Barberán abandona la cárcel de Botafuegos tras abonar la fianza de veinte mil euros

Barberán, izquierda, junto a Pablo Caro, en una rueda de prensa.

El matador de toros Salvador Barberán abandonó ayer la cárcel de Botafuegos de Algeciras tras pagar los 20.000 euros de fianza que le impuso la jueza para eludir la prisión impuesta tras ser acusado de blanqueo de capitales. El algecireño ingresó en el centro penitenciario junto a su apoderado, Pedro Pablo Caro, quien abandonará la cárcel en las próximas horas si reúne la cantidad de la fianza.

Barberán fue detenido en el marco de una operación contra el blanqueo de capitales que viene desarrollando la Policía Nacional desde septiembre y que, por el momento, continúa abierta y bajo secreto de sumario.

El torero y su apoderado ingresaron en prisión el miércoles por la tarde por orden judicial tras prestar declaración ante la juez del Juzgado de Guardia. La titular del juzgado vio indicios de un presunto delito de blanqueo, además de estar relacionado con la trama desarticulada el pasado mes de septiembre en el centro de Algeciras.

La noticia del diestro algecireño conmocionó a los aficionados al mundo del toro. Una noticia de la que se hicieron eco todos los portales taurinos a nivel nacional.

Por otro lado, su apoderado el malagueño de Archidona Pedro Caro del Toro mantiene una relación directa con Barberán desde que sellaran un acuerdo de apoderamiento hace tres temporadas, aunque con muchas idas y venidas por ambas partes.

Caro del Toro acompañó a Barberán en la pasada feria de junio de Algeciras el día de su alternativa y también le cerró varias contrataciones antes del doctorado como la despedida de novillero en Las Ventas. Al ingreso en prisión del apoderado se le unió ayer el fallecimiento de su madre tras ser operada de urgencia en un centro hospitalario de Málaga.

La temporada protagonizada por Salvador Barberán no ha sido la más idónea. Sólo ha toreado una corrida de toros que corresponde a la de su alternativa en la pasada feria de junio. Una tarde que no dio el paso necesario para triunfar y que fue silenciado en su lote.