Algeciras se echó a la calle una vez más en unas fiestas pletóricas en cuanto ambiente para el centro de la ciudad. ¿El motivo en esta ocasión? Comer y comer dulce. Pero es que además era por una buena causa. Las dietas milagrosas y la cuesta de enero pueden esperar. Este jueves tocaba devorar el roscón de Reyes solidario con la asociación Bandera Rosa (Asociación de Pacientes y Familiares de Cáncer de Mama del Campo de Gibraltar).
Cientos de personas guardaron cola para probar bocado del suculento roscón de 50 metros de longitud desplegado en la calle Regino Martínez junto a la tasca El Violinista, uno de los anfitriones de la iniciativa, que cumplió su tercera edición de la mano de Apymeal, el Ayuntamiento algecireño y las bravas mujeres de Bandera Rosa.
Los más madrugadores se atiborraron de roscón, previo paso por la caja para adquirir el ticket solidario. La cola se alargaba metros y metros cuando apenas quedaba menos de medio roscón. Por la Plaza Alta se podían ver familias con su platillo de plástico y un trocito de roscón que despertaba a los estómagos ajenos. Menuda pinta.
"El día 7 nos ponemos a régimen", decía una mujer sonriente con su roscón. "Está muy bueno y además es para ayudar a una buena causa", no le faltaba razón a este hombre. Al ritmo que marchaba el ambiente, se puede decir que los 50 metros de dulce se quedaron hasta cortos.
El Ayuntamiento estuvo representado por la delegada municipal de Comercio, Sabina Quiles, el delegado de Fomento Económico y Empleo, Álvaro Márquez, y el delegado de Juventud, Francisco Javier Arango. Los ediles comprobaron de primera mano el éxito de la III edición del roscón de Reyes gigante. "Se pone en evidencia que Algeciras es una ciudad muy solidaria y comprometida con quien más lo necesita y también que la actividad comercial está en plena forma", destacó Quiles.
También participaron miembros del colectivo de Bandera Rosa así como la presidenta de la Apymeal, Francisca Ríos.
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