"En 1962 saqué a bailar en la Feria a una chavala y todavía seguimos bailando"

Francisco Prieto Poza. Profesor de Educación física y periodista

Pakopi entra en El túnel del tiempo, su sección en 'Europa Sur', para hablar de su relación con Algeciras, a la que defiende desde hace medio siglo y que ahora le concede la medalla de La Palma

Paco Prieto, el entrevistador entrevistado, posa para 'Europa Sur'.
Paco Prieto, el entrevistador entrevistado, posa para 'Europa Sur'.
Quino López Algeciras

27 de mayo 2013 - 01:00

La junta de gobierno local le concedió hace unos días la Medalla de La Palma de 2013 junto a la Asociación de Amigos de la Ciencia. La excusa perfecta para convertirlo en el entrevistador entrevistado. Para cazar al que durante tantos años era el que se encargaba de hacer las preguntas. Le dan el galardón por la defensa de los valores de Algeciras. Tanto es así que su hermano, jerezano, le dice que es un chiita algecireño. Que no se puede discutir con él de la ciudad en la que se asentó hace más de medio siglo. Se llama Francisco Prieto Pozas, pero usted le conocerá por Pakopi. Es periodista, profesor de Educación Física, deportista. Ahora es él el que entra en El túnel del tiempo.

-Permítame pedirle un consejo a un maestro: ¿cómo empezaría esta entrevista?

Hombre, en plan tópico puede preguntar "¿usted se esperaba esto?" y así yo me puedo poner con falsa modestia "no, no, no..." pero bueno, empiece como quiera.

-Bueno pues, ¿usted se esperaba esto?

Jajajaja... sí y no. Hace tiempo que dos personas, el exalcalde Paco Esteban y José Salguero Duarte, hablaron de proponerlo, pero pasó el tiempo y a mí hasta se me olvidó. En enero se reunieron el pintor López Canales, Miguel Ramos Miguelete, Paco Esteban y José Luis Ocaña y movieron los hilos, fueron a ver al alcalde (José Ignacio Landaluce) que había sido alumno mío, le gustó y entre todos hicieron la propuesta.

-¿Qué sintió?

A nadie le amarga un dulce, pero por otra parte nunca me ha gustado salir en la foto. Prefiero pasar desapercibido porque no me gustan los follones.

-Eso es muy algecireño.

Más que la Plaza Alta.

-¿Por eso le dan la medalla de La Palma?

Bueno, yo soy un beato meapilas. Soy católico, apostólico, romano y además, practicante. Me da mucha alegría. Vengo a la misa casi siempre y es la Patrona de mi pueblo. Es una satisfacción muy grande.

-Pero usted no es de aquí.

Ojo, yo nací en Arjona, pero soy de Algeciras. Llevó aquí 52 años. Alberto Pérez de Vargas nombró el otro día en un artículo estupendo a tres jiennenses que eran como de aquí: Paco Bravo, José Luis Villar y yo.

-¿Cómo llegó a Algeciras?

Yo estaba en Ferrol de profesor y llevaba muchos años pidiendo venir para abajo. Un día perdí un tren y me tuve que quedar en Madrid. Aproveché para ir a ver al inspector y le pedí que me mandara a Jerez, donde estaba toda mi familia porque mi padre había muerto. Él me dijo, no tengo para Jerez, pero ¿te quieres ir a Algeciras? Yo mire el mapa y dije que sí del tirón porque estaba cerca de mi casa.

-¿Y fue un flechazo?

Algeciras era un pueblo precioso, marinero, blanco... era lindo. Fuí por una trocha que había al Rinconcillo y me enamoré porque era una preciosidad. Ahora... bueno, el progreso.

-De modo que se quedó.

Bueno, llegué el 28 de septiembre de 1961. Me mandaron con la promesa de que pronto iba a haber un cambio dentro de la provincia y era fácil que me fuera a Jerez porque había allí alguien que se quería ir. Pero en junio aquí llega Feria, saqué a bailar a una chavala y sigo bailando. Llegué aquí soltero y solo y ahora tengo cinco hijos y diez nietos. Se llama Inmaculada Vargas-Machuca García, apúntalo bien.

-Y siguió con su carrera docente.

Aquí estuve de profesor de instituto 30 años, hasta que me afectó la Ley de Incompatibilidades y me dieron a escoger entre el Isla Verde o Radio Nacional y elegí lo último.

-¿Ya era también periodista?

Sí, yo el primer artículo lo hice con 18 años. Escribí en El Ayer de Jerez, en el Ideal Gallego, en la Gaceta Regional y en El Adelanto de Salamanca. El deporte siempre ha sido lo mío y empecé a hablar en Radio Nacional de España, pero también hacía información general. El periodismo lo llevaba en la sangre, como el deporte.

-Y aquí no tardó en enrolarse en uno.

El Área salía una vez a la semana. Aquí estaba en la calle Cristo. José María Yagüe, que era un periodista tan bueno como sinvergüenza porque no le pagaba a nadie, me leyó un artículo de boxeo, que es mi locura, y me fichó. Después del Área, todo lo que pasó por aquí. Diario de Cádiz, El Sur de Málaga, Sol de España, El Faro, Europa Sur... también estuve en Radio Nacional, Antena 3... siempre haciendo entrevistas o reportajes, que era lo mío.

-¿Y que se siente más periodista o profesor de Educación Física?

La dos cosas, pero si me aprieta, lo segundo. El ejercicio es mi gran pasión.

-Una de sus mayores influencias en la ciudad fue fundar un club de baloncesto.

Cuando llegué jugaban seis y el sexto se cabreaba porque era suplente. Una Feria de Algeciras, en lo que hoy es el parque infantil, jugamos un partido con el Atlético de Ceuta y yo saqué doce jugadores. Rafael Piñero, que decía que sabía de baloncesto y no tenía ni idea, dijo por la radio que para qué quería tantos si no salían. Fue un escándalo porque estaban asustados. Así empezó el Picadero. Luego con los años Valle trajo dos americanos muy buenos para llegar a Primera división y dije que aquello no era la filosofía del club y me fuí. Se metieron por medio las perras.

-¿Sigue corriendo cada mañana?

Antes iba a Los Barrios y volvía como el que pasaba el rato. Ahora hago cinco o seis kilómetros y me vengo. Como vivo enfrente del Parque me voy allí y me pongo a darle vueltas hasta que me harto. Voy a cumplir setenta y nueve años, pero es que antes me fumaba dos paquetes al día y ahora me parecen un disparate cinco cigarros.

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