La IGuerra Mundial 1914-1918 (XIII)

Historias de Algeciras

La solidaridad local no deja de pergeñar nuevas ideas para recaudar fondos en favor de los trabajadores en paro. El popular Hospital Civil atraviesa una pésima situación económica

Manuel Tapia Ledesma

09 de agosto 2015 - 11:26

Mientras persiste a nivel nacional la indignación por los hundimientos de barcos españoles por parte de la marina alemana, en nuestra ciudad, además de mantenerse la citada indignación, la solidaridad local no deja de pergeñar nuevas ideas para recaudar fondos en favor de los trabajadores en paro: “Por el grupo artístico Hacia el Arte, se celebrara en el pabellón del Casino, el próximo sábado de Gloria una grandiosa velada patrocinada por el Comercio e Industria de ésta ciudad, cuyos productos se destinaran a socorrer a los obreros necesitados […], creemos que se verá concurridísimo tan suntuoso coliseo, visto el programa y fines a que se dedican los productos que han de recaudarse”. Otra de las iniciativas altruistas, para paliar en lo posible la situación de los obreros en paro de nuestra ciudad, tiene como telón de fondo a La Perseverancia: “Mucho entusiasmo y animación existe para la novillada benéfica del lunes y carreras de cintas done tomaran parte lo mas escogido de la afición […], de Gibraltar dicen que acudirán muchos aficionados a los dos sport que anuncia el programa”. Siguiendo la línea solidaria y como telón de fondo el viejo coso algecireño, el mundo del toro responde a la difícil situación económica por la que pasaba en esos momentos, el popular novillero local, de nombre en los carteles “Remellao”: “Es mucha la animación que reina para la magnífica novillada de mañana. Son muchos los pedidos de localidades de Cádiz y Ronda, donde la afición está desbordada por ver a los jóvenes matadores Amuedo y Rodas, que dado lo magnífico del ganado, han de lucirse señalando una fecha en la historia del toreo. De Ceuta han pedido localidades temerosos de que falten las numeradas, dado el entusiasmo de los muchos aficionados que se disponen a pasar el charco […], Nicolás Jiménez (Remellao), por desgracia queda privado de tomar parte en la corrida de mañana y otras varias contratadas que tenía por la luxación de la clavícula izquierda que sufre”.

Nuevas noticias relacionadas con el hundimiento de barcos españoles por la marina alemana producen la indignación en nuestra ciudad: “El ministro de Marina general Miranda, interpreta el hundimiento del barco Santanderino, en que el barco español pudo dar con ¡la popa!, en algún bajo; su opinión será muy técnica y muy grata para los alemanes y españoles agermanizados; pero en un ministro es algo mas que una indiscreción, es un suicidio político”. Tal pronunciamiento por un miembro del ejecutivo de Romanones, produce en nuestra ciudad el siguiente comentario entre los aliadófilos: “El Sr. Miranda, ministro español, ha dicho sin pruebas y contra las declaraciones del propio capitán y tripulantes del Santanderino, lo que no se ha atrevido a repetir la misma Embajada alemana en su nota a los periódicos”. Por aquellas fechas habían sido hundidos por los submarinos alemanes, los siguientes barcos españoles: Isidoro, Peña Castillo, Vigo y Santanderino.

Otro escándalo, a nivel nacional -que encuentra su eco en Algeciras-, se suma a las manifestaciones del Ministro de Marina: “Novecientas cajas de petróleo para los submarinos alemanes. No hace muchos meses cuando el hundimiento del Isidoro, demostróse que en la costa cantábrica se facilitaba gasolina a los sumergibles alemanes”. Sin duda, tales noticias serían muy comentadas en Algeciras, en las tradicionales tertulias que se generaban en establecimientos, como el mostrador de la carnicería de Juan Merino El Malagueño, o las del bar El Puente -frente el puente de la Conferencia-, por parte de los trabajadores de la sociedad de pesca La Algecireña, domiciliada en la banda sur del río, asiduos clientes del citado.

