El arte de los fogones en La Velada

Hablar del mesón La Velada en La Línea de la Concepción es hablar de la exquisita tradición gastronómica del Campo de Gibraltar. Uno de sus dueños, Andrés González, procede de lo que él llama "la escuela" de Los Timbales, uno de los primeros restaurantes de referencia de la comarca que desde 1972 hace las delicias de los visitantes que se acercan a la avenida Guadarranque en la Estación de San Roque. De este prestigioso restaurante ha rescatado para su establecimiento la gran variedad de productos que ofrece, donde los comensales lo tendrán difícil a la hora de elegir: los pescados están todos, las carnes y la caza, también.

Andrés, junto a su mujer, Alicia Barea, abrieron las puertas del Mesón La Velada, en la calle Oviedo, en 1993 y llevan quince años ofreciendo a sus clientes un lugar de disfrute gastronómico y de encuentro social en pleno centro de la ciudad, junto al teatro que da nombre al mesón. En él se respira cierto aire taurino que se desprende de unas paredes repletas de fotos de figuras del toreo. Cuenta Andrés que en su mesón tienen dos formas de trabajar: "En un principio el local estaba habilitado para el tapeo en barra, pero al tercer año abrimos el comedor y, la verdad, tuvimos una excelente puesta en escena".

La cocina del mesón La Velada combina a la perfección los productos típicos de la cocina tradicional andaluza, con buenos ibéricos, quesos y una gran variedad de pescados y carnes que hacen de este restaurante un lugar exclusivo. De esta exclusividad basada en calidad y variedad es consciente Andrés, quien destaca la importancia de estas dos premisas a la hora de diferenciarse en época de crisis. "En estos tiempos es fundamental diversificar tu oferta gastronómica ante un cliente cada vez más exigente". Además, presume de ser el que introdujo en la comarca el afamado y varias veces premiado queso de oveja Payoyo de Villaluenga del Rosario, empresa con la que mantiene una estrecha colaboración.

Entre los platos más selectos se encuentra el venado, que aquí lo cocinan de muy diversas maneras: en salsa, encebollado o al ajillo; el rabo de toro es otra especialidad de la casa; y todo acompañado de los mejores caldos. Junto a los obligados riberas y riojas, Andrés se muestra partidario del consumo de productos locales, de hecho posee una cava reservada a vinos de Jerez y Arcos.

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