60 años de movimiento: Moeve celebra su historia hecha de personas
Mundo empresa
EL viento del atardecer soplaba con suavidad sobre el Club de Golf La Alcaidesa, en San Roque, cuando comenzaron a llegar los primeros asistentes al acto conmemorativo por el 60 aniversario de Moeve. Habían sido invitados tanto empleados en activo como quienes formaron parte de la compañía en el pasado. Hubo abrazos, saludos sinceros y miradas que reconocían a quienes compartieron turnos, madrugadas, paradas generales y días de arranque.
Era miércoles 8 de octubre, y Moeve —antes conocida como Cepsa— conmemoraba seis décadas de presencia en Andalucía. Más allá de un simple acto empresarial, la cita tuvo un marcado carácter humano, siendo un reencuentro entre generaciones que han formado parte de una historia común en el corazón industrial del Campo de Gibraltar.
Un acto centrado en las personas
La jornada comenzó con unas breves declaraciones por parte de la viceconsejera de Empleo de la Junta de Andalucía, Beatriz Barranco; el director del Parque Energético San Roque, Rosendo Rivero; y la delegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores. Más allá de los discursos, todos coincidieron en una misma idea que acabaría marcando el tono del evento, el verdadero motor de Moeve han sido, y siguen siendo, las personas. Rosendo Rivero, en calidad de anfitrión, comenzó con un mensaje de agradecimiento: “Es un día muy feliz como portavoz de la compañía. Poder ser testigo de la fidelidad a unos valores y a una tierra que en todo momento nos ha acompañado”, expresó. Sus palabras marcaron una línea clara: este 60 aniversario es una celebración del vínculo entre empresa y comunidad, más allá de cifras o hitos industriales.
Desde el Gobierno andaluz, la viceconsejera Beatriz Barranco subrayó el peso que Moeve tiene en la economía, y en la identidad del Campo de Gibraltar. “Llegar a sesenta años no es fácil en ningún proyecto, y en una empresa tiene muchísimo mérito”, afirmó. Y respaldó sus palabras con datos: más de 5.000 empleos directos e indirectos, una aportación cercana al 9% del PIB andaluz y 5.000 millones de euros en exportaciones. También mencionó el papel estratégico que la compañía jugará en el futuro Valle del Hidrógeno Verde. No obstante, quiso ir más allá de las cifras: “Lo verdaderamente valioso son las personas que están detrás, los profesionales que han hecho posible que esta empresa siga creciendo sesenta años después”.
En esa misma línea se expresó la delegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores, quien cerró el bloque institucional con un mensaje de reconocimiento: “Hoy es un día de felicitación y de enhorabuena por todo el trabajo que se hace desde Moeve, por cómo repercute en el Campo de Gibraltar y en toda la provincia. Moeve es una empresa con presente y con futuro, y eso se traduce en empleo, industria y oportunidades para esta comarca”.
La voz de los que construyeron Moeve
Sin grandes formalidades ni protocolos rígidos, el protagonismo pasó a quienes verdaderamente han construido la historia de Moeve: sus trabajadores. Pasado y presente se dieron la mano en un acto donde la industria cedió el primer plano a las personas. “Esto es una celebración de las personas”, insistía Rosendo Rivero al dar paso al acto principal. “Veo aquí amigos, compañeros, personas que nos han traído hasta este momento. Empleados que en otros tiempos sacaron adelante el centro industrial”. Su intervención fue un recorrido sereno por seis décadas de historia industrial, profundamente ligada al desarrollo del Campo de Gibraltar. Recordó los orígenes de la planta, inaugurada en 1965, y los desafíos de sus primeros pasos: montar cadenas logísticas desde cero, investigar tecnologías incipientes, formar a las primeras generaciones de profesionales. A partir de ahí, trazó una línea clara de evolución: la puesta en marcha de las primeras unidades en los años sesenta, la expansión de infraestructuras y capacidades durante los ochenta y noventa, la especialización tecnológica de los 2000 y, en los últimos años, la apuesta decidida por la innovación y la sostenibilidad.
Sin embargo, más allá de los hitos industriales, su mensaje volvió siempre al mismo eje: las personas. “Las personas han hecho esto posible. Nuestro pasado y nuestro presente están bien hechos, y el futuro es ilusionante. A quienes nos han traído hasta aquí, muchas gracias. Y a las nuevas generaciones, os pido que os miréis en el espejo de quienes levantaron esto”.
Dos generaciones, una misma historia
El momento más esperado de la jornada llegó cuando subieron al escenario Jaime de Sola, un trabajador veterano, y María González, ingeniera de proceso en la planta de Guadarranque. La conversación entre ambos fluyó con naturalidad, sencilla, directa, casi íntima: dos generaciones compartiendo una historia común. “¿Te imaginas, Jaime, sesenta años de Moeve en Andalucía?”, preguntó María. Él asintió con una media sonrisa: “Son muchos años de paradas, de arranques, de inversiones, de historias que podríamos contar… En mis tiempos había pocas máquinas de café. Teníamos una cafetera, y la ponía el primero que llegaba”, recordó, provocando sonrisas entre los presentes.
