El padre Izquierdo recuerda a su madre en el pregón a la Patrona de la ciudad

La festividad en honor a la Virgen de la Palma comenzó en el día de ayer su andadura junto a una centena de devotos. A las 21:00 horas tuvo lugar en el templo mayor de Ntra. Sra. de la Palma el acto de la exaltación a la Virgen, que contó con el reverendo Francisco Javier Izquierdo como pregonero, y con el director espiritual de la Hermandad de la Palma y párroco de la iglesia, el reverendo Jesús Casado, como presentador.

El acto comenzó con una pequeña presentación de una devota de la advocación de la Virgen, que agradeció a todos los presentes su presencia en este acto, entre los que se encontraba la alcaldesa accidental, Inmaculada Nieto, y recordándoles que eran días en los que expresar el gran amor que la ciudad de Algeciras siente por su Santa Patrona.

Después de la breve intervención, el padre Jesús Casado, tras dar gracias a los presentes por haber sido elegido presentador del acto, describió de manera resumida la trayectoria del padre Francisco, a quien llamó cariñosamente Paquito en repetidas ocasiones. Lo recordó en su infancia como un chico "joven, inquieto, e incluso travieso" que descubrió a través de su familia la devoción a la Virgen. Según las palabras del párroco, cuando decidió dedicar su vida a predicar la palabra de Jesucristo, "algunos pensaban que no iba a aguantar ni seis meses", pero demostró su convicción y fue ordenado sacerdote .

Tras esta intervención el padre Francisco tomó la palabra. Primeramente, dedicó el pregón a su familia, especialmente a su madre, la cual falleció hace 8 meses y la que le infundó ese amor a la Alcaldesa Perpetua de Algeciras. Agradeció la presencia de la alcaldesa accidental, de los hermanos de la Hermandad de la Palma, de todos los hermanos mayores de las hermandades de Algeciras y de los devotos de la Santa Patrona.

Explicó su reacción ante el ofrecimiento de ser el pregonero de las fiestas de la patrona de su ciudad, expresando su temor que al principio dudó, pero al pensar en su familia, en su Algeciras natal y en su madre respondió a la llamada del hermano mayor de la Cofradía: "¿Cómo voy a decir que no?".

El pregonero expresó con mucho sentimiento su adoración a la Virgen de la Palma, recitando incluso unos versos hacia ella. Contó su experiencia, de cómo su madre le transmitió el amor a la Virgen desde su infancia y cómo ha llegado a ser párroco.

Su pregón denotaba el gran cariño que sentía hacia su progenitora, dedicándole todos sus actos y expresándole el amor que siente por ella. Comentó que lleva la medalla de su madre en el corazón, como ella siempre la llevó, "expresión de su devoción a la Virgen de la Palma". También Algeciras tuvo un lugar en su escrito. "La llevo en el alma", dijo expresando el cariño que siente hacia su tierra, a la que llamó "camino y puerta de dos continentes", y de la que está orgulloso de ser pregonero de las fiestas a su Patrona.