El algecireño Asier Unciti-Broceta descubre un revolucionario fármaco contra el cáncer
Salud
La pastilla NXP900 inhibe una proteína relacionada con varios tumores, sobre todo en estados avanzados
La empresa Nuvectis Pharma, que pagó más de tres millones de euros, prevé comenzar los análisis clínicos en verano

NXP900 es el nombre de una pastilla, pero no una cualquiera. Cuando culmine su desarrollo y se comercialice podrá frenar, con una precisión desconocida hasta ahora, varios tipos de cáncer. Sobre todo los que están en una fase avanzada, con potencial metástasis, resistencia a las terapias y un mal pronóstico clínico. Los peores. El nuevo y revolucionario fármaco lleva la firma de un algecireño, el catedrático de Química Médica Asier Unciti-Broceta, que hace diez años comenzó una investigación que servirá para luchar contra tumores de mama, colon, próstata, páncreas y ovarios, pero también pulmón, cabeza, cuello y esófago.
Unciti-Broceta, que este año ha sido galardonado con una de las Banderas de Andalucía en la provincia, descubrió este nuevo medicamento dentro del Instituto de Genética y Cáncer de la Universidad de Edimburgo. Al principio disponía de "un pequeño laboratorio" que contaba "con un estudiante de doctorado", explica. En 2021, esta institución escocesa firmó un acuerdo de licencia multimillonario (recibió una tarifa inicial de más de tres millones de euros) con una empresa farmacéutica estadounidense (Nuvectis Pharma), que este verano empezará con los análisis clínicos. Es decir, a probarlo en humanos. Eso conducirá a la solicitud de incorporación como Nuevo Medicamento en Investigación (IND) de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.
El acuerdo de licencia se basa en los resultados de la investigación publicados en agosto de 2021 en la revista Cancer Research.
"Es un fármaco clásico con un método más innovador. Tiene unas propiedades únicas para inhibir por primera vez una proteína que desde hace más de 100 años se sabe que está involucrada en el cáncer y que es fundamental para pararlo", explica el investigador a preguntas de Europa Sur desde Edimburgo.
La proteína en cuestión es la SRC, que regula la proliferación de las células tumorales y su capacidad para generar metástasis. "Hemos descubierto un fármaco que la frena y por qué. Estuvimos durante años intentando encontrar una empresa farmacéutica que apostara por el proyecto. Como investigadores trabajamos estudios preclínicos, es decir, ceñidos a los animales, jamás en humanos, fundamentalmente porque supone una inversión enorme que solo puede afrontar grandes empresas", subraya.
"Hablamos con cien distintas, algunas de las más grandes del mundo, pero fue Nuvectis Pharma, que se estaba formando, la que apostó más fuerte. Ahora estamos colaborando con ellos para llevar este medicamento a los pacientes. Ya se ha hecho la producción industrial, más de un kilo de este fármaco, se ha definido el proceso de crear la capsula y todos los estudios en animales que se necesitaban"
Una vez comprobado que es segura, la pastilla comenzará a probarse este verano en pacientes, que recibirán pequeñas dosis. "Es un proceso clave cuando se hace un nuevo fármaco, porque, aunque no sea tóxico para una rata o un perro, los humanos tenemos unas enzimas que son distintas y pueden tener reacciones diferentes. No puedes arriesgarte. Pero al mismo tiempo son pacientes que, si empiezan a mejorar y se para el cáncer, incluso continuarán tomando su tratamiento", relata el investigador.
Unciti-Broceta no oculta su satisfacción. "Es muy excitante haber llegado hasta aquí, porque es algo que no se logra mucho y desde luego nunca desde el mundo académico, siempre desde la empresa, la industria, que son los encargados de hacer los fármacos". "Que un pequeño laboratorio como el mío creara un fármaco que hoy en día ha generado el volumen comercial que ha generado, tiene mucho mérito", subraya.
