Los Varaderos de la Isla Verde y Astilleros de El Rodeo (1962-1980)

Historia. El varadero existente en la zona meridional de la Isla Verde, en el que se atendía a los barcos de pesca, no contaba más que con una rampa y estaba en muy mal estado

La letra A señala la Isla Verde, donde irían situadas las rampas del varadero para barcos de 100 y 500 toneladas (1956).
La letra A señala la Isla Verde, donde irían situadas las rampas del varadero para barcos de 100 y 500 toneladas (1956). / Apba,
Antonio Torremocha

04 de septiembre 2017 - 02:09

El auge de la actividad pesquera en el puerto algecireño, al que ya se ha hecho referencia, no sólo exigía una ampliación de las zonas de atraque (ensanche y prolongación del muelle pesquero) y una mejora en las instalaciones dedicadas al servicio de esa industria (lonja, fábrica de hielo, almacenes, etc…) sino que necesitaba contar con un buen varadero para atender y reparar a las numerosas embarcaciones que, o bien estaban matriculadas en la ciudad -1.190 en el año 1956, según la Comandancia de Marina-, o bien que estando matriculadas en otros puertos, tenían como base el de Algeciras.

En ese año, el varadero existente en la zona meridional de la Isla Verde en el que se atendían a los barcos de pesca no contaba más que con una rampa y ésta en muy mal estado, especialmente en su parte sumergida y sin posibilidad de reparación, cuyo deterioro, de acentuarse, obligaría a suspender totalmente el servicio durante un tiempo considerable.

Ésa era la opinión del ingeniero director, al que se sumaban las lamentaciones y quejas expresadas a los miembros de la Junta por los industriales de la pesca que, a causa de las deficiencias del varadero y de su escasa capacidad, se veían en la necesidad de tener que enviar sus embarcaciones con base en Algeciras a varar en Ceuta, en Tarifa o en puertos más alejados, lo que les ocasionaba un grave perjuicio económico.

Para remediar esta situación se preveía la construcción de un nuevo varadero que iría ubicado en un lugar contiguo al existente que se completaría con la reparación y puesta en servicio, en buenas condiciones, de la rampa actual y de su maquinaria. El proyecto consistía en la construcción de rampas nuevas, una capaz para barcos de hasta 500 toneladas y otra que admitiría hasta los de 100 toneladas. Cada una de ellas iría dotada de su respectiva maquinaria en una sola casa y de carros. Además, adosada a la rampa de 100 toneladas, se proyectaba la instalación de un taller de carena con vías que permitirían alojar en dos filas a seis barcos a un mismo tiempo.

La Junta dio su visto bueno al proyecto el 30 de abril de 1956. En la sesión ordinaria de 19 de julio de 1958, la Comisión informó favorablemente el Proyecto de bases para el suministro y montaje de carros y maquinaria para el varadero que fue aprobado por la Dirección General en diciembre de 1959. El 2 de julio de 1962 se adjudicaron las obras del edificio para talleres del varadero a José Custodio Fernández que fueron recepcionadas el 25 de junio de 1963. La Orden aprobando la recepción definitiva de las obras del varadero, casa de máquinas y talleres anejos se leyó en la sesión celebrada el 28 de agosto de 1964.

Pero al margen de hallarse la Junta ocupada en el proyecto de ampliación y mejora del servicio de varadero en la Isla Verde, surgieron iniciativas privadas para la instalación de otro varadero en la ensenada del Saladillo. El 27 de abril de 1962 la Comisión recibió una instancia en este sentido firmada por Luís García Rodríguez que pedía autorización "para construir un varadero para barcos de hasta 25 toneladas en la Ensenada del Saladillo", acompañada del correspondiente proyecto suscrito en 15 de mayo de 1961 y redactado por el ingeniero Carlos Beamonte.

Un año más tarde se concedió al solicitante el varadero que había pertenecido a José María Cervera Abreu y que se hallaba ubicado en la ensenada del Saladillo, entre la carretera de la Isla Verde y el antiguo embarcadero de vagonetas. Esta concesión fue confirmaba por Orden Ministerial de 28 de julio del mismo año. Sin embargo, dos años más tarde, el señor García Rodríguez entendió que la demanda superaba las posibilidades del pequeño varadero instalado en la playa del Saladillo y presentó un nuevo proyecto para la construcción de otro con una rampa para barcos, también de hasta 25 toneladas, pero en esta ocasión en la zona que ocupaba el abandonado muelle embarcadero de las vagonetas de obras, junto al arroyo del Saladillo. Por Orden Ministerial de 3 de julio de 1964 y previo el informe favorable del ingeniero director del Puerto, se le concedió autorización para la ocupación del terreno solicitado, construyéndose el que se denominaría Astillero-Varadero del Rodeo, en el lado izquierdo del viejo muelle-embarcadero del tren de vagonetas que surtió de piedras de la cantera a las obras el Rompeolas. En la misma fecha en que se trasladó el varadero al muelle embarcadero de vagonetas, se abandonó el anterior emplazamiento situado en la playa, donde luego se instaló la fábrica de conservas Garavilla.

La creciente demanda de los barcos de pesca que estaban matriculados en Algeciras o tenían su base en el puerto y, sobre todo, el aumento del tonelaje de los mismos, exigía la existencia de rampas para barcos de, al menos, hasta 100 o, incluso, 500 toneladas. Esta circunstancia llevó al señor García Rodríguez a presentar un proyecto de Ampliación para rampa-varadero para embarcaciones de hasta 100 tm, suscrito por el ingeniero de caminos, Jaime González Páramo, que le fue aprobado mediante Orden Ministerial fechada el 8 de octubre de 1970.

Con la construcción de este nuevo astillero-varadero se multiplicaron las posibilidades de dar servicio a la flota pesquera que, desde los años treinta, venía presentando frecuentes quejas ante la Junta de Obras del Puerto por tener que desplazarse a varaderos alejados del puerto de Algeciras para varar y reparar sus embarcaciones, con lo que esos desplazamientos representaban de incremento de los gastos y la pérdida de tiempo.

El Astillero-Varadero del Rodeo se ampliaría de nuevo en el año 1980. En esta ocasión se propuso y aprobó la construcción de una rampa para barcos de hasta 300 toneladas. Por Orden Ministerial de 1 de agosto del referido año se autorizaba a realizar las obras contenidas en el proyecto presentado que consistían en la construcción de la rampa y la modificación de edificios.

El Astillero-Varadero del Rodeo mantuvo su actividad hasta el día 1 de octubre del año 2009, cuando fue desmantelado y trasladado a los terrenos del antiguo varadero situado en el litoral suroeste de la Isla Verde, donde en la actualidad presta sus servicios.

Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)

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