baloncesto fase de clasificación de la conferencia sur de la liga eba

Oh!Tels-ULB, ahí tienes tu premio

  • El equipo de La Línea, que llega a disfrutar de una renta de 20 puntos, derrota al Medac y se mete en las semifinales de Conferencia tras un final agónico bien manejado por Miki Ortega

Dos veces en dos años, ahí queda eso. Con sufrimiento, que tampoco es cuestión de perder las buenas costumbres. El Oh!Tels ULB logró ayer la clasificación matemática para las semifinales de la Conferencia Sur de la Liga EBA. Todo un logro para una plantilla a la que han azotado durante el curso todo tipo de adversidades y que ayer fue capaz de resurgir de sus cenizas tras encadenar cuatro derrotas para, otra vez contra el Medacbasket, alcanzar el objetivo. Todo lo que llegue a partir de ahora es un bonus extra. Pero el éxito, y eso no debe olvidarlo nadie, quedó anoche certificado.

Bien está lo que bien acaba. Un Oh!Tels que se había descompuesto desde enero apeló ayer a su orgullo y, arropado por su gente, doblegó al Medacbasket y alcanzó las ansiadas semifinales. Exceptuando el primer cuarto, tampoco es que fuese un partido para recordar. Pero hay días en el calendario en los que sólo existen dos alternativas: ganar o fracasar. Y lo importante ayer es que el equipo de La Línea optó por la primera opción.

El conjunto de Vicente González -que tiene mucha culpa de este éxito- parecía tener los deberes hechos en la primera mitad. Después de un primer cuarto electrizante (en el que llegó a estar 27-12) atisbó el descanso con su máxima renta, 20 puntos (46-26) merced a un triple de Miki Ortega a falta de 1.46. Un 0-7 dejó el partido vivo.

En la segunda parte pasaron factura a los de casa la falta de rotación (ayer, para colmo, Lucas Pérez cayó lesionado en el calentamiento) y la juventud de un rival que basa gran parte de su baloncesto en una defensa asfixiante amparada por un fondo físico propio de lo que son sus integrantes: un grupo de chavales, entre los que, por cierto, se encuentra el barreño Rubén Perea.

El caso es que con 77-74 Ortega falló un tiro libre y en el rebote estaba media Liga. Lo capturó Maxwell y a partir de ahí el base echó mano de su veteranía, fue trabajándose las faltas y condujo a los suyos al triunfo más importante del año.

Una victoria como ésta, por su importancia, tiene mucho de coral. Pero sería una injusticia no subrayar el partidazo de Maxwell (26 puntos, 20 rebotes, 42 de valoración), la valiosísima aportación de Grigaitis (19 puntos) y los excelentes minutos que disputó el benjamín del plantel, Sergio Gil, que estuvo en cancha en momentos trascendentales.

Ahora resta el trámite de Cazorla dentro de una semana -quién sabe si el primero de tres enfrentamientos- y disfrutar mucho de lo que aún queda. Lo más importante ya está conseguido.

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