Después, compartió una anécdota personal que conmovió a la sala. “Nunca olvidaré la parada general de 1990. Llevaba siete meses en la empresa. A mitad de parada, mi mujer se puso de parto. Nació mi hija Paloma. La llamábamos la niña de la parada. Ese mismo día me fui a trabajar, porque era el inspector titular. Éramos un gran equipo y salimos adelante”. El silencio en el auditorio fue total. Luego, los aplausos hablaron por todos. “Para mí, esta empresa es una gran familia. Hemos pasado aquí gran parte de nuestra vida. Moeve se puede adaptar, innovar y seguir creciendo juntos”, añadió.
María recogió su testimonio:“Aquí siento que puedo crecer profesionalmente y aprender de profesionales con mucha experiencia. Los retos que vienen son enormes, pero también ilusionantes”. Le preguntó si creía que las nuevas generaciones podían aportar algo distinto: “No lo creo. Estoy convencido”, respondió Jaime sin dudar, “sois el motor que nos impulsa hacia arriba. Nosotros aportamos experiencia; vosotros, el futuro”.
El intercambio cerró con un nuevo aplauso, aún más largo. Antes de bajar del escenario, Jaime quiso dedicar unas últimas palabras: “Un aplauso para todos los que están aquí y para los que no han podido venir. Para todos los que componemos Moeve, y también para las compañías auxiliares que nos acompañan cada día”. Un gesto sencillo, pero sincero. En algunas filas, más de uno se secó discretamente los ojos.
Voces desde la sala de control
Uno de los momentos más simbólicos de la jornada fue la conexión en directo con la sala de control del parque, donde el turno de noche acababa de incorporarse. En pantalla apareció Juan Maldonado, uno de los jefes de fábrica. “Trabajamos 24 horas, 365 días al año”, y a la pregunta, del vicepresidente de Energy Parks, Antonio Joyanes, de qué valoraba más de su equipo, lo tuvo claro: “La colaboración y el entendimiento. Llevamos mucho tiempo trabajando juntos”. Un testimonio breve, pero que recordaba que, mientras se celebraba el aniversario, la actividad no se detenía. El Parque Energético San Roque seguía vivo.
El valor de la industria y de quienes la sostienen
El vicepresidente de Energy Parks, Antonio Joyanes, centró su intervención en el valor humano y el papel de la industria: “Lo que verdaderamente constituye una empresa son las personas. Tenemos una familia muy particular: aquí hay hijos, hermanos, matrimonios. Eso no pasa en todas partes”. Asimismo, reivindicó el papel de la industria como motor de progreso: “A veces no hemos tenido nuestros mejores momentos en la percepción social, pero es importante recordar de dónde venimos. Si hoy podemos afrontar proyectos sostenibles es porque hemos aprendido y crecido durante décadas”. El vicepresidente recordó los casi cien años de experiencia del grupo, desde sus orígenes en Canarias, y la evolución tecnológica que ha permitido situar sus plantas entre las más avanzadas de Europa. “Lo mejor está por venir, tenemos una gran oportunidad como país y como región, y podemos hacerlo porque vosotros estáis ahí”. Un reconocimiento a quienes, con su trabajo, han hecho posible que Moeve cumpla sesenta años mirando al futuro.
Cierre con mirada de futuro
La viceconsejera de Empleo, Beatriz Barranco, subió al escenario para clausurar el acto, en nombre del Gobierno andaluz: “No es fácil que un proyecto llegue a esta edad. Habéis evolucionado, os habéis adaptado, habéis pasado de refinería a parque energético. Todo ha cambiado, también vosotros”. Del mismo modo, destacó el papel de Moeve como motor económico y social del Campo de Gibraltar: “Sois un pilar fundamental en San Roque y en la provincia de Cádiz. Habéis creado empleo de calidad y habéis mejorado la vida de los ciudadanos”.
Cerró su intervención con un mensaje dirigido directamente a los trabajadores: “Todo esto es posible gracias a las personas. A los que estuvieron y a los que están. Vosotros sois el futuro de Andalucía”.
El acto concluyó con una gran foto de familia. Empleados, autoridades y jubilados se pusieron en pie, espués llegaríann los brindis, los abrazos y los reencuentros. Algunos veteranos miraban las viejas imágenes de 1965; los más jóvenes hablaban del hidrógeno y del futuro. En esa mezcla de pasado y esperanza se resumía todo: sesenta años después, Moeve sigue siendo mucho más que una industria. “Esto es una celebración de las personas”, había dicho Rosendo Rivero al inicio, y al caer la tarde, todos parecían coincidir en lo mismo: Moeve sigue en movimiento.
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