Gastronomía

Un algecireño en busca de la medalla de oro

  • Víctor Meléndez, alumno de la Escuela de Hostelería de San Roque, representa a España en EuroSkills

El algecireño Víctor Meléndez, en plena elaboración de un plato. / JORGE DEL ÁGUILA

Budapest acogerá del 26 al 28 de septiembre el certamen EuroSkills 2018 y en la modalidad de Cocina la representación española proviene del Campo de Gibraltar: Víctor Meléndez, un joven algecireño estudiante de Dirección de Cocina en el IES Escuela de Hostelería de San Roque.

Los nervios se van notando. Hoy pone rumbo a Madrid, donde convivirá con el resto de representantes españoles en diferentes modalidades hasta el lunes. Será entonces cuando pongan rumbo a la capital húngara.

El miércoles es el gran día, comienza el campeonato. Hasta el viernes deberá cumplir los siete módulos de los que se compone la competición. Siete pruebas que incluyen pescado, carne de caza, postres, consomé y salsas, entre otros.

El primer día es en el que se siente más cómodo, aunque después de tres semanas preparándose en Sevilla de la mano del cocinero César Hashmi, se siente dispuesto a todo, incluso al pescado, su punto débil.

Los grandes protagonistas de esta edición serán, por un lado, el aperitivo vegano, "para el que tengo pensado hacer un gazpacho clarificado con caviar de remolacha, aunque hay una fruta sorpresa que habrá que integrar, por eso hay que estar espabilado y saber reaccionar", confesó Meléndez; y por otro el pimiento rojo en el postre, con el que ya baraja el sorbete o la crema "dependerá de cómo sean los utensilios que haya allí".

La presión podría resultar paralizante para algunos, pero el algecireño se muestra calmado, "ver que la gente espera algo de ti puede ser una presión bastante positiva, sin ella a lo mejor no puedes conseguir ciertas cosas", comentó ilusionado.

El cocinero no solo está tranquilo, también confiado. No busca ganar, para él la experiencia que se lleva del entrenamiento aprendiendo y probando nuevos ingredientes es suficiente y si a eso se suma todo lo que le queda en Budapest, no pide más.

"No voy con la idea de ganar, voy con la idea de hacerlo bien. De poder mostrar lo que he practicado y lo que me he esforzado para conseguir los resultados que he logrado. Que se vea que está trabajado y bien hecho", admitió, aunque "me gustaría conseguir una buena nota para conseguir una medalla de excelencia y llevarme el reconocimiento de haberlo hecho bien". Llega al concurso por sorpresa: quedó en segunda posición en SpainSkills. El campeón de la competición nacional no puede ir al certamen europeo por motivos personales, así que Víctor ocupará su lugar. El certamen es una edición regional del WorldSkills, en el que se miden jóvenes profesionales de todo el mundo.

La preparación para las pruebas en estas últimas tres semanas ha sido vital, aunque la experiencia de compartir fogones con Martín Berasategui, chef vasco con ocho estrellas Michelin, también enriquece sus habilidades en la cocina, como demostró ayer en su instituto, donde el cuerpo de profesores, encabezados por la directora del centro, Pilar González y su tutor, Andrés Ramírez, se desvivió en atenciones para uno de sus alumnos estrella.

Víctor descubrió la pasión por la cocina al repetir segundo de bachillerato, cuando se frustró su sueño de ser profesor de matemáticas. Entonces sus amigos lo convencieron para meterse en hostelería. Su ilusión por enseñar permanece intacta. Meléndez quiere aprender todo lo posible para el día de mañana ser profesor de cocina. "Quiero estudiar las bases, la cocina tradicional, sin esos cimientos, sin sus sabores, no se puede entender todo lo demás", explicó.

Su objetivo ahora es aprender mucho, empaparse de todos los conocimientos y trabajar en la cocina hasta que llegue el momento de enseñar a jóvenes como él la magia de los fogones.

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