Campo de Gibraltar

Las acampadas ilegales generan un millar de multas anuales en Tarifa

  • Las zonas de Casa de Porros y Los Carriles siguen siendo el principal destino de campistas y autocaravanas durante el verano

Caravanas estacionadas en la zona de Casa de Porros en una imagen de archivo.

Caravanas estacionadas en la zona de Casa de Porros en una imagen de archivo. / e. s.

La acampada libre sigue siendo uno de los grandes problemas que tiene el litoral tarifeño. Concentrada principalmente en la zona de Los Carriles y en Casa de Porros, considerada esta parcela como un gran aparcamiento ilegal, la instalación de casetas y autocaravanas en espacios del Parque Natural del Estrecho sigue acumulando sanciones.

La Guardia Civil interpuso el pasado verano alrededor de un millar de denuncias por infringir la normativa sobre protección de espacios naturales, flora y fauna. La ley 2/1989 por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía señala (artículo 26) como primer motivo de infracción leve acampar fuera de los lugares señalados al efecto. Este hecho acarrea multas, según la ley, de entre 60,10 a 601,01 euros.

Los agentes de la Guardia Civil son los responsables de identificar a los infractores y abrir el acta de infracción que luego se traslada a la administracción responsable de imponer y determinar la cuantía: la delegación territorial de Medio Ambiente.

Los agentes forestales y la Policía Autonómica también tramitan expedientes por infracción leve a todos los que con caseta o con autocaravana ocupan un espacio del Parque Natural del Estrecho no habilitado para ello.

Sebastián Galindo, responsable municipal de playas en el municipio de Tarifa, cree que este fenómeno de la acampada libre va a menos respecto a años anteriores, pero reconoce que sigue siendo un problema. "Con la acampada ocurre que se produce un efecto llamada. Los primeros que acampan sirven de reclamo para los demás, aunque es cierto que con la presión que ejercen la Guardia Civil, la Policía Autonómico y los agentes forestales, la acampada libre ha ido descendiendo. A veces dura muy pocos días y en otras ocasiones, sobre todo en el caso de los que llegan por primera vez, desconocen que está prohibido acampar o estacionar su autocaravana", explicó Sebastián Galindo.

El concejal añadió que no se trata de asustar a este tipo de turista, sino de informarles de que no pueden permanecer acampados fuera de los lugares habilitados. De hecho, algunas señales repartidas por el espacio protegido advierten expresamente de esta prohibición.

La presión que sobre el parque ejercen este tipo de comportamientos ha sido denunciada en numerosas ocasiones por los grupos ecologistas, que solicitan a la dirección del parque que efectúe un mayor control y vigilancia de las zonas de aparcamiento y acampada libre. Esta acumulación de vehículos en el espacio protegido no solo daña su flora y fauna, sino que también produce otra serie de efectos como el vertido de basuras o la erosión de los diversos hábitats.

El aparcamiento de la zona de Porros sigue siendo uno de los principales destinos de los caravanistas. El Ayuntamiento de Tarifa y la dirección del Parque Natural del Estrecho han defendido en numerosas ocasiones que la instalación de un establecimiento hostelero, que incluye un aparcamiento regulado, acabará con esta situación ahora irregular.

Sin embargo, el proyecto Eolo, que es como se conoce a la iniciativa, ha recibido el rechazo de algunos colectivos ecologistas y defensores del patrimonio, por lo que su tramitación administrativa se está prolongando en el tiempo hasta contar con todos los permisos necesarios.

Otra de las medidas adoptadas por el municipio de Tarifa para liberar la presión de las autocaravanas es la puesta en marcha de un parking destinado a este tipo de vehículos en el área de La Marina, dentro de la ciudad.

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