas de seguridad necesarias para "salvar al menos dos vidas" y el responsable es el armador, que debe asumir la culpa. La salida del barco del puerto de Barbate fue "decisión" suya, no del patrón, a pesar de que la embarcación tenía más de 20 años, el mal tiempo evidente hizo que ningún pesquero abandonara los puertos del estrecho. "No sabemos si los tripulantes del Rúa Mar pidieron auxilio, pero sí sabemos que el barco no se podía mover y que Pedro Samuel Maza podía haber avisado a Salvamento Marítimo y no lo hizo". "Esas personas podrían haber sido salvadas", dijo Arroyo, si Maza hubiera alertado de la avería. Y si las balsas hubieran funcionado correctamente, al menos dos de ellos, el propio patrón y un marinero cuyos cuerpos fueron los únicos en aparecer, también podrían haber sobrevivido. "No hay nada más cruel que echarle la culpa a un muerto", comentó la fiscal.

Las defensas

El abogado de Pedro Samuel Maza, Antonio Custodio, consideró que no hay una sola prueba de que su defendido dirigiera un grupo criminal y que el Rúa Mar hubiera cargado hachís el día de su fatal hundimiento más allá de "conjeturas y suposiciones subjetivas" de los policías nacionales que llevaron la investigación. La realidad es que "no sabemos qué pasó", explicó el abogado, podían haber cargado "armas, inmigrantes, drogas o un ovni", ironizó. "La única prueba es la frase '¿lo habéis cargado ya?' ¿Qué pensamos que iba a cargar un pesquero?", dijo. "Aparecieron dos fardos en Barbate y el resto de elementos del Rúa Mar a 30 millas, en Tarifa", justificó Custodio para evidenciar que es indemostrable que el pesquero hundido llevara droga.

El abogado puso en duda que hubiera mal tiempo porque la embarcación tardó cuatro horas en llegar a cabo Espartel, el puerto de Barbate no cerró ni puso ninguna restricción y al menos un pesquero, el Bulería, pescó aquel día. Además, todos los argumentos de la defensa se caen, en su opinión, desde el momento que no existe un informe de la Comisión de Accidentes Marítimos que hubiera aclarado todo. Fue un naufragio súbito o, de otro modo, el patrón hubiera usado el canal UHF o el teléfono satelital para pedir ayuda. Por esa velocidad en el hundimiento no se enfundaron y activaron los chalecos. Y, probablemente, incluso arreglaron el cable del embrague averiado. "Ni ellos mismos vieron el peligro", ha argumentado Custodio tras indiciar en que el patrón había consumido cocaína esa noche.

"Todos los marineros estaban dados de alta en la Seguridad Social y enrolados en el Rúa Mar", defendió para demostrar que el delito contra los derechos delos trabajadores no tiene "enjundia jurídica". Además, la póliza de seguros es "imposible que se activara" si no se habían pagado las cuotas, por lo que no existe tampoco, en su opinión, el intento de estafa.

stats