Calenduleando

Érase una vez que los niños de Algeciras vivieron su primer Festival de Literatura Infantil y Juvenil

Cuentacuentos y narración oral en el parque María Cristina, este sábado.

Cuentacuentos y narración oral en el parque María Cristina, este sábado. / Vanessa Pérez

Los personajes creados por Hans Christian Andersen, los hermanos Grimm, Charles Perrault, Roald Dahl o Julio Verne habitan, de algún modo, en el parque María Cristina de Algeciras gracias al primer festival de Literatura Infantil y Juvenil que, con grandes dosis de valor y esfuerzo, ha organizado la librería La Caléndula con la colaboración del Ayuntamiento de Algeciras.

Muchos niños del Campo de Gibraltar han escuchado este sábado las andanzas de Cenicienta, Peter Pan, Alicia en el país de las maravillas, Caperucita roja, la Sirenita, los tres cerditos, el patito feo, Pulgarcito, Blancanieves, Rapunzel, Hansel y Gretel, el ratoncito Pérez y otros amigos más recientes, todos ellos pilares sobre los que se sostiene la imaginación del mundo occidental.

A través de diversos cuentacuentos, la narración oral ha atrapado, como siempre ha hecho, la atención de los más pequeños y sus familias, durante una jornada en la que el parque ha lucido más alegre que nunca. Las propietarias de Calénduda, Rocío Vázquez y Elena Guillén, han creado un bosque encantado, tema central de la ambientación del festival, evocando a los cuentos clásicos de hadas, el origen de la literatura infantil.

Ambiente en el primer Festival de Literatura Infantil y Juvenil organizado por la librería Caléndula. Ambiente en el primer Festival de Literatura Infantil y Juvenil organizado por la librería Caléndula.

Ambiente en el primer Festival de Literatura Infantil y Juvenil organizado por la librería Caléndula. / Vanessa Pérez

Además de los cuentacuentos también ha habido talleres, exposiciones, encuentros con autores e ilustradores, pintacaras a cargo de Apymeal, puestos de artesanías y photocalls, además de música en directo y puestos de comida y bebida. El objetivo, como ellas mismas explicaron, era organizar "una fiesta del niño y los libros". Para ello, hasta la mismísima madrastra de Blancanieves ha prestado por un día su espejito mágico, pero mañana habrá que devolverlo. 

Tras el paso de este feliz experimento que ha llevado por nombre Calenduleando, los niños de Algeciras sueñan un poco más.

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