El Teatro Municipal Florida se halla situado en la avenida Agustín Bálsamo de Algeciras, frente a la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen. Detrás de él se extiende la estación de ferrocarril.

Este teatro fue construido entre 1944 y 1945 por el arquitecto Mariano Aznárez Torán. Era un edificio de estilo expresionista y, según un estudio de la UCA de 2004, mostraba ciertos rasgos art déco en su decoración, relacionados con dos teatros californianos: Grand Lake Theatre, de Oakland, y Castro Theatre, de San Francisco. Fue inscrito en el Inventario de Arquitectura del siglo XX, aunque todo esto no impidió que fuera derruido en el año 2007.Solo se han conservado sus fachadas, tanto laterales como central, y en su interior se ha construido una nueva edificación de estilo funcional. Este nuevo teatro fue inaugurado en el 2011, tras varios años de encontrase el edifico en obras. No entiendo el criterio por el cual se desprecian el interior de los edificios y solo se da alguna importancia al exterior, cuando en muchas ocasiones aquel tiene el mismo o más valor que este.

Este edificio fue construido con la finalidad de ser utilizado como sala de cine; pero entre 1970 y 1971 se reformó, con el fin de que fuera usado también como teatro, pues en aquellos años se había demolido el antiguo y recordado Casino Cinema, que era el teatro de la ciudad, después de la desaparición de dos teatros históricos como el Principal , sito en la calle Regino Martínez o el de Variedades , que se levantaba en el paseo de El Calvario, junto al parque María Cristina. El reformado Florida se reinauguró ya como cine y teatro en 1971. Recuerdo que en esta reinauguración se proyectó la famosa película El Graduado.

Interior del teatro Florida

El teatro demolido en 2007 era de sencilla elegancia y distinción. En el techo del patio de butacas lucía un gran y espléndido plafón estrellado, rodeado de gruesas molduras radiales, las cuales se repetían en todo su perímetro interior. Este plafón, que se iluminaba, le otorgaba una gran belleza y majestuosidad. El vano de su escenario mostraba una amplia moldura con detalles del art déco y el antepecho de su anfiteatro presentaba un diseño ondulado con molduras, acabado en sus extremos en dos palcos de sección curva.

Su entrada principal daba acceso a un amplio vestíbulo, en cuya pared del fondo se abrían tres puertas: una central y dos laterales, por las cuales se accedía al patio de butacas. A cada lado de la entrada del pasillo central, se encontraban sendas plateas con cortinajes. De este vestíbulo, donde se encontraba el ambigú y unas vitrinas que exponían diferentes modelos de calzado de una conocida zapatería algecireña, no recuerdo si era la Ideal o La Ibérica, arrancaban dos escaleras, una conducía al anfiteatro en la parte superior, y la otra comunicaba con los aseos del sótano. Las paredes del patio de butacas estaban pintadas de color rojo, lo cual le otorgaba una mayor majestuosidad.

Con la reforma de 1971 se cambia al color gris perla. También en esta reforma se sustituyeron las antiguas butacas de madera tapizadas en cuero por otras más cómodas y modernas de color rojo.

Un detalle en una cristalera

Recuerdo que contaba con cuatro puertas laterales, dos que se abrían a la calle José Fariña, y otras dos, al cine de verano Delicias, que se hallaba anexo al cine Florida. Estas cuatro puertas permitían una rápida evacuación del público de la sala. En varias ocasiones, con las primeras lluvias septembrinas, se abrían para que el público del cine de verano se refugiara en el cine de invierno, como se les llamaba a estos cines cerrados. Con la construcción del nuevo teatro, estas cuatro puertas han desaparecido lamentablemente.

En las dos especies de torretas que flanquean su fachada principal, podemos observar unos ventanales rectangulares verticales adornados con unas gruesas molduras de ladrillo visto y en las vidrieras que los cierran todavía se conservan unos detalles del estilo art déco, característico del desaparecido edificio, únicos vestigios de su primitiva construcción.

Una actuación en el interior

A mediados de los ochenta pasa a ser propiedad municipal y se llevan a cabo unas desafortunadas reformas que desvirtúan notablemente su aspecto original. Se tabican las puertas laterales que daban acceso al patio de butacas desde el vestíbulo y en el lugar ocupado antes por las plateas se instalan los aseos, que antes estaban en el sótano. En 1994 se construye el foso para la orquesta delante del escenario. Estas modificaciones hicieron que se redujera una pequeña parte de su aforo.

En el año 2007 es demolido, como se ha mencionado anteriormente, conservándose únicamente su exterior. Con este derribo Algeciras ha perdido uno de los edificios más elegantes y distinguidos de su escaso patrimonio arquitectónico. El nuevo teatro ha reducido su aforo de las novecientas localidades originales a la seiscientas cincuenta actuales. Es de un estilo absolutamente funcional, carente de toda ornamentación, y, como anécdota, no dispone de un pasillo central, habitual en todos los cines y teatros.

Este teatro desaparecido formaba parte de mi memoria sentimental, ya que acudía a él con gran frecuencia durante mi infancia y adolescencia. Con su derribo se vuelve a reafirmar que en Algeciras lo antiguo se confunde, en la mayoría de las veces, con lo viejo, y por lo tanto se desprecia, con lo cual nuestra ciudad va perdiendo sus señas de identidad y su patrimonio histórico.