Daniel Candel López (1905-1963), educador y masón (I)
Instituto de Estudios Campogibraltareños
Daniel Candel se inició en la logia algecireña Trafalgar en 1931 con el nombre simbólico de Rousseau
Defensor del laicismo en la enseñanza, fue director de la Escuela del Pósito Marítimo Terrestre de Algeciras, donde se educaban la mayoría de los hijos de marineros
Este artículo analiza la actividad académica y masónica del maestro de instrucción primaria Daniel Candel en el Campo de Gibraltar.
Posteriormente, la guerra civil española lo llevó hasta la remota región de la Patagonia argentina, donde tuvo la oportunidad de aplicar sus ideas sobre la escuela moderna. Partidario de una enseñanza laica y mixta y de una educación científica, siempre se preocupó por asegurar las condiciones materiales para que los alumnos pudiesen aprender. Empeñado en que “la cultura y educación del pueblo sea una realidad”, fundó la Academia Minerva, un centro laico, considerado hoy como el embrión de la enseñanza secundaria en la ciudad de Comodoro Rivadavia. Teorizó sobre su proyecto para dar forma a la educación integral de la niñez y los derechos del niño. Asuntos que tanto le preocupaban y a los que siempre volverá.
Docente en Algeciras
Nacido en Chichilla (Albacete) en 1905, cursó los estudios de Magisterio en la Escuela Normal de su capital provincial. Pero su primer destino sería en la provincia de Logroño. Tras este fue llamado a filas para realizar el servicio militar en el norte de África. Posteriormente obtuvo trabajo como docente en San Roque en 1928, muy cerca de donde ejercía su tío, el profesor Agustín Candel, que impartía clases en Algeciras desde 1917.
Reconocido docente, Agustín Candel Cano desarrolló una intensa labor en esta ciudad entre 1917 y 1936. Obtuvo a lo largo de su carrera 21 votos de gracia, fue vocal de la Junta Local de Primera Enseñanza y candidato a la Junta Provincial. Como masón, se inició en la logia Trafalgar en 1925 y adoptó el nombre simbólico de Pestalozzi. Fue elegido venerable maestro (1926-27 y 1933) y orador (1932 y 1935). En abril de 1926 sustituyó en la veneratura al histórico José Trelles Ruiz. Intervino en numerosas actividades de formación de masones del Campo de Gibraltar y Ceuta. Muy activo políticamente, fue miembro del Partido Republicano Radical Socialista y posteriormente de Izquierda Republicana.
Daniel Candel estaba muy unido a este docente e influyó mucho en su vocación y tendencias políticas y sociales. Compartía con su tío inquietudes por temas como la instrucción de la infancia y la salud pública.
Defensor del laicismo en la enseñanza, fue nombrado director de la Escuela de Orientación Marítima-Terrestre de Algeciras, más conocida como Escuela del Pósito, donde se educaban la mayoría de los hijos de marineros. Aquí pudo desarrollar sus ideas sobre una educación integral. También acerca del fomento de ciertas medidas higiénicas. Como docente era partidario de la creación de comedores y roperos escolares para asegurar las condiciones materiales a los menores de edad. Asimismo, desarrolló una intensa actividad cultural por medio de charlas y colaboró en varios periódicos locales.
Por otra parte, durante estos años su familia abandonaba Albacete para instalarse definitivamente en Algeciras y su padre, Rafael Candel, comenzó a trabajar en el puerto de esta ciudad. Mientras tanto Daniel conoció a su futura mujer, la argentina Clotilde Quirós.
En la Logia Trafalgar
En cuanto a sus ideas políticas, conectaba con los postulados republicanos que tan extendidos estaban en los ambientes culturales de la época. Parece que al principio perteneció al PSOE y posteriormente a Unión Republicana, el partido de Martínez Barrio.
Asimismo, se sintió atraído por la masonería. La logia local Trafalgar era un referente no solo en la comarca, sino en todos los territorios donde tenía jurisdicción la federación de la Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía de España (GLSRME), con sede en Sevilla. En este sentido sus primeros contactos con la institución se remontan a diciembre de 1929, cuando en el libro de correspondencia de la logia de Algeciras aparece una comunicación a la obediencia por “haber recomendado para su examen a este profano”.
Esta entidad se había creado en 1925, resucitando así un histórico taller desaparecido en 1887. La nueva logia agrupó a la mayoría de los masones locales, siendo la única de la ciudad y consiguiendo mantenerse al margen de las crisis de crecimiento. El prestigio de algunos de sus miembros le otorgó una merecida fama. Y durante los años posteriores pudo mantener este prestigio intacto y aportar estabilidad a la Orden merced a su cohesión interna. Ello permitirá el ingreso de algunas personalidades de la localidad, así como el respeto de otras entidades masónicas. Además, Trafalgar iba a destacar por la altura de los debates desarrollados en su seno y por una mayor dedicación a cuestiones científicas y culturales, huyendo de las polémicas que tanto habían deteriorado la imagen de la Orden.
Daniel Candel se iniciaba en esta logia algecireña en 1931 con el nombre simbólico de Rousseau. El 25 de mayo de 1932, cuando era grado 2º, ratificaba su promesa masónica. Ese mismo año alcanzaba el grado 3º y en 1935 estaba encuadrado en la comisión de Asuntos Generales. En el interior de la logia pudo coincidir no solo con su tío Agustín, sino también con otras personas con parecidas inquietudes. Docentes de Algeciras que reconocido prestigio, como Cayo Salvadores, y de fuera de ella, como el alcalde tarifeño Mora Rojas, que venía desarrollando una importante labor en las escuelas de la localidad con comedores escolares y roperos para los alumnos.