Si bien para el algecireño de aquella época resultaba importante estar bien informado de lo que ocurría en el frente, lógicamente también sentía gran interés por lo que acontecía, al mismo tiempo, en nuestra ciudad, como fue la intervención “de los guardias municipales, cumpliendo ordenes del Alcalde”, en la confluencia de las calles Sevilla y Rocha; expresando el documento consultado: “El sábado fue el primer día que se dio cumplimiento a sus órdenes, y desde ese momento respiran y descansa el vecindario de las calles Sevilla y Rocha, y los transeúntes pueden transitar libres sin ser alcanzados por los proyectiles de todas clases que empleaban los discípulos locales del káiser (la guerra siempre estaba presente); durante éste espacio de tiempo han intervenido sus guardias diversas veces, evitando escándalos mayúsculos entre chulapos, desvergonzados y vírgenes del amor; lo que justifica sus servicios”.

Si bien esta intervención fue muy aplaudida por la ciudadanía en general, no era menos cierto que la condescendencia que se tenía hacía otro lugar conflictivo localizado en la calle Rafael de Muro, resultaba para los algecireños altamente sospechosa; al parecer, la dueña de una casa de “vírgenes del amor” -popularmente conocida por “La Carabinera”-, gozaba de una cierta “manga ancha” municipal.

Volviendo a la guerra y a las repercusiones que ésta trajo para nuestro país, coincidiendo con la indignación que siente la nación por los hundimientos de los barcos españoles por submarinos germanos, con la sospecha añadida de que los mismos podían haber sido abastecidos de combustible en puertos y ciudades españolas, los partidos y medios germanófobos vuelven a contraatacar a los aliadófilos con el viejo pretexto de Gibraltar, respondiendo estos últimos desde Algeciras: “Gibraltar ha sido y es, la piedra filosofal para los campeones del germanfilísmo español, lejos de ser un baluarte inglés, ha sido el baluarte mas fuerte, donde los alemanes se han defendido en España contra Inglaterra […], si esos que dicen ser vergüenza y baldón de España el que sus antepasados, los que como ellos pensaban, los defensores de la casa de Austria, perdieran Gibraltar o la entregaran a los austriacos; esos, repetimos, son los que glorifican a Alemania que ultraja nuestros fueros como nación y asesina a nuestros indefensos marinos mercantes”.

Por aquellas fechas, coincidiendo con el conflicto bélico europeo, la población algecireña es testigo de un más que sensible aumento de llegadas de heridos provenientes del eterno conflicto en Marruecos; no pocas voces autorizadas locales, culpan de la situación a la diplomacia española: “El general Fernández Silvestre tenía al Raisulí anulado en Zinat. Las columnas españolas estaban a las puertas del cubil del ex bandolero […], El Raisulí observa los progresos de Silvestre, su odiado rival, y apremia al gobierno español para que sus operaciones se suspendan. Las operaciones se suspenden y el enemigo vencido en el campo de batalla, domina en los despachos y antesalas al vencedor general español. El Raisulí empezó a recibir armas y dineros de España. ¿A que darle uñas y dientes, cuando se les había arrancado a costa de no pocos trabajos y de no poca sangre?”. Lo cierto, es que el vecindario de Algeciras vuelve a ver la desoladora imagen de la llegada incesante de soldados heridos a su puerto en construcción, paralizado en aquel momento por los efectos de la guerra europea.

En la actualidad domestica de la ciudad, aún se habla de la magnífica novillada que se lidió en La Perseverancia a beneficio del novillero local, Nicolás Jiménez El Remellao. El último parte médico habla así de su estado: “En la mañana de hoy le ha sido levantado el apósito al enfermo Nicolás Jiménez por el médico don Buenaventura Morón, ayudado del Practicante don Francisco Ruiz, los cuales encontraron la luxación completa de la clavícula izquierda que padece, en muy buenas condiciones, habiéndose procedido a la aplicación de un vendaje enyesado para su inmovilidad y completa reducción. El estado general del paciente es completamente satisfactorio”.

