"Con el Algeciras jugué una liguilla de ascenso a segunda División"

El túnel del tiempo

Evaristo Blázquez Jiménez. Ex Jugador del Algeciras CF y funcionario municipal

Evaristo Blázquez, tras su reciente jubilación como funcionario.
Evaristo Blázquez, tras su reciente jubilación como funcionario.

05 de mayo 2008 - 01:00

SU vida la ha entregado a dos actividades un tanto dispares, como son la de funcionario municipal y el deporte. De la primera hizo profesión; la segunda fue, y todavía es, su afición favorita que repartió entre fútbol y baloncesto. Una y otra, trabajo y hobby, las compaginó Evaristo Blázquez Jiménez, desde que era un chaval.

"Cuando finalicé mis estudios en la academia de Juan Hoyos, entré de meritorio en el ayuntamiento, llevado por el propio Juan Hoyos que, a la vez, era Jefe de Negociado del Consistorio. Tenía yo 16 años y, a esa misma edad empecé a jugar al fútbol, digamos serio, en el Algecireño CF que entrenaba Miguel Pérez", explica el inicio paralelo que tuvo en ambos cometidos. Como funcionario municipal se jubiló, tras 46 años de actividad laboral, en calidad de Jefe de Servicios, regentando la Áreas de Seguridad Ciudadana y Servicios Municipales al Ciudadano. En el deporte, entre fútbol y baloncesto, Evaristo, hizo coincidir su retirada deportiva con la jubilación laboral. Pero separemos estadios.

Nos centramos, primero en el deporte. "Del Algecireño pasé al Algeciras Juvenil, con Andrés Mateo de entrenador, del que salté al primer equipo a los 18 años, debutando en tercera división. Recuerdo que nos entrenaba Paco Antúnez y jugamos una liguilla de ascenso a segunda. Fue, si no me equivoco, en la temporada 60/61", precisa. Evaristo ocupaba la demarcación de defensa central o medio volante, según estimase el mister. Era la época de los Torollo, Miguel y Paco León, Juan José, Tati Orozco, Corruco Mendoza... y otros más que hicieron historia en el equipo del antiguo Mirador. "Eliminamos al Puerto de Sevilla y Calvo Sotelo de Puertollano, pero en la final el Cádiz, que fue el que ascendió, nos ganó", completa la efemérides. Fue su época dorada como futbolista; Cádiz, Málaga, Ferrol y otros equipos de superior categoría quisieron enrolarlo en sus filas. ¿Qué pasó para no fichar, por alguno de ellos?, preguntamos. "La culpa, la tuvo ganar las oposiciones al ayuntamiento de Auxiliar Administrativo, circunstancia que me obligaba a elegir entre ser funcionario o jugador. Yo quería el fútbol pero mi padre, me dijo: 'primero el ayuntamiento que es lo fijo; el fútbol son dos días'. Y no se equivocó. Además, por aquel entonces tuve que hacer el servicio militar, lo que me retiró casi dos años de los terrenos de juego", expone. Tras licenciarse, Blázquez, regresa a Algeciras; se incorpora a su trabajo de funcionario y, también, vuelve al fútbol. "Jugué en el Barbate, Tarifa y Elcano, en tercera división equipo, este último, en él que, a los 24 años, colgué las botas debido a que, el fútbol se había profesionalizado mucho, yo había ascendido en mi carrera como funcionario, y se me hacía imposible compaginar trabajo con afición. Total que, siguiendo los consejos de mi padre, me quedé en el ayuntamiento. Y acerté, porque en él hice mi vida, de forma definitiva", manifiesta.

En efecto siguió escalando puestos hasta jubilarse, culminando una brillante carrera con la máxima graduación, como Jefe de Servicios. Dejó el fútbol activo pero no el pasivo, valga la expresión, como hincha entusiasta del club de sus amores: El Algeciras CF. Hay un paréntesis en medio con el baloncesto, disciplina en la que llegó a ser presidente de UDEA. Le pedimos que nos aclare el cambio deportivo. "La verdad es que a mí los deportes, en general, me gustan todos y mi hijo mayor, Evaristo, con 14 años, jugaba en el histórico UDEA. Sus 2,03 metros le hacían destacar como pivot y Pepe Saborido, lo llevó a probar al Barcelona, siendo juvenil. Gustó, lo ficharon, y allí hizo carrera. Esto fue lo que me captó y ligó al baloncesto, al punto de ser presidente de las dos secciones, masculina y femenina de UDEA", explica. Evaristo junior, respondió a la confianza depositada en él por la directiva culé. Pronto entró en la élite del deporte de los aros, llegando a jugar con la selección nacional junior, un campeonato europeo y el mundial de Mallorca, que lideró con Villacampa. Después, del Barcelona, fichó por equipos de la máxima categoría como el Licor 43, Caja Bilbao, Gijón, etc... hasta poner fin a su brillante trayectoria deportiva aquí, en Algeciras, cuando el club estaba en la división LEB.

Sincérese y escoja, entre el futbolista que pudo ser y el funcionario que fue, cuestionamos. "Sin dudarlo futbolista, pero... quedé en el intento. No obstante, mi profesión de funcionario, también me gustaba muchísimo y estoy muy satisfecho de lo conseguido en ella. No, no me arrepiento de la elección que hice; fui realista pensando en el mañana, que es mi hoy feliz", determina convencido.

Y el tiempo le dio la razón.

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