Los diestros Miguel Ángel Perera, Cayetano y Pablo Aguado cierran hoy la Feria de Algeciras en un festejo en el que lidiarán toros pertenecientes a la ganadería de Santiago Domecq, en el 50 Aniversario de la plaza de toros de Las Palomas.

Miguel Ángel Perera (Puebla del Prior, Badajoz, 1983) mantiene un idilio con la afición algecireña desde que el año pasado, en la corrida que mantuvo en mano a mano con José Tomás, realizara una actuación espléndida en la que cuajó una de las faenas de la temporada al toro Libélula, de Jandilla. Como recuerdo, el alcalde, José Ignacio Landaluce, le ha impuesto este año al diestro pacense la insignia de oro de la ciudad, que el torero agradeció “desde el mayor de los respetos a la afición algecireña” y este sábado se descubre un azulejo que inmortaliza la faena y al toro. Perera, un torero de largo recorrido y con triunfos sonoros en las principales plazas, tomó la alternativa en Badajoz el 23 de junio de 2004 de manos de El Juli, con el toro Miliciano, de Jandilla, la misma ganadería de la que era el toro Soldador con el que confirmó en Madrid en la Corrida de la Prensa el 26 de mayo de 2005, apadrinado por César Rincón. Durante esta temporada ha abierto la Puerta Grande de Las Ventas el pasado San Isidro.

Cayetano (Madrid, 1977), torero de dinastías, con sangre de los Ordóñez, de los Dominguín e hijo de Francisco Rivera Paquirri, comenzó tarde su carrera, impregnada en los primeros compases por la elegancia. En las últimas temporadas destaca por su arrojo y casta. Cayetano tomó la alternativa el 9 de septiembre de 2009 en Ronda de manos de su hermano, Francisco Rivera Ordóñez Paquirri. Llega a la Feria de Algeciras, donde ya conoce el éxito desde aquella tarde en la que atravesó la Puerta Grande en su etapa de novillero. En tierras andaluzas, dentro de las plazas de primera, en la pasada Feria de Abril dio sendas vueltas al ruedo en la Maestranza sevillana. En su última actuación, en León, el pasado domingo, salió a hombros tras cortar dos orejas.

Pablo Aguado (Sevilla, 1991) se ha convertido en la sensación de la temporada tras sus grandes éxitos en las ferias de Sevilla, donde abrió la Puerta del Príncipe, y Madrid. Aguado tomó la alternativa en La Maestranza sevillana el 23 de septiembre de 2017 de manos de Enrique Ponce, con Alejandro Talavante como testigo. El toro llevaba por nombre Recobero, de la ganadería Garcigrande. En su segunda corrida, en abril de 2018, brindó su segunda faena a Curro Romero, uno de sus referentes. Pablo Aguado realiza un toreo impregnado de naturalidad. En el pasado San Isidro, en su primera tarde, impactó de tal manera que se hizo el silencio en los tendidos de Las Ventas y en la segunda sufrió una cornada grave en el muslo derecho, reapareciendo el pasado domingo en León, donde salió a hombros tras cortar dos orejas. Se resintió el lunes y no toreó en Las Azores. Hoy se le espera en Algeciras.