El 28 de octubre de 2021, agentes de la comisaría de la Policía Nacional de Algeciras procedían bajo orden judicial a la detención de un profesor de 36 años y a los registros en la ciudad, prácticamente simultáneos, de su domicilio particular y del de su madre, además de la academia donde hasta ese día había venido impartiendo clases con aparente normalidad.

El operativo policial suponía la culminación de una investigación emprendida por la unidad de Delitos Tecnológicos a raíz de una alerta recibida en el mes de julio. La Homeland Security Investigations (HSI) de Estados Unidos había advertido de que se estaba subiendo material pedófilo a Internet desde varias direcciones IP localizadas en Algeciras.

En los tres inmuebles, durante los registros, los agentes encontraron “una pluralidad de dispositivos” con “una cantidad masiva de archivos informáticos, imágenes y vídeos, en los que se representaban a personas menores de edad desnudas, realizando prácticas de naturaleza sexual con adultos y con otros menores”.

La sentencia le inhabilita también durante 22 años para ejercer la docencia y le obliga a indemnizar con 27.500 euros a sus víctimas

El desenlace a las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción nº 5 de Algeciras lo puso la sección 7ª de la Audiencia de Cádiz, con sede en la ciudad, en una sentencia fechada en mayo pasado a la que ha tenido acceso Europa Sur. El fallo recoge la condena del profesor a trece años y seis meses de prisión y a diez años de libertad vigilada cuando salga de prisión. En su haber: dos delitos de abuso sexual a menores, ocho delitos contra la intimidad de descubrimiento y revelación de secretos, un delito de posesión de pornografía infantil, un delito de exhibición de material pornográfico y un delito de utilización de menor de edad para la elaboración de material pornográfico. El juicio no llegó a llevarse a cabo tras un acuerdo de conformidad por el que el profesor asumió íntegramente las peticiones de la Fiscalía y de la acusación particular.

Un agente clasifica los CD intervenidos en el domicilio del detenido.

La sentencia condena también al acusado, que en el momento de su arresto contaba con 36 años, a indemnizar a sus víctimas, todas menores de edad, con 27.500 euros -con cantidades que oscilan entre 1.000 y 8.000 euros-, a multas por un valor total de 12.600 euros, a su inhabilitación durante 22 años para impartir clases a menores y a la retirada durante seis años de la patria potestad. Además de en la academia, el profesor también impartía clases particulares. En su poder tenía más de 1.400 archivos de pornografía infantil que había subido a Internet, según la investigación policial.

Las víctimas, en su mayoría, eran chicas menores de edad, si bien grabó también a un niño desnudo, hijo de unos vecinos

En el análisis de los dispositivos intervenidos, los agentes de Delitos Informáticos descubrieron que, junto al contenido masivo de pornografía infantil, había igualmente vídeos de contenido sexual de menores de edad, grabados por el condenado de manera subrepticia en su propio domicilio. Para ello se había servido de una cámara espía.

Las víctimas, en su mayoría, eran chicas menores de edad a las que tenía acceso en su condición de docente, si bien en el relato de hechos queda constancia de que el condenado grabó también en vídeo a un niño desnudo, hijo de unos vecinos suyos.

La condena incluye el decomiso definitivo de todo el material tecnológico que el profesor empleó para llevar a cabo sus delitos y el pago de las costas procesales.