Pesquero desaparecido

La Audiencia Nacional investiga al ‘Rúa Mar’ por tráfico de drogas

  • El Juzgado Central de Instrucción nº 6 instruye desde hace meses las diligencias, en manos de la Policía Nacional

  • Los seguimientos y grabaciones telefónicas apuntan a una presunta conexión con una red delictiva

El Rúa Mar, desaparecido en aguas marroquíes.

El Rúa Mar, desaparecido en aguas marroquíes. / D.C.

Hacía varios meses que la Policía Nacional seguía los movimientos del Rúa Mar por su presunta participación en una red de tráfico de drogas cuando, en la madrugada del pasado día 23, sobrevino la tragedia con la desaparición del pesquero algecireño en aguas territoriales de Marruecos. La investigación, aún en marcha, está dirigida por el Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional.

Nada más tener noticia de que el barco pasaba por dificultades, los agentes responsables de las actuaciones tuvieron la sospecha de que la presencia de la embarcación en la zona de Cabo Espartel, a 28 millas de la costa de Tánger, con mal tiempo y navegando prácticamente en solitario –gran parte de la flota pesquera había decidido permanecer amarrada a puerto– podría estar vinculada con una operación de tráfico de hachís.

La radio-baliza del Rúa Mar se activó automáticamente al entrar en contacto con el agua a la 1:31. De inmediato se puso en marcha el protocolo de búsqueda de la embarcación y de sus seis tripulantes por parte de Salvamento Marítimo. La alarma puso el corazón en un puño a los familiares de los marineros, quienes congregados en la sede de asociación de pescadores de Algeciras han aguardado durante días la llegada de noticias.

Las esperanzas por encontrar con vida a los tripulantes comenzaron a diluirse y se transformaron en una dolorosa tragedia a partir del lunes, con el hallazgo del cadáver de Antonio Javier Maza, el patrón, y un día más tarde del de Óscar Maquera, un marinero con doble nacionalidad, peruana y española. Por ahora, sus cuerpos son los únicos que se han recuperado. Nada se sabe aún de sus cuatro compañeros.

La desaparición del barco hizo que, a instancias de las familias de los marineros, se abriesen de inmediato las correspondientes diligencias por parte del juzgado de guardia de Algeciras, el nº1 de la ciudad en esos momentos. La pérdida de toda noticia de la embarcación había hecho sonar, sin embargo, otras alarmas.

La tramitación de las diligencias por parte del juzgado algecireño no se prolongó por mucho tiempo. El pasado martes –día 28– la Audiencia Nacional remitió un escrito a la titular del juzgado en el que le notificaba que existían unas diligencias previamente abiertas, bajo secreto de sumario, y que la investigación quedaba por completo bajo su exclusiva competencia.

El hecho de que las diligencias en torno al Rúa Mar sean instruidas por la Audiencia Nacional es muy significativo, dado que el ámbito competencial de este órgano jurisdiccional queda reservado a aquellas investigaciones en las que la comisión de los supuestos delitos haya tenido lugar en varias provincias, se den conexiones con un país extranjero o se trate de actividades criminales de especial complejidad que puedan superar la capacidad de actuación de un juzgado ordinario, circunstancia esta última que se estaría dando en el caso del barco algecireño.

Las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional, según las fuentes consultadas por Europa Sur, han incluido a lo largo del tiempo seguimientos y pinchazos telefónicos a diferentes personas, unas vinculadas con el barco y otras sin relación directa con él, pero sin cuya participación habría sido imposible que se hubieran llevado a cabo los supuestos alijos. De momento, sin embargo, no habido detenidos. Toda la atención está puesta en los resultados del operativo de Salvamento.

¿Qué le sucedió al Rúa Mar? La hipótesis de un naufragio del barco debido al mal estado de la mar es la que tiene más fuerza. La prudencia mostrada a lo largo de los últimos días por las autoridades sobre las operaciones de rescate ha sido extrema por motivos más que justificados. El análisis de la situación del pesquero, cuya ubicación está acotada y marcada por la señal de la radio-baliza, y el rescate de todos los tripulantes serán claves para de determinar lo ocurrido. Y también para saber si, en el momento del hundimiento, había droga en el interior de la embarcación.

Los alijos a bordo de pesqueros se realizan a través de barcos nodrizas desde los que se hace el traspaso de la droga, si bien el análisis de las rutas seguidas por las embarcaciones que estaban en la zona de Cabo Espartel junto con el pesquero algecireño descartan, a priori, que este último se hubiese situado en algún momento junto a alguno de ellos.

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