Familiares y amigos dan el último adiós a Jaime Fons Doménech

El párroco de San Antonio recuerda la amistad y el carácter "afable" del pediatra

Momento de la misa celebrada en recuerdo de Fons Doménech.
Momento de la misa celebrada en recuerdo de Fons Doménech.
Carmen González /Algeciras

09 de marzo 2008 - 01:00

Unas 120 personas, familiares, amigos y conocidos, se desplazaron ayer hasta el tanatorio de Los Pinos para dar el último adiós a Jaime Fons Doménech, Hijo Adoptivo de Algeciras. Minutos después de la una y media de la tarde comenzaba una misa en recuerdo del médico pediatra que durante muchos años desarrolló una brillante carrera y atendió a un importante número de niños y niñas en una ciudad en la que se estableció en el año 1944 y en la que era muy querido y respetado.

Natural de Valencia, donde nació en abril de 1915, se trasladó a Algeciras donde estableció su consulta en la antigua calle Sanjurjo, hoy Blas Infante. Aquí atendió hasta una edad bastante avanzada a varias generaciones de niños y niñas. Había sido nombrado hijo adoptivo de la ciudad en el año 2002 en el transcurso de un acto celebrado en el salón de la Casa Consistorial, como reconocimiento a una persona que había dejado su huella en la ciudad.

Ese día lo recordaba ayer el alcalde de la ciudad, Tomás Herrera, que no quiso perder esta última cita con el que le atendió como médico siendo niño. El primer edil destacó tras el sepelio la faceta humana de Jaime Fons, una persona que en opinión de Herrera fue ejemplar y se ganó el respeto de la ciudad. El alcalde indicó que el médico fallecido había sido un gran amigo de su familia y que incluso el hijo del alcalde había sido su paciente. También resaltó que como médico atendió sin distinción a cualquier persona que lo necesitara.

Durante la homilía, el padre Peña, párroco de San Antonio, alabó el carácter de Fons Doménech y su trabajo con los más pequeños". Recordó ese carácter afable y "tan grande", a esa persona que "hacía el bien". Pero también mencionó su manera de ser, "siempre joven", a pesar de los 92 que tenía, y esa alegría que "estaba transmitiendo siempre". El párroco, que celebró su gran amistad con el fallecido, apuntó que había conocido de él "todo el bien que ha hecho en su función de médico, en cómo penetraba en el misterio de las familias".

Precisamente, mencionó esa "libreta de su recuerdos" que apenas hace unos días el entregó, en la que Fons Doménech plasmó sus pensamientos más íntimos y del que el cura desveló algunos párrafos como el que decía "el amor es lo que me mantiene, es el aire de mi vida". Ayer mismo fue enterrado en Botafuegos.

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