El algecireño Daniel Moreno, nuevo delegado territorial de la Junta

Si hay que hacer cambios, es mucho mejor aplicarlos con rapidez y, a ser posible, que sea haciendo el mínimo ruido. Esta teoría la han aplicado a la perfección en la provincia de Cádiz los máximos dirigentes de la Junta de Andalucía. Y es que ayer mismo el Gobierno andaluz dio por cerrados los relevos necesarios en la provincia gaditana tras la reestructuración que la presidenta, Susana Díaz, acometió en su Gobierno a finales de la semana pasada.

Cuatro cambios serán definitivamente los que tendrán repercusión entre los socialistas gaditanos y todos quedaron ratificados en la reunión de ayer del Consejo de Gobierno de la Junta. Los dos primeros ya se conocían, porque estaba cantado que el isleño Fernando López Gil se convertiría en el nuevo viceconsejero de Presidencia, Administración Local y Memoria Histórica, y que su sustituto en la Delegación del Gobierno andaluz en Cádiz sería el chiclanero Juan Luis Belizón, hasta ahora delegado territorial de Educación.

Pero para cerrar el círculo ayer se confirmó también que la delegación de Educación pasará a manos de la olvereña Remedios Palma, que a su vez deja las delegaciones de Cultura, Turismo y Deporte a Daniel Moreno, un joven socialista de Algeciras. De momento no se esperan más cambios. Hasta última hora se barajó la sustitución de Ángel Gavino al frente de la Subdelegación de la Junta en el Campo de Gibraltar, pero finalmente permanecerá en la calle Ancha.

Daniel Moreno es el secretario de Organización del PSOE de Algeciras. Su nombramiento se puede interpretar como un gran gesto de apoyo del partido y de los responsables de la Junta a la Ejecutiva local de Juan Lozano, que salió ganadora de forma ajustada en noviembre de 2016 y que ha de ser refrendada antes de final de año por los militantes.

Moreno es un hombre de la máxima confianza de Lozano y viceversa. Mantienen una estrecha relación y llevan trabajando codo con codo desde hace cuatro años.

"Asumo el puesto con tranquilidad y sabiendo que es una responsabilidad bastante importante la que me han otorgado. Creo que es un reflejo del trabajo hecho por la agrupación de Algeciras en estos tiempos, el refrendo al trabajo realizado", manifestó ayer el nuevo delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte.

"Agradezco a los compañeros de la Junta de Andalucía que hayan pensado en mí. Me siento totalmente ilusionado y entregado a la labor que me toca", expresó Moreno, que en las pasadas primarias estuvo muy implicado en la campaña de Susana Díaz e incluso compartió actos con ella.

Juan Lozano también era ayer un hombre tremendamente satisfecho. "El 26 de noviembre tomó un nuevo rumbo esta Ejecutiva. El objetivo era poner la agrupación de Algeciras donde se merece en todos los aspectos: estar con la ciudadanía, tener representación orgánica e institucional, y creo que vamos cumpliendo metas. Superencantado y agradecido de que la presidenta de la Junta se acuerde de un miembro del PSOE de Algeciras para ocupar un cargo de importancia", declaró el secretario local del PSOE algecireño.

Con Moreno, el Campo de Gibraltar vuelve a tener presencia en las delegaciones territoriales de la Junta, de la que carecía desde la dimisión de Gemma Araujo en marzo. Algeciras no contaba con un delegado territorial desde que lo fue Angelines Ortiz.

En la Junta quisieron aprovechar al máximo el día de ayer y de ahí que en la misma jornada llevaran a cabo todas las despedidas y presentaciones. Y en una rueda de prensa multitudinaria no exenta de sentimentalismo y ante la presencia de todos los delegados territoriales y otros cargos de la Junta, un fogonero llamado Fernando López Gil cedió en público el testigo a un piloto que responde al apellido Belizón.

El nuevo delegado del Gobierno andaluz se presentó a pecho descubierto aludiendo a una de sus grandes aficiones, esa que le lleva de vez en cuando a surcar los cielos de la provincia en una avioneta: "Soy piloto y a mí las alturas nunca me han dado miedo, si acaso un poco de respeto", dijo Belizón.

Y si a Cádiz llega un piloto, a Sevilla se marcha un fogonero. O así al menos se vendió López Gil, que se autocalificó como un político al que le encantan los nuevos retos, que huye de "apagar fuegos" y que llega al Palacio de San Telmo "para echar más leña a la caldera" del Gobierno andaluz.

Tras cinco años en el cargo, el político isleño se despidió con palabras de agradecimiento para todos. Y también reiteró su mensaje de optimismo dirigido a la sociedad gaditana. "Por favor, creednos cuando decimos que Cádiz tiene futuro", llegó a decir implorante a los periodistas.

En una comparecencia diferente debido a su carga emotiva, López Gil calificó de "muy especial e inolvidable" la etapa recién concluida y dijo que su intención desde que llegó al cargo fue "cambiarlo todo en el Gobierno andaluz, desde el ritmo a la estética o a la actitud".