La Policía Local de Algeciras intercepta a un conductor con 0,93 alcoholemia, casi cuatro veces más de lo permitido

La Policía Local de Algeciras ha abierto diligencias judiciales contra el conductor de un vehículo que presentaba signos evidentes de estar bajo los efectos de bebidas alcohólicas y que arrojó una tasa de alcoholemia de 0,93, casi cuatro veces por encima de lo permitido. La intervención fue posible gracias a una agente que se encontraba fuera de servicio y que lo interceptó en una gasolinera.

La agente detectó a un conductor que al bajarse de su automóvil presentaba claros signos de encontrarse bajo la influencia del alcohol: acciones incoherentes y conductas erráticas e incluso tropezó varias veces con una de las papeleras de la estación de servicios.

La agente se identificó como policía local e impidió que el conductor reanudara su marcha, mientras contactó con la sala de control que envió al lugar a una patrulla del Departamento de Atestados.

La patrulla constató que el conductor, de 66 años, presentaba los síntomas típicos de estar ebrio: olor a alcohol a distancia, repeticiones incoherentes de frases o ideas así como movimientos oscilante de la verticalidad del cuerpo.

La primera prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 0,93 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, que supone casi cuatro veces el máximo permitido de 0,25 mgr/l. Los agentes, tras esperar el tiempo preceptivo para corroborar ese resultado con una segunda prueba de detección del grado de impregnación etílica, requirieron al conductor para la nueva medición, a lo que este se negó.

Tras informarle repetidamente de los efectos de su negativa, dado que persistía en su actitud, la patrulla del Departamento de Atestados instruyó diligencias judiciales por la comisión de dos presuntos delitos contra la seguridad vial.

De una parte, los agentes intervinieron ante la comisión de un delito de negativa a someterse a las pruebas de comprobación de la tasa de alcoholemia, castigado con penas prisión de hasta un año y privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores por hasta cuatro años, ya que no quiso completar la segunda medición obligatoria para dar así por concluido el procedimiento.

También se instruyeron diligencias por la comisión de un delito de conducción de un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ya que aunque no se completó la prueba de alcoholemia los signos externos de ebriedad junto a la medición que sí se llegó a realizar resultan elementos suficientes para acreditar este tipo de delitos, penados con prisión de hasta seis meses o la realización de trabajos en beneficio de la comunidad de hasta noventa días, así como con la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por hasta cuatro años.