Acusado de dilapidar el patrimonio de una inmobiliaria que compartía

J. F. M. declaró ayer que era el administrador único de una empresa inmobiliaria que compartía con F. T. P., aunque aclaró que la contabilidad la llevaba su asesor y que vendió el local donde estaba el negocio, en la calle San Antonio, para pagar deudas. Su compañero de empresa se ha querellado porque lo acusa de no informarle sobre el desarrollo de la sociedad y por dilapidar el patrimonio que compartían. Dice que aún hoy paga deudas por más de 90.000 euros por su condición de avalista. También tiene abierta una causa por la vía judicial.

Es el juicio que se celebró ayer en la sección algecireña de la Audiencia Provincial. El fiscal y la acusación particular coinciden en reclamar al acusado por responsabilidad civil 84.174,63 euros. Además, el ministerio público le responsabiliza de 3 delitos societarios, por los que pide 10 meses de multa y 4 años y 6 meses de prisión, y uno por apropiación indebida (5 años más). La acusación particular ha calificado los hechos en 10 meses de multa por un delito societario, 5 años de cárcel por apropiación indebida y 6 meses por ir contra la hacienda pública.

J. F. M. explicó que estableció el negocio con F. T. P. y un tercer socio, cuya parte fue luego liquidada. Quedaron los dos primeros al 50% y él como administrador único. Añadió que no hubo beneficios y que los gastos eran "brutales", que F. T. P. fue informado y que llegaron a tener deudas de 167.000 euros y que al cierre se quedó en 47.000. Fue tras la venta del local por unos 80.000 euros, de los que señaló que 43.000 destinó a cancelar una hipoteca y 36.000 para la cuenta de la empresa. Dice que lo hizo por necesidad de la empresa.

El querellante replicó que no fue debidamente informado de la evolución, que se enteró a posteriori de la venta del local y calificó que el patrimonio de la sociedad fue dilapidado.