“La afición no nos la quita nadie”: los caballistas que mantienen viva la tradición en la Feria Real de Algeciras

A la sombra de los árboles de la calle Volantes en Algeciras, donde resguardan del calor a sus caballos, esperan Manuel Valentín, su hijo Cristian y su amigo José María Manzano. Desde su coche de caballos observan la Feria bullir a tres pasos. "Estamos aquí para colaborar, si alguien quiere una vuelta o que los niños se hagan una foto, lo hacemos encantados", cuenta Manuel.

Esta semana, dicen, es su momento del año, pero mantener viva la afición cuesta: solo dejar a punto el coche de caballos le ha supuesto 1.200 euros. A eso hay que sumar el cuidado diario del animal, el vestuario y las limitaciones actuales.

Y es que apenas disponen de una calle para pasear —la de Farolillos— y no pueden permanecer en el recinto después de las seis de la tarde. Todo eso desincentiva la participación de muchos caballistas. “Antes esto estaba lleno. Hoy apenas estamos unos cuantos aquí quietos”, recuerda Cristian, profesor de equitación desde hace años. Aun así, su padre lo resume en una frase que todos comparten: “La afición no nos la quita nadie”. Entre las propuestas para revitalizar el mundo ecuestre, Manuel plantea abrir la plaza de toros para permitir paseos allí dentro.

Justo enfrente, en su caseta, encontramos a Antonio Sánchez, presidente de la Peña Caballista El Estribo. Desde 1997 luchan por mantener vivo el espíritu ecuestre en la Feria. “El caballo es imagen esencial de la feria, una forma de vida”, asegura. Con una directiva que mezcla experiencia y nuevas ideas, preparan actividades como el paseo de coronación, la cabalgata anunciadora o concursos de monta y enganches, cuyos premios se entregan en la mañana del último sábado.

Reconocen que, a pesar de todo, la pasión no ha menguado. "Aquí en Algeciras hay campamentos donde se puede conocer aún más al caballo y donde los niños que van siempre repiten. El interés está. Hay que seguir fomentándolo”. Por eso se proponen crear nuevas propuestas, quizás más modernas, que recuperen el esplendor del caballo en esta fiesta. Porque en palabras de Antonio: “Siempre habrá alguien que nos motive a echar el pie en el estribo y volver a nuestra Feria”.