Detenida una banda que secuestró y torturó a un hombre en Cortijo Real

Se calcula que la organización llegó a robar unas dos toneladas de cocaína a otros 'narcos'. A la víctima de Algeciras, que trabajaba en el puerto, le cortaron un dedo

El material intervenido por la Policía y la Guardia Civil.
El material intervenido por la Policía y la Guardia Civil.
Europa Press / Madrid

19 de mayo 2011 - 01:00

Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han llevado a cabo una investigación conjunta en la que han desarticulado la banda de Ángel Suárez Flores, alias Cásper, a la que se atribuyen múltiples delitos. El entramado delictivo que este delincuente había reactivado se comportaba como un grupo de mercenarios expertos en los volcados (robos de droga) a narcotraficantes, para lo que utilizaban sofisticados y avanzados medios tecnológicos en sus acciones.

Según informó ayer la Policía y la Guardia Civil, habían dado un salto cualitativo en sus actividades, centradas anteriormente en los butrones de gran envergadura, para dedicarse a sustraer importantes partidas de cocaína a otros narcos a los que sometían a vigilancias y escuchas. En uno de sus golpes, que tenía como objetivo apoderarse de un cargamento de droga que iba a llegar al puerto de Algeciras, secuestraron, torturaron y cortaron un dedo de un pie con un hacha a un empleado de una de las empresas de gestión de contenedores.

El operativo conjunto -desplegado de manera simultánea en diferentes domicilios de Madrid, Guadalajara, Barcelona, Málaga, Alicante y Valencia- ha permitido la detención de Cásper y otros 21 individuos de diferentes nacionalidades, acusados de delitos de pertenencia a organización criminal, extorsiones, secuestro, lesiones, amenazas, torturas, robo con violencia, usurpación de funciones públicas y robo/hurto de uso de vehículo.

En los registros practicados los agentes intervenieron complejos dispositivos de seguimiento GPS, micrófonos que ocultaban en los coches de sus víctimas, microcámaras que camuflaban en lugares tan dispares como troncos de árboles simulados o transportines de motocicletas, entre otros muchos efectos relacionados con sus actividades ilícitas. Además, la investigación patrimonial paralela ha puesto al descubierto el entramado empresarial utilizado por la organización para blanquear los beneficios que obtenían y ha permitido bloquear inmuebles y productos financieros. Se calcula que la banda habría conseguido volcar en torno a 2.000 kilogramos de cocaína, cuyo valor estimado en el mercado ascendería a 50 millones de euros.

El jefe de la Brigada Central de Crimen Organizado, Andrés Dieguez, describió: "Han utilizado medios que yo, como policía, no he tenido nunca al alcance".

A finales de diciembre de 2009 la organización se desplazó en bloque a las provincias de Cádiz y Málaga. Se encontraban realizando vigilancias sobre una de las empresas del puerto de Algeciras, por donde una organización de narcotraficantes pretendía introducir un contenedor con un cargamento de madera que ocultaría una gran partida de cocaína.

Entonces secuestraron al empleado de una de las empresas de gestión de contenedores del puerto, al que previamente vigilaron durante varios días. Sus captores le trasladaron a una nave que habían alquilado en el polígono Cortijo Real, donde le torturaron, amenazaron y cortaron un dedo de un pie con un hacha para que facilitara la situación de un contenedor procedente de Costa Rica, que por su trabajo habría despachado. El contenedor ocultaría la droga que pretendían sustraer.

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