Desaparecen los ejemplares de escribano sahariano que habían anidado en La Bajadilla

Antonio Jesús Sepúlveda, uno de los ornitólogos que, junto a Julio Ortega, descubrió a las primeras crías de escribano sahariano que habían nacido en la Península, acaba de denunciar la desaparición de estos ejemplares, que se habían instalado en la barriada de La Bajadilla, en Algeciras.

"Parece ser que los pájaros han sido capturados en una azotea", cuenta Sepúlveda después de varios días sin avistar ni a los adultos ni a los pollos. "Cuando dejamos de verlos, nos temimos lo peor". Añade Sepúlveda que este mismo lunes piensa poner una denuncia ante el Seprona y los Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Tanto él como su compañero, miembros del grupo ornitológico Tumbabuey, piden a los vecinos de La Bajadilla que comuniquen a estos dos cuerpos cualquier dato que pueda facilitar el paradero de los escribanos saharianos, un ave de cabeza gris y cuerpo pardo rojizo, parecido a un gorrión. "Ha llegado a mis oídos que las crían se encuentran en cautividad", añade Sepúlveda, quien el pasado mes de junio encontró a un trío de estos pájaros tras la iglesia de Santa María Micaela.

A comienzos de septiembre, él y Ortega hallaron dos crías. Los dos ornitólogos locales constataron entonces el emparejamiento de la especie, por primera vez, en la España peninsular, y consigo, el éxito en la reproducción.

En los últimos tiempos, con el aumento progresivo de los temperaturas, el escribano sahariano (Emberiza sahari) se había ido expandiendo hacia el norte de África, por Marruecos, Argelia, Túnez e, incluso, las ciudades de Ceuta y Tánger. Sin embargo, nunca había anidado al otro lado del Estrecho, hasta este verano, cuando se instaló en Algeciras.