En cuanto a la Gran Guerra se refiere, es muy comentada en Algeciras, la noticia tragicómica, que tiene como protagonísta a un sargento francés que había recibido más de 80 heridas: “El sargento Delhomme mandaba el asalto de una posición al frente de sus soldados, cuando recibió mas de 80 heridas en la frente, en las mejillas, en las manos, en los brazos, en las piernas, en todo el cuerpo. La herida mas importante la recibió en la espalda y tiene todos los dientes rotos, la única parte que por fortuna quedo libre de la granizada de acero, fueron sus ojos. Quedó ingresado en el hospital de Troyes”. De seguro, que para los empleados de la sombrerería Salvatierra, ubicada en la calle Santa María, y su pequeña y simpatica reunión, la citada noticia no pasaría desapercibida.

Un grave suceso ocurrió por aquellos días en el matadero municipal, siendo protagonista del mismo un popular matador de toros local: “Fue victima de un atropello incalificable el veterano y ex-matador de toros El Bomba, jefe y creador de la dinastía de los Bombas”. El autor, al parecer, tuvo que ser un empleado municipal, dado que en el documento consultado, se le exige al Alcalde “que intervenga y aplique un correctivo al irascible autor de la fechoría”. Los hechos ocurrieron, como se ha expresado anteriormente, en el matadero municipal “originado por una venganza personal que pudo acarrear un disgusto serio”.

Mientras el veterano y admirado ex-matador se recupera del atropello, el vecindario algecireño es testigo de la pésima situación económica por la que pasa el popular Hospital Civil algecireño, nuevamente -al igual que ocurrió en favor de los obreros locales-, los aficionados al teatro que forman el grupo Hacia el Arte, se movilizan en beneficio del querido hospital. Finalizados los actos programados, le hacen entrega al la madre superiora del establecimiento sanitario “la cantidad líquida que asciende a 1.001’15 pesetas, desglosadas del modo siguiente: ingreso por venta de localidades: 1.083’25 Ptas.; donativo del señor diputado José Luís de Torres: 50 Ptas.; Ídem del Sr. Thomson, director del Hotel Cristina: 50 Ptas.; Ídem del Sr. Cassola: 20 Ptas.; GASTOS: por una factura de anillos para la carrera de cintas: 2’50 Ptas.; por otra de palillos para la carrera de cintas: 6’50 Ptas.; por otra de imprenta Roca, prospectos y billetajes: 30 Ptas.; por otra del conserje de la plaza (banderillas): 30 Ptas.; por otra de capotes, muletas y estoques (alquiler): 37 Ptas.; alquiler de mulillas: 15 Ptas.; por lo pagado a 9 porteros a razón de 2 Ptas: 18 Ptas.; al cobrador y taquillero: 30 Ptas.; al repartidor de prospectos: 7 Ptas. etc. Total gastos: 202’10 Ptas. Queda a beneficio del hospital: 1.001’15 pesetas.

Desgraciadamente, la situación social por la que estaba pasando nuestra ciudad daría en el futuro, no pocas oportunidades para que los entusiastas integrantes del grupo Hacia el Arte, pudieran desarrollar su alto sentido altruista. Los cada vez más frecuentes paros que por falta de financiación, sufren las obras del puerto; o las anuales riadas e inundaciones que se producen por una ocupación incontrolada de los márgenes del río de la Miel, generan un drama humano que solo encuentra apoyo en la solidaridad local. Curiosamente, la neutralidad española en el conflicto bélico reportará pingües beneficios a las arcas del estado, al convertirse en suministrador de ambos bandos; pero desgraciadamente, poco o nada llega hasta los más desfavorecidos; por otro lado, el mantenimiento de un conflicto como la guerra de Marruecos, seguirá desangrando- en todos sus aspectos-, a la sociedad española, hasta bien entrada la década de los años veinte; pero esa, es...otra historia.

Manuel Tapia Ledesma. Licenciado en Derecho y Director del Archivo Notarial de Algeciras

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