Algeciras

Feria Real y especial

  • Las fiestas son nuestra gran oportunidad de exhibir lo que somos

Nuestra Feria apela a los calificativos de Real y Especial para declararse y definirse como única, autóctona, relevante, dotada de una personalidad propia y muy nuestra. La Feria de 2018 nos llega con ciento sesenta y ocho ediciones en su real corona, motivo más que suficiente para erguirse orgullosa y brillante ante nuestros ojos.

El actual Parque feria Antonio Quintero se vio deslumbrar por los primeros destellos de las miles de bombillas de la Real Feria en 1967, dos años antes de que en el mismo espacio se inaugurase la Monumental Plaza de Toros de Las Palomas. Puede parecer que ha pasado poco tiempo, pero ni mucho menos. El actual emplazamiento fue la tercera ubicación del Real, un hecho provocado por la expansión urbanística de la ciudad.

Así, en poco más de un siglo, la Feria fue creciendo desde su originaria y primitiva ubicación en el Cortijo del Calvario a los pies de la añorada Perseverancia para desparramarse avenida abajo y extenderse por Fuerzas Armas, junto al Parque María Cristina.

La Feria Real llega como una niña que alcanza la adolescencia, ilusionada y viva al llegar a su madurez en el actual recinto, cargado de simbolismo y recuperando señas de identidad especiales, a los pies de la Plaza de Toros de Las Palomas. Es la Monumental del Sur, que se asoma orgullosa a la bahía como la mejor de las coronas para posarse sobre el Real.

Esta Feria, la nuestra, es poseedora de motivos más que suficientes para sacar el orgullo especial. Es la nuestra la tercera feria más longeva de Andalucía, tras las de Sevilla y Jerez. La Feria del Mediterráneo, la primera en iniciar la carrera de las ferias del verano. Esa feria especial de rasgos marcados como la feria de ganado, origen e impulso de la fiesta, y la casetas reencarnadas en peñas de socios y amigos, quienes abren sus brazos a todos, propios y extraños. Y es que la hospitalidad de esta tierra es legendaria conocida.

Otros elementos propios son las fachadas de las casetas, en las que se reproducen lugares y edificios que formaron y forman parte del identitario colectivo, la Coronación en el María Cristina y la Gran Cabalgata Magna por la arteria principal de la ciudad, así como el alumbrado y sus pórticos, con más de 2,5 millones de bombillas para dar luz y esplendor a la fiesta.

La Real Feria es nuestra fiesta, pero también nuestra gran oportunidad. Oportunidad en estos tiempos en los que la imagen externa de Algeciras y su comarca no es la mejor ni la merecida. La Feria debe ser el escenario y la plataforma perfecta en la cual exhibir lo que somos, tal cual somos.

Una oportunidad para potenciar el centro histórico de nuestra ciudad, sobre todo en las vísperas, un centro unido desde arriba hasta abajo, luciendo engalanado y de gala. Reclamo este para potenciar nuestro comercio y la hostelería local. Extendiéndose por igual a nuestras playas, esa costa especial que tan necesitada se halla en cuanto a imagen de marca.

Con un recinto, el Real donde se mime al que fomenta lo nuestro, lo distinto, las fachadas, esas que tanto trabajo y esfuerzo suponen, pero que marcan la diferencia en estos tiempos en las que cotizan a la baja en cada edición de la fiesta. La Real Feria es nuestro mejor reclamo, donde no hay que inventar nada nuevo, solo cuidar y abrazar lo que ya tenemos.

La Feria, Real Fiesta, nos llega en este 2018 con reclamos que debemos saber aprovechar. Son ocho días de fiesta, vibrante, colorida, cincuenta y dos casetas, José Tomás, sol y mar. Todo esto se halla en el haber de la Feria de hoy; en el debe mucho más, más y mejor, por nuestra gran fiesta y mejor oportunidad. ¡Feliz Feria Real de Algeciras!

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