Durante estos años tenemos testimonios de sus intervenciones en las tenidas de la logia que tuvieron un marcado carácter formativo. Así, en la sesión del 8 de enero de 1934 interviene junto a otro masón para contrastar la lectura de un artículo de El Debate sobre un banquete masónico y otro de La Tierra titulado No levantar falso testimonio ni mentir en contestación al primero.
Un mes después, el 19 de febrero de 1934, Candel López daba lectura a un trabajo sobre la eugenesia titulado Intento de ensayo aleccionador. El orador Cayo Salvadores decía que “más bien que ensayo es una verdadera lección sobre eugenesia y después de manifestar los conocimientos tan profundos que tiene sobre la materia”. Y terminaba afirmando que “día que la educación fuese más racional el hombre se mejoraría, siendo indispensable como en los irracionales ir mejorando la especie: siendo muy aplaudido al terminar”. Sobre este asunto, en la sesión del 21 de marzo de 1934 se daba cuenta de una invitación del presidente del Círculo La Unión Mercantil dirigida a los miembros de la logia para una conferencia que debía impartir Daniel Candel en ese centro.
Asimismo, en la sesión del 21 de mayo de 1934 proponía que se felicitara al expresidente del consejo de ministros Martínez Barrio.
Durante estos años, Daniel, como hemos comentado, de ideología republicana y próximo a las ideas socialistas, colaborará con Unión Republicana. Pero no conocemos que su compromiso político le llevara a participar en la vida política municipal, aunque sí desarrolló cierta actividad cultural y colaboró en varios periódicos locales donde defendió sus ideas.
Guerra Civil y primer exilio
La Guerra Civil le sorprendió en Algeciras y permaneció oculto durante los primeros días. Su padre, Rafael Candel, que adolecía de actividad política y continuaba trabajando en el puerto de Algeciras, fue detenido y fusilado en agosto de 1936. Eso hizo que Daniel escapara a Gibraltar y desde allí a Tánger. En esta ciudad pudo trabajar impartiendo clases en un centro escolar de la legación española. También impartió algunas charlas en la casa de España sobre temas educativos.
Pero ante la proximidad de la guerra se planteaba viajar al continente americano. En un principio su intención era ir a México, adonde se habían ido algunos amigos suyos. Pero ante la insistencia de la familia argentina de su mujer, finalmente se embarcaba en Casablanca hacia Argentina en 1937. En Buenos Aires pudo trabajar en el sector del comercio de esta ciudad. Se inscribió en el registro especial de extranjeros como residente permanente. Tenía entonces 31 años y en la documentación de entrada hacía constar que era de religión católica.
Poco a poco allí reconstruye su vida y durante estos años en la capital aborda la escritura de un libro, que finalmente publica en 1939 con el título de Los derechos del niño. Ensayo pedagógico que pretende ser aleccionador, editado por Res Non Verba y promovido por el Centro Republicano Español de Buenos Aires, con prólogo de Manuel Blasco Garzón, que había sido ministro del Frente Popular. Este trabajo es un tratado sobre las cuestiones que siempre le habían preocupado y en el que iba a resumir sus ideas con respecto a la educación de la infancia y los derechos inalienables de los niños. Hoy el texto se encuentra en los fondos de la Biblioteca Nacional de Maestros de Buenos Aires.
También acudía a ese Centro Republicano de Buenos Aires y se reunía con otros exiliados españoles para seguir las noticias de la evolución del conflicto.
Iniciativa educativa en la Patagonia argentina
Convencido de que el regreso a España era imposible, contempló la posibilidad de recuperar su vida docente. Anteriormente pudo homologar su titulación académica y ello iba a permitirle trabajar en la Argentina. Le atraía la experiencia de poner en práctica sus ideas sobre la escuela moderna, laica e inclusiva y le habían hablado de Comodoro Rivadavia, en la lejana Patagonia. Esta ciudad adolecía de un centro de enseñanza secundaria y los alumnos no podían continuar sus estudios una vez cursada la primaria.
En 1939 llegó a Comodoro Rivadavia sin apenas recursos. Algunos testimonios no descartan que fuesen amigos masones quienes e ayudaron adelantándole el dinero necesario para alquilar un primer local. En un principio su condición de maestro republicano y masón exiliado pudo levantar algunos recelos en la localidad. Pero fundó una academia privada a la que denominó Minerva. Nombre con connotaciones masónicas, diosa de la sabiduría y de las artes y patrona de los artesanos. Se trataba de un centro educativo laico en el que se impartían las enseñanzas primaria y secundaria. Como ya hemos indicado, en aquellos momentos no existía ningún instituto público en la localidad, por lo que puede considerarse como el embrión de este tramo educativo.
El primer curso comenzó en mayo de 1940 y en enero de 1941 Minerva era declarada por el municipio “bien de interés público” por los buenos resultados que habían obtenido sus alumnos en los exámenes libres. Pronto adquirió un merecido prestigio. Su idea era adaptar esta primera escuela para que en el futuro fuese pública. Por lo que comunicaba al Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, su interés era incorporar la academia al sistema público como enseñanza oficial.
Artículo publicado en el número 57 de Almoraima. Revista de Estudios Campogibraltareños. Octubre de 2022.
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