La propiedad del Patio de Soto, histórica casa patio de Algeciras que en la actualidad ofrece un evidente deterioro, está construyendo un muro perimetral en torno al edificio. El objetivo de la tapia es evitar que se pueda acceder al inmueble y que los puntales que aseguran la edificación sean robados, que es lo que ha venido sucediendo.

El edificio sufrió un desprendimiento el pasado mayo y la Policía Local tuvo que acordonar la zona como medida de seguridad ante los transeúntes. La incidencia atestiguó la precaria situación de la construcción, que está apuntalada para ganar estabilidad.

Ocurre que en el inmueble, por una parte, se metía gente. Algunas de estas personas, u otras, además, también robaron puntales. Es una sustracción que se estaba dando con el consiguiente peligro, al perderse los elementos colocados justamente para evitar riesgos.

Desde Disciplina Urbanística se emitieron varias advertencias a los dueños para que intentaran solucionar lo que se estaba produciendo. La delegación de Urbanismo mantuvo una reunión con los propietarios e instó a ejecutar una serie de actuaciones para lograr tanto en el inmueble como en la zona la mejor situación posible.

Así las cosas, la propiedad está reponiendo los puntales robados y los nuevos están siendo soldados para evitar que sean objeto de nuevos hurtos. Además, también, dicho queda, está construyendo el muro perimetral, a fin de impedir el acceso al edificio.

Diego González de la Torre, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento algecireño, explica que los propietarios del inmueble están por la labor de reformarlo y rehabilitarlo, pero que hay que tener en consideración, como se tiene, el actual contexto económico y la envergadura de una intervención así. Hay que recordar que el edificio está protegido y no puede ser demolido.

Los patios de vecinos surgieron para dar cobijo a las familias humildes. Se trataba de solucionar en poco espacio los problemas de acceso a una vivienda a bajo precio. Llegaron a ser un centenar en el pasado en Algeciras. La vida en el corral giraba en torno al patio, centro geográfico y neurálgico de los vecinos que allí se albergaban.

El Patio de Soto, levantado a principios del siglo XX, concretamente hacia 1920, según se estima, se ubica entre las calles Los Barreros, Conde Niebla y Carteya. En aquel entonces, mientras que la clase pudiente se alojaba en las casas construidas alrededor del hotel Reina Cristina, las casas económicas se extendían hacia el exterior de esta nueva zona urbana.

Esta casa de vecinos está incluida en el catálogo municipal de bienes como grado 3. Según se recoge en dicho catálogo, su autor es desconocido. Se trata de un edificio planteado, efectivamente, para viviendas de alquiler, con un patio central y corredores abiertos al mismo. Dispone de galerías sobre pilastras en una de sus fachadas. Para su construcción se utilizaron muros de carga, elementos de hormigón armado y vigas de acero.

Asimismo, tiene una amplia escalera de ladrillo denominada "a montacaballo". Los elementos ornamentales se limitan al recercado parcial de los huecos. El edificio, de estilo o corriente arquitectónica indefinido, es fundamentalmente singular por su peculiar tipología de antigua corrala. Ahora ha habido que añadir el muro.