La Junta edita un libro de español para integrar a alumnos marroquíes

Rocío Palacios y Rafael España, ayer en la Subdelegación.

La Junta de Andalucía ha editado 5.000 ejemplares del libro Hablemos español, orden sintáctico para marroquíes, para favorecer la integración de los niños marroquíes. El manual, resultado de la colaboración entre las consejerías de Educación, Igualdad y Empleo, se distribuirá en centros de acogida y colegios con menores inmigrantes. La directora general de Políticas Migratorias, Rocío Palacios, presentó ayer en la Subdelegación del Gobierno de la Junta en Algeciras la publicación, acompañada del delegado provincial de Empleo, Juan Bouza; y la subdirectora general de Infancia, Josefa Vázquez.

Palacios defendió que es esencial para la integración de un extranjero conocer el idioma del país de acogida, el español en este caso. De hecho, desveló que en Andalucía hay 1.704.337 alumnos en Primaria y Secundaria, de los cuales 106.065 son extranjeros y de ellos, 22.745 son marroquíes. El libro elaborado por los profesores Javier Gil y Aurelio García y el mediador intercultural José Carlos Cabrera, todos ellos del centro de acogida Nuestra Señora del Cobre, es el segundo de estas características que editan y no será el último. Según Javier Gil, el manual es made in Cobre y celebró que las consejerías que han apoyado el proyecto vayan a colgarlo en Internet para que profesores, alumnos e interesados lo tengan a mano. José Carlos Cabrera, por su parte, subrayó que es el primer manual del mercado que incide en al árabe dialectal de Marruecos, la lengua materna sin atender al árabe clásico. "Así entre profesor y alumno hay mayor empatía", reveló.

Aurelio García explicó que el manual incluye transcripciones no científicas para que los profesores puedan pronunciar la lengua de los estudiantes. Por último, Palacios informó de que Andalucía cuenta con 926 aulas de adaptación lingüística para 5.518 alumnos y con 437 centros con programas de apoyo lingüístico para 4.828 alumnos. La directora recordó que la llegada de menores inmigrantes sin acompañantes se redujo en un 80% de 2007 a 2008.