No pasaba desde hacía 26 años, pero al fin ocurrió. Lo que no pudo el azar lo logró la tecnología: el Gordo de Navidad volvió ayer a la provincia de Cádiz tocando a su paso al Campo de Gibraltar, aunque sólo con tres pellizcos, tres décimos del 76.058, todos comprados mediante terminales electrónicos en Algeciras, Barbate y Chiclana. En total, no mucho, 1.200.000 euros, pero todo un acontecimiento.

La maquinita, la gran protagonista de la dispersión del Gordo de este 2012, desempeñó su papel en la ciudad de Algeciras donde dejó 400.000 euros con un décimo expedido en la administración 11 de la calle Ruiz Zorilla, en El Secano. 

La ciudad campogibraltareña rompió así el maleficio que le ha hecho esquivar el gran premio desde 1831, hasta ahora la única vez en la que la fortuna se alineó con la comarca en el sorteo de Navidad (con el 01.940). Y han tenido que ser las nuevas tecnologías las encargadas de traer de vuelta a la suerte. Pero fue de refilón.  Sin embargo, el ambiente en el despacho era el típico que hasta ahora los campogibraltareños sólo habían podido ver por televisión. José Núñez, titular de la administración, y su hija Teresa no podían ocultar los nervios y su alegría. Y también su expectación por si aparecía el afortunado titular del papelito anaranjado al que, explicaron, no podían poner dueño precisamente por lo difícil de vincular un número de apuesta automática. “No sabemos si alguien llegó y lo pidió completo, la terminación o simplemente fue la máquina la encargada de elegirlo. Pero estamos muy contentos aunque nos hubiera gustado dar más premio”, señalaron. De hecho, en un primer momento las agencias de información atribuyeron a Algeciras 4 millones de euros, pero se quedó en una décima parte y en un teletipo de corrección.

Poco parecía importar en la transitada avenida algecireña y en el despacho, ubicado frente a una oficina de Correos y donde el trasiego de curiosos fue la tónica de la mañana. Corrió el cava, los periodistas –que en algún momento llegaron a ser más numerosos que los clientes– y las felicitaciones a los loteros que, orgullosos, lucían el cartel pegado en la fachada. El letrero llegó a despertar gestos de curiosidad e incredulidad entre los pasajeros de un autobús parado en el semáforo cercano. Alguno, esperanzado, se echó las manos a la cartera aunque nadie se apeó dando saltos de júbilo. 

Una hora después de haber salido la bola, en el cercano bar Chiquilitré el soniquete de los niños de San Ildefonso se confundía con el de la máquina de café y alguna que otra cara larga pensando, quizás, en que la fortuna se paseó por Algeciras pero pudo haber sido más generosa. Los Núñez, de hecho, confían en que el Gordo haya vuelto para quedarse. 

BARBATE

La ‘Diosa Fortuna’ quiso acordarse de Barbate, una de las localidades que más cerca vive la crisis y los efectos de la parada de su flota pesquera que confía en volver al caladero de Marruecos por sus preciados boquerones. Ayer la alegría se repartió en dos puntos de la ciudad, el Gordo se vendió en la administración 21.495 de la avenida Atlántico, regentada por Manuel Malia y también en la imprenta de Juan Gómez y Juana Mari Tineo de la calle Pío XII, frente a la Iglesia de San José, aunque la relación oficial de Loterías solo hacía referencia al primer caso.

Cristóbal Junquera, un marinero jubilado con 65 años, y del que cuida su hermano Mario, fueron los únicos beneficiarios de 76.058 expedido en la administración situada en la avenida Atlántico, donde comenzaron las felicitaciones a su gerente, Manuel Malia, nada más conocerse que había premiado con 400.000 euros a sus vecinos. A los pocos minutos apareció la esposa de Mario dando saltos de alegría, besando y siendo besada por todo el que se acercaba a este comercio, que además de la lotería, hace fotocopias y vende productos de alimentación. No tardó en llegar su hijo y algo más tarde llegó Cristóbal.

Brindando con cava, y con una fotocopia del recibo expedido por la máquina entre las manos Cristóbal sonreía a las cámaras. Allí contó que había estado en Lanzarote de vacaciones con el Inserso, y escuchó a su gente decir que el 58 iba a ser el premio gordo. Cuando llegó a Barbate le dijo a su hermano que bajase a comprar esa terminación, “y tocó”, dijo ayer rodeado de vecinos que se alegran por él y por la población de la que en pocas ocasiones se habla de acontecimientos positivos.

En la papelería Juan, en la calle Pío XII, seguían al cierre de esta información sin conocer cuántos décimos habían vendido.

CHICLANA

En tercer lugar, la suerte se dejó caer por Chiclana con la venta otro décimo. El boleto se vendió en la administración de loterías ubicada dentro del hipermercado Eroski, regentada por la familia Fedriani.

El agraciado, cuya identidad se desconocía ayer, recibirá 400.000 euros tras adquirir, también, el número a través de la terminal electrónica. Antonio Fedriani Cordones escuchaba la noticia por la televisión mientras atendía en su local del hipermercado chiclanero. No se lo creía, pero sus dudas se disiparon cuando fue telefoneado por el agente de la Administración de Loterías de Cádiz, quien le confirmó que había vendido un décimo del primer premio. Antonio se mostraba sorprendido por el aluvión de periodistas interesados en conocer algo sobre la identidad de la persona que había comprado el número, un dato que no ha trascendido. 

No obstante, todo apuntaba ayer a que el agraciado reside en una de las viviendas de los alrededores del hipermercado; es decir en el Pinar de los Franceses o El Marquesado. “Seguramente sea de por aquí cerca”, decía Antonio Fedriani. Su padre, quien regentaba la administración hasta su reciente jubilación, también respaldaba esta opinión, si bien no se descartaba ninguna otra.