Menores para transportar los cargamentos de droga por las playas de Algeciras. Esa es la triste realidad que se toparon los agentes de la Policía Nacional de la comarca que han desarrollado una operación contra una de las bandas de narcotraficantes más activas del Campo de Gibraltar, dirigida desde las barriadas algecireñas de La Piñera y el Saladillo. Cuando intervinieron para frustrar las actividades de esta organización, a la que seguían desde hace meses, los policías descubrieron que algunos de miembros de la estructura delictiva que se dedicaban a llevar los fardos de hachís desde las narcolanchas hasta los vehículos que los iban a transportar a las guarderías no habían cumplido ni siquiera los 18 años, una realidad cada vez más común en la zona, según explican fuentes policiales.

El miércoles, la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera realizaron 20 detenciones, seis de ellos dentro de la prisión de Botafuegos. Entre los detenidos se encontraban los considerados por los investigadores como los principales cabecillas de esta prolífica organización que realizaba los alijos de droga en la costa algecireña. Los arrestados pasaron el viernes a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Algeciras, que coordina las actuaciones. Todos en realidad no, porque dos eran menores de edad que fueron puestos en libertad. El juez decretó prisión provisional para seis de los arrestados.

Durante la jornada del miércoles los más de 250 agentes movilizados llevaron a cabo 7 registros simultáneos, principalmente en viviendas de las barriadas de El Saladillo y La Piñera. Esta red que ha quedado descabezada estaba considerada por la Policía Nacional como una de las más activas del Campo de Gibraltar. En cinco actuaciones contra la misma organización, los agentes aprehendieron más de cinco mil kilos de hachís que intentaban alijar en diferentes puntos del litoral (Getares, la Ballenera y el Faro) con embarcaciones recreativas. En esas intervenciones ya habían sido detenidas 15 personas. 

Aunque los principales cabecillas fueron puestos a disposición judicial el viernes, fuentes cercanas a la investigación afirman que la operación no está cerrada y prevén muchas más detenciones, hasta 50, en próximas fechas. Hay otras 15 personas en busca y captura. 

El líder de la organización tenía dos órdenes de ingreso en prisión por otros delitos. Cuando se percató de la presencia de los agentes en su domicilio intentó escapar por la azotea, pero se encontró con que la Policía Nacional le cerraba el paso.  

Durante esa misma jornada del miércoles se produjo un registro en una casa del Saladillo donde la Policía busca grandes cantidades de dinero, supuestamente ocultos en las paredes, el techo y el suelo. 

Cada vez más jóvenes

En los primeros días de febrero, la Guardia Civil detectó una embarcación sospechosaacercándose a la playa de Palmones. Los agentes observaron a varios individuos transportando garrafas de gasolina desde el interior de una furgoneta a la lancha a orillas del río. Cuando se percataron de la presencia policial, algunos hombres emprendieron la huida a pie. Pero dos se metieron en la furgoneta y fueron perseguidos a toda velocidad por las calles del núcleo hasta que se estrellaron contra un muro y salieron corriendo. Cuando la Guardia Civil y la Policía Local de Los Barrios detuvieron al conductor comprobaron, con sorpresa, que era un menor de edad. Es solo un ejemplo de la realidad del narcotráfico: el trabajo de las fuerzas de seguridad obliga a las organizaciones a captar miembros cada vez más jóvenes. 

En octubre de 2020, la Guardia Civil arrestó a un menor en el Puerto de Algeciras que intentó desembarcar desde un ferry de pasajeros con un kilo de hachís adosado al cuerpo. En noviembre de 2020, una embarcación ocupada por cinco españoles supuestamente dedicada al narcotráfico encalló en la Eastern Beach, en Gibraltar. Uno de los tripulantes también era menor. En enero de este 2021, los agentes detuvieron a 14 personas consideradas miembros de una organización dedicada al apoyo logístico de las narcolanchas que actuaba en el río Guadiaro. Dos de ellas eran menores. También hubo varios chicos arrestados durante la operación Mopa, que la Guardia Civil llevó a cabo en febrero contra el clan de los Monparlet, una mafia radicada entre Sevilla y la comarca, que directamente había decidido dar el protagonismo de una de sus divisiones delictivas a jóvenes sin edad para votar.