La del NXP900 es la licencia comercial más alta de la historia de la Universidad de Edimburgo, que tiene más de 500 años. "Paga por llevar este fármaco a estudios clínicos y al mismo tiempo nos pagan para ayudarlos, así que es una una colaboración muy, muy intensa. Yo prácticamente desde siento que trabajo para Nuvectis que para la Universidad de Edimburgo. Me consultan para absolutamente todo", apostilla.
Ahora hay muchos más implicados. "Por suerte tenemos también los colaboradores médicos de aquí que van a ayudar también a los estudios clínicos. Es una una historia preciosa para mi instituto, porque nunca había logrado algo así, sí había estado asociado en algún fármaco ayudando a alguna empresa, pero desde un modo muy secundario. Esta vez se pensó, se diseñó, se creó y se probó en nuestro Instituto. Posiblemente se van a hacer algunos estudios clínicos en el hospital que tenemos al lado, con lo que se completará el círculo de todo el descubrimiento", narra.
El nuevo medicamento no servirá para prevenir. "Es difícil porque porque el cáncer siempre aparece de una forma muy aleatoria, por lo que la razón por la que ocurre puede ser completamente distinta en cada persona. De hecho, cuando decimos que alguien padece cáncer de pulmón en realidad puede haber cien tipos distintos, dependiendo de la proteína que se ha involucrado y lo ha creado o el gen que ha mutado y lo produce. La única prevención es la salud y el ejercicio", recomienda el algecireño.
De hecho, cuando la pastilla esté disponible, el paciente se tendrá que someter a unos análisis genéticos para determinar si está involucrada la proteína SRC. "Nuestro compuesto es tan selectivo que si no es así, no haría nada. Hay que hacer fármacos con una precisión quirúrgica a nivel molecular. Se mete dentro y la para a ella, no a otra. La quimioterapia no hace eso. Lo que hace es cargarse directamente al ADN de una forma inespecífica. O parar y romper muchos procesos que están ocurriendo en el cáncer para acabar con él, pero no tiene comparación con lo nuestro. Esto es el futuro", explica el catedrático.
"En el tratamiento del cáncer hay solo dos caminos, este que estamos desarrollando y la inmunoterapia, que es hacer que tu cuerpo, tu sistema inmune, lo ataque. Pero para hacer eso se necesita este fármaco. El cáncer tiene esa capacidad increíble de ponerse una máscara y hace que el sistema inmunológico no lo vea y por eso crece sin parar, porque lo normal sería que parara todos los cánceres que se están produciendo en nuestro cuerpo", continúa.
De forma paralela, Asier Unciti-Broceta trabaja desde hace años en un implante metálico que liberaría el compuesto necesario en el lugar en el que fuera necesario. Piensa aplicarla en tratamientos de dolor. "Con los opioides hay un problema, porque te lo tomas por la boca o con una inyección y te afecta a todo el cuerpo. Si lográramos hacer opioides que no llegarán al cerebro, que solamente estuvieran actuando donde tú tienes el dolor, entonces esto acabaría", dice. "Todos los problemas que hay de adicción, todos los problemas de tolerabilidad en los que el paciente cada vez necesita más y más dosis y más altas para que le haga efecto se terminarían", insiste.
El hijo de Luis Unciti Esparza
Asier Unciti-Broceta nació en La Línea en el 76 porque en Algeciras no había hospital todavía. Es hijo de Luis Unciti Esparza, quien fuera director del colegio Andalucía, de La Piñera, y después del IES Mediterráneo, entre los años 1990 y 2016. En el verano de 2020, este centro pasó a llamarse como él. Asier se crio en la barriada de San José Artesano. Estudió Farmacia e hizo el doctorado en Química Médica en la Universidad de Granada en 2004 y completó su formación postdoctoral en Biología Química en la Universidad de Edimburgo. En 2010 fue reclutado por el Edinburgh Cancer Research Centre para formar el primer laboratorio del Institute of Genetics and Cancer. Es miembro electo de la RSE Young Academy de Escocia, editor asociado de Frontiers in Chemistry y miembro del consejo editorial de Scientific Reports.
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