El joven Juan Trapero engalana con saetas y emoción su pregón

El algecireño recorre el sentir de la Semana Mayor y se disculpa por su atrevimiento al aceptar la tarea de pregonar · El párroco Sebastián Llanes Blanco le presenta destacando su espíritu cofrade y rociero

El joven pregonero, Juan Trapero, durante su discurso en el salón del colegio Salesianos, ayer.
El joven pregonero, Juan Trapero, durante su discurso en el salón del colegio Salesianos, ayer.
M. E. S. / Algeciras

11 de abril 2011 - 01:00

La juventud, la responsabilidad, la ilusión y, especialmente, la devoción. Un cúmulo de argumentos que elevaron al joven Juan Trapero Ruiz, de 25 años, a ser el encargado ayer de dirigir y volcar con emoción su sentimiento cofrade y rociero al ofrecer el pregón anunciador de la Semana Santa de Algeciras 2011. El colegio Salesianos fue el escenario que abrió la primera ventana a la Semana Mayor.

"Siento el vértigo". Con estas palabras el pregonero deshacía esa enorme responsabilidad que elevaba con gran ilusión ante el abarrotado salón de actos del colegio. Introdujo su discurso dedicando el pregón a "Chati y Fernando" con los que afirmó haber compartido numerosas anécdotas en su dedicación a la Semana Santa. Acto seguido continuó haciendo un recorrido emotivo, paso a paso, por cada una de las imágenes que salen a la calle ante el fervor popular para procesionar durante la Semana Mayor.

Trapero desnudó su alma con ese sentir que, con cada frase, entonaba el pregón. Esos días previos a la Semana Santa siempre, detalló, han tenido ese hueco a la devoción, desde decorar como pasos cajas de zapatos hasta los ensayos de esas letras nuevas que evocaba para cantar. "Quiero que Algeciras se despierte y empiece a soñar, que no quede un balcón sin engalanar". Pidió a sus paisanos que sacaran a la calle sus promesas, "y Algeciras será Jerusalén".

Entre apuntes emotivos, recuerdos y gritos para engrandecer a la Semana Santa, el joven pregonero con el repique del tambor dejaba deslizarse esas frases marcadas en el espíritu cofrade en forma de saetas, demostrando así su sentir al cantar, al cantarle a Jesús y a la Virgen. Los aplausos se mezclaron entre los silencios del pregón. No dejó de recordar que el Cristo de Medinaceli es el Señor de Algeciras, además ofreció frases como "en esta sociedad de hoy todo es diferente, señor estamos necesitados de ser tu pueblo, damos la paz y la salud, que aumente nuestra fe, aprender a perdonar".

Trasladó a los presentes a través del pregón a esa voz del capataz, a esas órdenes que iluminan con la cera el camino de los pasos. Con tres golpes, se deja caer, "preparados costaleros". Entre sus últimas palabras Trapero quiso agradecer a todas las personas que han hecho posible "mi ilusión", afirmó. A su vez, quiso pedir disculpas "por mi atrevimiento y aceptar la tarea de pregonar, solo he dicho lo que mi corazón me ha dictado".

El director espiritual del consejo local de Hermandades y Cofradías, Sebastián Llanes Blanco, fue el encargado de presentar al pregonero. Su relación con el joven Trapero desde que nació un 7 de marzo de 1986 fue el hilo conductor del discurso. "Me ha considerado siempre tio suyo y casi siempre me ha hecho caso", apuntó al explicar que le hubiera gustado que fuera universitario, aunque eso no le ha restado valor a su personalidad íntegra y su buen hacer como cristiano y rociero. Dio detalles de su función en la hermandad del Rocío de Algeciras como mayordomo.

Llanes también detalló que se pensó en él como pregonero al representar a los jóvenes, ya que coincide que en agosto se celebra en Madrid la jornada mundial de la juventud, además de por su espíritu cofrade y rociero.

El acto estuvo acompañado, tanto al principio como al final, por la banda de música Amando Herrero de Algeciras, bajo la dirección de María Jesús Herrero, que se encargó de interpretar varias marchas cofrades. El alcalde de Algeciras, Diego Sánchez Rull, estuvo presente, además de otros ediles del equipo de gobierno.

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