Chávez se mantendrá 20 años en el poder

El presidente consigue el 55,42% de los votos en unas elecciones en las que la oposición también sale fortalecida al recibir el apoyo de la otra mitad del país

Seguidores de Chávez festejan su victoria en la capital.
Seguidores de Chávez festejan su victoria en la capital.
Anna Pelegrí (Afp) / Caracas

09 de octubre 2012 - 01:00

Hugo Chávez ganó el domingo con comodidad los comicios para gobernar Venezuela por seis años más, pero la oposición salió fortalecida con un líder, Henrique Capriles, que por primera vez reúne a casi la mitad del país, que se opone al proyecto socialista del presidente.

Chávez, en el poder desde 1999, se impuso a Capriles por más de diez puntos, el 55% de los votos frente al 44,3% y una diferencia de 1,5 millones de sufragios, según los últimos datos del Consejo Nacional Electoral, con el 95,5% de las papeletas contabilizadas.

El diario opositor Tal Cual editorializó en su edición de ayer que el presidente "no puede olvidar que tiene frente a sí y contra él a la mitad del país. Venezuela está desgraciadamente partida en dos mitades. Un país así no puede prosperar".

Prueba de esa fractura, Venezuela amaneció nuevamente ayer con dos caras totalmente opuestas, entre la mitad que aupó a Chávez y la otra que, por primera vez, creyó en la posibilidad de derrotar al poderoso mandatario a la luz de algunas encuestas prometedoras que, sin embargo, erraron de plano.

A primera hora de ayer, la televisión oficial VTV difundía en bucle imágenes de la victoria de Chávez al son de una música festiva y triunfal, mientras en el este de Caracas, bastión de la oposición, las calles lucían desiertas, excepto algunos vecinos que departían desanimados en la acera.

"¡Cómo puede ser! Tanta ignorancia. Mira, aquí no hay nadie, la gente está muy deprimida", dijo Jesús Fajardo, un jubilado en el acomodado barrio de Chacao.

"Tenemos que mantener el ánimo", dijo una mujer al escuchar a Fajardo, antes de alejarse con lágrimas en los ojos.

En algunos de los pocos comercios abiertos, muchos empleados no acudieron a trabajar.

La victoria del presidente, cuya imagen se vio debilitada en los últimos meses por un cáncer del que asegura haberse curado, reafirma que sigue contando con un gran apoyo popular, especialmente entre los pobres que acudieron en masa a votar.

La participación, del 80%, fue "masiva. Se desplazaron en masa los sectores D y E, los más pobres, que apoyan al presidente", dijo el analista político Farith Fraija.

Pero la oposición, que en las últimas presidenciales de 2006 fue barrida por 25 puntos por el presidente, dio un salto incuestionable seis años después de la mano del joven ex gobernador Henrique Capriles, de 40 años.

Chávez, al frente del país con las mayores reservas de crudo mundiales, tendió tras su victoria la mano a la oposición e hizo un llamamiento a la unidad nacional, pese a la polarización que marcó su discurso en la última década.

Capriles, elegido en unas inéditas primarias candidato opositor en un proceso que consolidó la unidad de su campo, prometió el domingo tras reconocer la derrota que no dejará solos a los más de seis millones de venezolanos que votaron por él.

"Hay una oposición más consolidada, con un liderazgo claro y con muchas opciones para el futuro", dijo el presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León. "No estoy minimizando, Chávez ganó sin duda, es un monstruo de la política, pero no es la misma elección que en 2006. Ahora tiene un líder en la oposición que puede capitalizar la unidad" de sus detractores, insistió.

No obstante, ambos campos plantean dos proyectos diametralmente distintos: el presidente apuesta por hacer irreversible su revolución socialista, frente al programa progresista de Capriles, inspirado en la izquierda brasileña.

Chávez, que personificó el poder y mantiene una conexión casi personal con las clases populares, prevé además potenciar el Estado comunal, despojando según sus detractores de competencias a las regiones. También continuará con sus políticas que han mermado al sector privado, con masivas expropiaciones y férreas regulaciones, especialmente un estricto control de cambio y de precios.

Sus misiones sociales financiadas con la renta petrolera y que tanto le ayudaron electoralmente desde su lanzamiento en 2003, seguirán siendo eje central de su política.

La reelección de Chávez fue acogida con satisfacción en la región, donde el presidente ha construido un fuerte liderazgo gracias a una diplomacia petrolera y a sus esfuerzos de integración que le han aproximado incluso a mandatarios conservadores, como el colombiano Juan Manuel Santos.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, fue la primera en felicitarlo: "Hugo, hoy quiero decirte que has arado en la tierra, la has sembrado, la has regado y hoy has levantado la cosecha", escribió en Twitter, aludiendo a una cita del libertador Simón Bolívar.

Cuba, su gran aliada, dijo que el triunfo "demuestra la fortaleza de la Revolución Bolivariana y su incuestionable respaldo popular", según el presidente Raúl Castro. EEUU, país con el que el mandatario mantiene complejas relaciones, instó por su parte a Chávez a "tener en cuenta" a los seis millones de opositores.

Chávez, desde un balcón del

Palacio de Miraflores, en

Caracas, tras ganar las

elecciones.

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